Sartor recurre a la Corte de Apelaciones y acusa a la CMF de “actuar matonesco” y “diligencias ilegales”

Ilegalidad, actos de amedrentamiento y matonaje, son parte de las acusaciones que Sartor AGF presentó en contra de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) en una nueva acción judicial.

Interpuesto ante la Corte de Apelaciones de Santiago, el recurso acusa la ilegalidad del oficio de la CMF presentado el pasado 16 de diciembre, el cual ordenó a la gestora de fondos proporcionar una serie de antecedentes en “forma inmediata”.

El texto presentado por el abogado Antonio Rubilar, explica que el acto reclamado es anterior a la decisión de la CMF que revocó la autorización de existencia de la compañía, pero apunta que “el camino, totalmente apartado de cualquier semblante básico de debido proceso, que llevó a la Comisión a tomar esa infundada y desproporcionada decisión, de verdadera muerte y extinción jurídica de la compañía, estuvo pavimentada de diligencias de investigación ejecutadas por la Dirección de Supervisión de Mercado de la CMF que fueron excesivas e ilegales”.

Según la acción judicial, a primeras horas del 16 de diciembre el director de Supervisión de Conducta de Mercado de la CMF -Daniel García Schilling- dictó el oficio en el que se requería “proporcionar los respaldos informáticos tanto de los sistemas ICG, Softland y Sartor Gestión, así como de otra información que resguarde en carpetas compartidas en la nube del periodo comprendido entre enero 2020 a la fecha”, donde se resguardaba una serie de información de clientes, carteras de inversiones y operaciones de la AGF, la mayoría de ellas, de hecho. “Básicamente, se estaba pidiendo todo el respaldo digital del negocio de Sartor”, se indica.

“Para cumplir con semejante requerimiento, el Oficio Ordinario otorgó como ‘plazo’ -en estricto rigor, esta denominación no corresponde- que dicha información sea entregada de forma inmediata a los funcionarios de esta Comisión, los cuales se encuentran presencialmente en las oficinas de esa sociedad”, relata el requerimiento ante la Corte de Apelaciones.

Además, precisa que durante la mañana del día 16 de diciembre de 2024 personal de la CMF, liderado por el jefe de División de Auditoría de Administradoras de Fondo, Gustavo Cruz, concurrió a las oficinas de Sartor. “Ante esta situación, el gerente general de Sartor, Sr. Juan Carlos Jorquera, solicitó que se les diera tiempo para poder consultar con sus abogados el cumplimiento de la entrega de esta información. Los funcionarios de la CMF le otorgaron tan solo 10 minutos para evaluar la medida”, acusa el escrito.

A su juicio, “este requerimiento fue excesivo, abierto e impreciso, pues incluyó el respaldo de prácticamente toda la actividad comercial financiera de la compañía, sin alocarlo en un fondo o sociedad específica. Esto implica una contravención a una serie de normas vinculadas a la confidencialidad de la información: se vulneran secretos comerciales, datos personales y otras reservas que nuestro ordenamiento prevé”.

“Pero la ilegalidad más severa que encierra este oficio se encuentra en el modo en que se llevó adelante la diligencia personal de su notificación y ejecución. En efecto, como relataremos en detalle más adelante, funcionarios de la CMF arribaron a las dependencias de Sartor de manera hostil, exigiendo la entrega inmediata de la información, dado que el propio oficio señalaba: ‘Lo requerido previamente, deberá ser puesto a disposición en forma inmediata a los funcionarios de esta Comisión, los cuales se encuentran presencialmente en las oficinas de esa sociedad’”, sostiene la acción judicial.

Ante ello, manifiesta que la situación fue una “verdadera encerrona”, la cual fue acompañada “de actos posteriores donde trabajadores de Sartor fueron objetos de amedrentamientos si no entregaban la información”.

“Fue un actuar matonesco que devino en una medida intrusiva que no está legalmente autorizada”, acusa el recurso, el cual además explica que “el problema central, es que fue a partir de esta abusiva diligencia que la CMF se hizo de toda la información que puede potencialmente utilizar en otras sedes. El problema es que su obtención tiene un vicio de origen”.

Por eso, Sartor indica que “la cuestión es grave, porque a través de un requerimiento de información abierto y excesivo, acompañado de actos de matonaje, la CMF logró hacerse de información que es reservada y que le permite construir sus propios casos, vulnerando cualquier atisbo de debido proceso de Sartor y también, indudablemente, agraviando aún más a los aportantes a quiénes dice proteger la CMF”.

Cabe recordar que el pasado 19 de diciembre, la CMF revocó la autorización de existencia de Sartor Administradora General de Fondos, tras detectar graves irregularidades en su modelo de negocios y conflictos de interés que vulneraron las leyes financieras y perjudicaron a los aportantes.

En el escrito, Sartor señala que si bien no se opone al ejercicio de las potestades de fiscalización y sancionatorias de la CMF, “no puede mantenerse impávida frente a lo que aquí ha ocurrido, puesto que el exceso de poder que aquí la CMF ha ejercido, sobrepasó cualquier límite racional y lógico”.

Además, apunta a que “esta abusiva diligencia terminó por ser una de las que precedió a la decisión de revocación de autorización de existencia. Sobre las actuaciones materiales intrusivas y los actos de desagravio que llevaron adelante los funcionarios del equipo que concurrió a las oficinas de Sartor, mi representada se reserva todas las acciones legales para hacer efectiva su responsabilidad en las irregularidades cometidas al momento de llevar a la práctica el Oficio Reclamado”.