Roubini se autodenomina “Dr. Realista” y advierte sobre una trampa de deuda global
El actualmente conocido como "Dr. Desastre", anticipó la crisis financiera de 2008-2009. Ahora ve tasas más altas y un crecimiento más lento, con el potencial de estanflación.
Nouriel Roubini, conocido por prever el colapso de las hipotecas que ayudó a producir la crisis financiera de 2008, dijo que el mundo posterior a la pandemia parece encaminarse a repetir la historia. “Mi preocupación es que estamos en una trampa de deuda”, indicó el actual presidente y director ejecutivo de Roubini Macro Associates, en una entrevista con Bloomberg TV en el Foro Económico de Greenwich en Connecticut.
“Cuando los bancos centrales vayan a querer eliminar esencialmente la política monetaria no convencional, dados los índices de endeudamiento, existe el riesgo de un colapso en el mercado de bonos, en el mercado de crédito, en el mercado de valores, en la economía y, por lo tanto, estaremos en esa trampa de la deuda y no podremos normalizar las tasas de política monetaria”, argumentó.
Cuando la pandemia de Covid-19 comenzó a estrangular la economía global, las políticas monetarias flexibles y las políticas fiscales estimulantes se consideraron necesarias para “respaldar el sistema financiero”, indicó Roubini, quien considera que los resultados han sido extremos.
“Estamos en un superciclo de deuda”, aseguró, en la medida que ésta aumenta tanto en los malos como en los buenos tiempos.
En ese marco, planteó que “los bancos centrales están en una trampa. Aseguran que van a normalizar las tasas de política monetaria, pero con estos niveles de deuda pública y privada, si estuvieran tratando de hacer eso, habría una caída del mercado, una caída económica y, por lo tanto, creo que el camino de menor resistencia será eliminar el valor real de la deuda nominal a tasas de interés fijas con una inflación más alta“.
Con el tiempo, e inevitablemente, advirtió, ve tasas más altas y un crecimiento más lento, con el potencial de estanflación. Un escenario tan complejo es la razón por la que a veces se ha denominado a Roubini como el Dr. Doom (Dr. Desastre, en español). Sin embargo, esta vez sugirió un nombre diferente: “Dr. Realista “, sostuvo.
De hecho, para dar base a sus temores puso cifras sobre la mesa. “Mi preocupación es que en comparación a una década atrás los niveles de deuda, pública y privada, son mucho más altos. Veinte años atrás el ratio global llegaba a 200% del PIB. En este minuto es de 360% y al alza. En las economías avanzadas es 420% y aumentando. En China es 330% del PIB y subiendo”, afirmó.
Y dicha tendencia al alza es difícil de revertir, desde su punto de vista. “¿Cuáles son realmente las opciones? ¿Vamos a reducir los gastos del gobierno? Políticamente, alrededor del mundo hay presiones para hace más gastos, esencialmente para lidiar con la desigualdad de ingresos y riqueza. ¿Vamos a subir impuestos a la riqueza y a los ricos? Eso implicaría limitaciones, lo que continuaría aumentando el déficit que permanecerá alto y entonces el camino de menos resistencia será monetizarlo y tratar de limpiarlo con inflación más alta, el valor real de la deuda a tipo de interés fijo nominal”, argumentó.
Bajo esas condiciones, el futuro luce oscuro dentro de una década. Según detalló en sus desastrosas proyecciones, “en el mediano plazo se ven nueve shocks negativos de suministro que van a reducir el potencial de crecimiento e incrementar los costos de producción en el tiempo”.
Roubini hace referencia a eventos relacionados con proteccionismo, restricciones a la migración, el envejecimiento de la población, el desacoplamiento entre China y Estados Unidos y los costos al alza de la energía y los alimentos en el marco del calentamiento global, entre otros.
Es así como un mundo, con menos efectividad de sus políticas monetaria y fiscal y con shocks de suministro, avanzaría en el mediano plazo a “una estanflación como la de los años setenta”, sentenció Roubini.
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