Septiembre cargado de tensiones comerciales y estímulos monetarios

China eeuu

Aunque se espera que miembros de los gobiernos de China y EEUU se reúnan en las próximas semanas, lo más probable es que las tarifas ya anunciadas para el 1 de septiembre se concreten, al mismo tiempo que los actuales desacuerdos podrían llevar a las tensiones comerciales a permanecer incluso hasta el año 2020.


En el segundo semestre, el vaivén de los mercados ha estado dirigido por las tensiones comerciales y anuncios de nuevos estímulos monetarios globales. Septiembre no estará exento de esta dinámica, por cuanto estará marcado por el incremento de aranceles y reuniones de bancos centrales, lo que terminará por determinar el comportamiento de los mercados para lo que resta del año.

Aunque se espera que miembros de los gobiernos de China y EEUU se reúnan en las próximas semanas, lo más probable es que las tarifas ya anunciadas para el 1 de septiembre se concreten, al mismo tiempo que los actuales desacuerdos podrían llevar a las tensiones comerciales a permanecer incluso hasta el año 2020.

Recordemos que estas disputas han afectado el comercio global, impactando de manera importante a los sectores exportadores. Probablemente el mundo seguirá creciendo moderadamente, si bien no enfrentado un proceso recesivo, a una tasa lo suficientemente débil como para llevar a los bancos centrales a seguir estimulando sus economías. Así, el mercado ya estima que en septiembre tanto la Fed como las instituciones de la zona euro, Japón y China anunciarán una serie de medidas para sostener su desempeño.

Con esto, en lo que resta de este año, probablemente los mercados bursátiles seguirán mostrando un desempeño similar a lo observado en los últimos meses, en donde las presiones provocadas por las tensiones comerciales se conjugarán con el alivio que generan las medidas de estímulo monetario adicionales, escenario que además seguirá manteniendo las tasas globales en niveles contenidos.

Para el 2020, la proactividad que muestren los bancos centrales, la magnitud de la desaceleración y el camino que recorran las relaciones entre EEUU y China determinarán sus perspectivas. En caso de percibir una menor disposición de la política monetaria para hacer frente a la situación actual, o que los sectores internos muestren un contagio desde la debilidad del comercio global, los mercados podrían enfrentar un escenario más débil. Sin embargo, diversas encuestas han comenzado a develar un menor optimismo de los ciudadanos de EEUU en torno al desempeño de la economía, apuntando como principal responsable a la política exterior de Donald Trump, evidencia que podría llevarlo a moderar su ofensiva de cara a las elecciones presidenciales del próximo año.

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