Una disputa familiar en la matriz de la viña Aresti

Hermanas Aresti
Las hermanas Ana María y Begoña Aresti López, controladoras de Aresti Chile Wine.

El grupo es controlado por las hermanas Ana María y Begoña Aresti López, hijas del fallecido fundador de la viña curicana, con el 50% cada una. Begoña participa en Aresti Chile Wine a través de Oropel, una sociedad en la que también son socios sus cuatro hijos, los Eben Aresti. Las dos hermanas mayores demandaron a la madre y a sus dos hermanos menores, piden un arbitraje y la disolución de Oropel. Ambas apuntan a su hermano Eugenio por la mala gestión en los negocios familiares.


Tras el fallecimiento del empresario Vicente Aresti a los 92 años, en 2012, sus hijas Matilde Begoña (75) y Ana María Aresti López (73) quedaron a cargo de uno de sus proyectos más emblemáticos: la viña Aresti. La bodega, fundada en 1951 en el Fundo Bellavista, Curicó, celebró su 70 aniversario en 2021. Tras una reorganización patrimonial, el tercero de los hermanos, Vicente Aresti López, se quedó con los negocios agrícolas de una familia que antes controló Arrocera Tucapel, vendida en 2009 al grupo brasileño Camil Alimentos, y la empresa de alimentos para mascotas Nutripo, transferida a Carozzi en 2011.

Las dos hermanas se quedaron en la viña en partes iguales: cada una controla sociedades que, a su vez, son dueñas del 50% del grupo Aresti Chile Wines, cuyas siglas son ACW. Registros oficiales apunta a que la empresa tiene un capital superior a los $12 mil millones y dos accionistas: Inversiones Inpal Limitada, ligada a Ana María Aresti, e Inversiones Grupo Oropel Limitada, controlada por Begoña. En esta última sociedad, los herederos están divididos en dos mitades y enfrentados en un caso que llegó a tribunales.

Matilde Begoña Aresti López y su esposo, el ingeniero agrícola Eugen Eben Oyanedel (fallecido en 2017 a los 77 años), tuvieron cuatro hijos. La mayor tiene los nombres de su madre, pero invertidos: Begoña Matilde tiene 56 años y es diseñadora. Le siguen Ana María (55), Eugenio, el único hombre, ingeniero agrónomo, con 53 años, y la menor es Christiane, ingeniera comercial de 40 años. Hoy los cuatro hermanos Eben Aresti están enfrentados.

En abril pasado, las dos mayores, Begoña y Ana María, presentaron un escrito ante el 21º Juzgado Civil de Santiago solicitando el nombramiento de un árbitro para llevar a cabo la terminación anticipada, disolución y liquidación de la sociedad familiar Inversiones Grupo Oropel Limitada. Entre los demandados estaban entonces su madre y sus dos hermanos menores.

Grupo Oropel es el dueño del 50% de Aresti Chile Wines, un grupo fundado en 1951 por Vicente Aresti Astica, quien compró ese año el Fundo Bellavista en el Valle de Curicó, un sector con amplia tradición vitivinícola, dice la página web.

Pero arriba de Grupo Oropel hay una estructura diferente. La madre de los cuatro hermanos Eben Aresti, Begoña Aresti López, tiene directamente el 45,7% de Oropel. Casi todo el porcentaje restante, el 56,2%, está en manos de Rentas e Inversiones Micaela Limitada, una sociedad en la que participan los cuatro hermanos -Begoña, Ana María, Eugenio y Christiane- en partes iguales. El control de la matriz directa de Oropel, sin embargo, está por estatutos en manos de la hija del fundador de la viña, Begoña Aresti, la madre de todos ellos.

En su presentación inicial, y asesoradas por los profesionales de Jara Del Favero Abogados, Rafael Valdivieso y Ramón Jara, las dos hermanas mayores pedían el arbitraje para la disolución de Oropel. Entonces actuaron, dijeron, en representación de Micaela Limitada, una sociedad en la que dos de los cuatro socios podían actuar como representantes. Sin embargo, tras la presentación de la demanda, los dos hermanos menores asumieron la representación de Micaela y revocaron los mandatos judiciales de sus hermanas mayores. Por ello, en agosto las dos Eben Areste disidentes debieron rectificar su demanda y corrigieron asuntos de forma: ahora demandan a su madre, sus dos hermanos y Rentas e Inversiones Micaela.

La demanda fundamenta así la petición: “La presente solicitud de designación de juez árbitro destinada a la terminación anticipada, disolución y liquidación de la sociedad Inversiones Grupo Oropel Limitada se funda en la renuncia de las socias Ana María y Begoña, ambas Eben Aresti, por motivo grave e incumplimientos causados por la mala gestión de administración de la socia Matilde Begoña Aresti López, a través de la delegación y administración en los hechos que ha ejercido el socio Eugenio Eben Aresti, por la pérdida de la affectio societatis entre los socios, y además la consecuente falta de rendición de cuentas por la administración que en los hechos ha realizado el socio Eugenio Eben Aresti”.

Con ello apuntaron a la gestión de su madre y de su hermano, pero sobre todo de este último, quien se ha negado, dicen personas que conocen el conflicto, a entregar información financiera y auditorías. A él le reprochan también que su gestión ha afectado a otras empresas familiares, como el campo Los Boldos y otras propiedades agrícolas.

Los demandados, la madre, los dos hermanos, y Micaela Limitada, son representados por abogados del estudio Barros y Errázuriz, liderados por el socio Luis Eduardo Toro.

“Prefiero no hacer ningún comentario, porque la verdad es que están demandando a mi madre”, declaró Eugenio Eben al ser contactado por Pulso.

Eugenio Eben fue sancionado en 2008 por uso de información privilegiada por parte de la Superintendencia de Valores y Seguros, hoy Comisión para el Mercado Financiero, por comprar acciones de D&S por $ 49 millones a través de su esposa. La autoridad reprochó que Eben y su otro tío, Vicente Aresti López, compraron acciones mientras no eran públicas las negociaciones con Falabella para una fusión que finalmente se frustró. Su tío, hermano de su fallecido padre, era Hans Eben, entonces director de D&S y de Empresas Tucapel, también multado por la entidad. Eugenio Eben Aresti era entonces gerente de negocios de Tucapel. Las sanciones fueron confirmadas años después por la Corte de Apelaciones y la Corte Suprema.

Viña Aresti
Aresti Chile Wine tiene una superficie de 1.150 hectáreas, con 400 hectáreas de viñedos.

Oropel y Aresti

La eventual disolución de Oropel, a ser discutida en un arbitraje que una rama impugna, podría dar lugar a un reparto de activos cuya principal ficha es la viña Aresti. Pero si el arbitraje no avanza, las hermanas disidentes tienen otra herramienta que activaron en abril: ya comunicaron su decisión de poner término a Micaela Limitada, lo que según estatutos, notificaron, ocurrirá en diciembre de 2026.

Fundada en 2012, cuando falleció el patriarca y la segunda generación se hizo cargo del negocio vitivinícola, Oropel nació con un capital de $ 5mil millones, el que más tarde, tras una fusión con una sociedad familiar, subió a $5.532 millones. El Grupo Oropel posee, además de la viña, el 98,5% del capital de Servicios Aéreos Los Boldos Ltda., el 12% de Agrícola Tapihue Limitada y el 40% de Sociedad Agroindustrias Eben y Aresti Ltda.

Aresti Chile Wine, según una presentación corporativa de hace dos años, tenía una superficie de 1.150 hectáreas, con 400 hectáreas de viñedos, una capacidad en bodega de 9 millones de litros y 1.000 barricas, y exportaciones por 800 mil cajas de vino. Sus envíos van hacia más de 40 países en todo el mundo. Entonces declaraba tener dos marcas estratégicas: Aresti y Espíritu de Chile.

Las dos hermanas, quienes se rotan la presidencia de la viña cada año, en 2008 cursaron el Programa de Alta Dirección de Empresas (PADE) en la Universidad de los Andes, e incorporaron a la tercera generación Aresti en 2017.

Una escritura de junio de 2022 describe el directorio del grupo vitivinícola de seis integrantes. Estaban las dos hermanas y dos hijos de cada una de ellas. Por la rama de Begoña estaban Eugenio y Ana María Eben Aresti. La segunda es una de las demandantes y probablemente ya no esté en la compañía. De hecho, en su linkedIn, su hermana Christiane, que está en el bando de su madre y su hermana, aparece ahora como directora de Aresti Chile Wine S.A., desde julio de este año. Christiane Eben es directora desde hace cinco años también de la empresa de moda circular Vestuá.

Por la rama de Ana María Aresti López, en el directorio de la viña estaban, al menos hace dos años, según los documentos públicos, sus hijos Maureen y Patrick Halley-Harris Aresti. En esa sesión, la firma daba a conocer la renuncia del gerente general Matías Rivera, quien renunciaba a la empresa tras nueve años en el cargo, para emprender proyectos personales. En su reemplazo asumió el entonces gerente de exportaciones, Cristian Becerra Hertz, quien sumaba 14 años en el grupo y había liderado las ventas de vinos a mercados tan diversos como Japón, China, Canadá y Europa.

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