Uso fraudulento de tarjetas cae 13% en 2017, su primera baja en al menos cinco años
El retroceso del ilícito ocurrió justo el año en que se masificó la incorporación del chip en las tarjetas, ya que en 2017 la industria acordó sólo emitir plásticos que incorporen esta tecnología.
Por primera vez, al menos en cinco años, el uso fraudulento de tarjetas de crédito y débito registró una baja en el país. Así lo revelan cifras de la Subsecretaría de Prevención del Delito, ya que muestran que el total de ilícitos de este tipo cayó 12,9% en 2017. Lo anterior, al considerar que en 2016 hubo una tasa de 296,3 casos policiales por este delito por cada 100.000 habitantes, sin embargo, el año pasado esa cifra se redujo a 258,1 casos.
De este modo, 2017 marcó un cambio de tendencia respecto de lo que venía ocurriendo al menos desde 2012, período en que sólo hubo aumentos del uso fraudulento de plásticos. Es más, en 2015 casi se duplicó este delito, anotando un alza de 97%, en tanto, en 2016 el incremento fue de 67%.
¿Qué cambió en 2017?
"Para fortalecer el estándar de seguridad de los medios de pago, los bancos miembros de la Asociación de Bancos (Abif) acordaron que a partir del 1 de abril de 2017 sólo emitirían tarjetas de crédito y débito que incorporen tecnología chip", comentan desde la Abif, aunque recalcan que la disminución de este fraude no se debe exclusivamente a la implementación masiva de chip, sino que también al perturbador magnético, entre otras cosas. "A esto se suma el mayor cuidado de los datos por parte de los clientes y a la información oportuna, vía mensajería, que están proporcionando la mayoría de los bancos a sus clientes acerca de las transacciones que se realizan", agrega la Abif.
La semana pasada los dos bancos más grandes del país medidos por colocaciones, Santander y Banco de Chile, anunciaron que buscan acelerar la reconversión de todo su parque de tarjetas de crédito y débito al sistema chip. De hecho, Banco de Chile detalló que en materia de modernización de tarjetas, a la fecha tienen 92,3% de plásticos con chip en crédito y un 62,6% en débito, y ya para fines de este año esperan que sea el 100% en ambos casos.
"La tecnología del chip ha contribuido a mejorar la seguridad de las transacciones, debido a que integra elementos de seguridad como llaves, algoritmos criptográficos y criptogramas dinámicos que han hecho que esta tecnología sea muy efectiva en el control del fraude por clonación en el mundo de las transacciones de tarjeta presente", comenta Gerardo Urra, director de nuevos negocios de Mastercard Chile.
Con todo, si en 2016 hubo 53.333 denuncias y detenciones registradas por la policía por uso fraudulento de tarjetas de crédito y débito, el año pasado fueron 6.521 casos menos, es decir, un total de 46.812 ilícitos (ver gráfico).
"Entre las razones que pueden explicar esta disminución en los fraudes se encuentra el aumento permanente de medidas de prevención a nivel de sistemas, productos y procesos que nos permiten estar alertas y actuar de forma temprana. Además, realizamos constantemente actualizaciones a los protocolos de seguridad. También destaca la masificación de tarjetas con chip y la incorporación del ContactLess o sin contacto a la forma de pago", detallan desde Transbank.
Asimismo, recuerdan que en paralelo a la incorporación de chip en la emisión tarjetas, Transbank hizo una migración de su red, para aceptar chip, por lo que actualmente alcanzan niveles cercanos al 97% en los POS y 94% en los sistemas Host to Host.
Con todo, al cierre de 2017 el 54,6% de las tarjetas emitidas en el mundo contó con tecnología EMV (chip), según el informe EMVCo de abril de 2018, donde Canadá, América Latina, y el Caribe muestran la tasa más alta de adopción con 85,7%.
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