Salfacorp se queda con terrenos de medialuna en Las Vizcachas

El juicio duró cinco años. Hasta que el 18 de julio, la Corte Suprema determinó que inmobiliaria El Peñón, controlada por Salfacorp, era finalmente la dueña de un paño de 3,61 hectáreas en la hacienda El Peñón, cuya propiedad también reclamaba Inmobiliaria Rodeo, que usó por décadas esos terrenos y hasta construyó una medialuna, hoy en desuso, en el camino a San José de Maipo.

“La posesión inscrita de la actora se remonta a una época anterior a la del demandado y en consecuencia, el demandado no detenta el dominio que alega sobre el inmueble que se reivindica”, dice el fallo de la Primera Sala de la Corte Suprema que dio la razón a la filial de Salfacorp.

El caso partió en 2018 cuando a través de su filial inmobiliaria El Peñón, la firma de ingeniería y construcción recurrió a la justicia para lograr que le restituyeran el paño de 3,61 hectáreas ubicado dentro de un macrolote de casi 500 hectáreas del ex Fundo de Las Vizcachas, una hacienda que hasta la década del 70 perteneció a la familia Tocornal, luego fue expropiada, después entregada al Ejército y finalmente vuelta a vender. Sobre esa propiedad, Salfacorp a través de su filial Aconcagua, ha construido miles de casas, generando un nuevo barrio en la comuna de Puente Alto.

Representada por Simón Zañartu, la firma denunció que Inmobiliaria Rodeo Cordillera S.A. no solo hacía uso indebido del lote, sino que le impedía seguir con su proyecto inmobiliario. A través del abogado Manuel José Ossandón Lira, inmobiliaria Rodeo Cordillera respondió que las tierras eran suyas, como lo comprobaban los planos y títulos de lugar. Además, la firma llevaba años pagando religiosamente las contribuciones y hasta la medialuna levantada en 1993 estaba inscrita en el Conservador de Bienes Raíces de Puente Alto.

Durante el juicio, las partes llamaron a peritos topógrafos y geomensores para analizar la existencia de una superposición de títulos en el lote de la discordia. También incorporaron fotos satelitales del Servicio Aerofotogramétrico de la Armada y de Google Earth, decenas de certificados que comprobaban la propiedad y pago de contribuciones y servicios, los roles entregados por el SII, el estudio medioambiental del macroloteo de hacienda El Peñón, entre cientos de documentos y pruebas registrales. Además de declaraciones de testigos.

“El fallo representa un precedente importante, pues aclarada la existencia de una superposición de títulos, reconoce la coposesión material en un caso distinto al de la comunidad, lo que había sido rechazado por la doctrina y la jurisprudencia”, dice Simón Zañartu, abogado de El Peñón.

El caso versó sobre la superposición de títulos que partió en 1990, cuando una rama de los Tocornal, los Tocornal Ross, dividieron sus tierras asignando en esa partición el terreno que después se transformaría en la tierra de la discordia.

Salfacorp compró la hacienda El Peñón pensando que ese pedazo estaba dentro de la propiedad de todo el fundo de Las Vizcachas como lo indicaban los planos y títulos. Pero el 7 de agosto de 2018, un corredor de propiedades le envió un correo electrónico a un trabajador de Inmobiliaria Aconcagua, que levantaba las casas en El Peñón, ofreciéndole el terreno.

La inmobiliaria pensaba ocupar esas 3,61 hectáreas para áreas verdes de su proyecto habitacional y jamás tuvo problemas de acceso. Y sobre ese terreno también pagaba contribuciones. Hasta que llegó ese correo.

Inmobiliaria Rodeo Cordillera S.A. sostuvo durante todo el proceso que el terreno era tan suyo que en la medialuna hasta se corrieron los Champion de Chile y Champion de Rancagua, dos fechas clasificatorias del rodeo nacional. Incluso en 2008 el recinto fue escenario de la final nacional del rodeo de Criadores. La empresa sostuvo que, desde su inauguración, la medialuna se convirtió en un atractivo de Las Vizcachas, que llevaba más de 20 años usando esos terrenos, que estaban inscritos ante el Conservador de Bienes Raíces de Puente Alto, y, por si fuera poco, además de los bienes raíces estuvieron pagando luz y agua esos años.

“Nuestra contraparte intenta maliciosamente crear un conflicto aparente e imputar injustamente a nuestra representada un actuar doloso, lo que conforme a los antecedentes aportados queda absolutamente desacreditado, puesto que se logra acreditar fehacientemente que el predio ha permanecido invariablemente en el tiempo bajo la posesión tanto jurídica como material de mi representada y de sus antecesores en el dominio por más de 40 años”, sostuvo Ossandón Lira.

Inmobiliaria El Peñón alegó permanentemente que el conflicto, donde ambas partes tenían papeles, testigos y hasta pruebas que coincidían, debía zanjarse bajo el criterio del principio prior tempore, conocido como primera inscripción o quien llegó primero.

“El fallo entiende la posesión material en función del uso que cada parte le dé al inmueble, alejándose de la hipótesis clásica del Código Civil, en que por poseedor se considera sólo a aquel que realiza actos materiales permanentes en predio, algo propio para el siglo XIX, para avanzar hacia un concepto más amplio, en que, por ejemplo, se puede valorar un bien raíz como un activo, útil para levantar financiamiento o desarrollar un proyecto futuro y, por tanto, valiendo como acto material ingresar un EIA (Estudio de Impacto Ambiental) o una DIA (Declaración de Impacto Ambiental) al SEA, tramitar permisos ante una DOM (Dirección de Obras Municipales), pagar contribuciones, encargar geomensuras o tasaciones, etc., pese a que ninguno de ellos deja rastro en el inmueble”, explicó Zañartu.