Pese a baja en la utilidad Banco de Chile mantiene ritmo de pago de deuda subordinada: ¿termina en 2018?




A un ritmo de más de $140 mil millones por año, Banco de Chile se acerca a terminar con la deuda subordinada que arrastra desde que el Banco Central debiera rescatarlo durante la crisis que vivió la industria en los años 80.

Pactada en cuotas anuales hasta 2036, la entidad controlada por el grupo Luksic y Citi registra al cierre de 2015 un saldo por cancelar de $$465.445 millones. Sin embargo, según los estados financieros de SM Chile -la sociedad matriz del banco- al cierre del año, se provisionaron $140.614 millones para hacer frente a la cuota correspondiente al ejercicio 2015, la cual es pagada como todos los años el 30 de abril.

SM Chile controla la Sociedad Administradora de la Obligación Subordinada SAOS, la cual tiene prendadas a su favor 28.593.701.789 acciones de  Banco de Chile, equivalente a un 29,745% de la propiedad.

El monto que este año desembolsará la entidad es levemente inferior a los $142.855 millones que pagó en 2015 con cargo a las utilidades de 2014, esto a pesar de la caída de  5,4% (14,5% a nivel industria ) en sus ganancias, las que totalizaron $558.997 millones.

Tras cancelar en abril la cuota correspondiente al ejercicio 2015, el saldo que quedaría por pagar llegaría a $323 mil millones, monto que de mantener el ritmo podría quedar completado casi en su totalidad para 2018.

Perspectivas para la acción

El pago de casi UF5,8 millones que realizará este año es similar al que ha venido haciendo en los últimos ejercicios, y muy por sobre el mínimo de UF3,2 millones que establece el acuerdo con el Banco Central (los recursos por sobre el mínimo son derivados a la cuenta de excedentes para déficit futuros, que a 2015 suma UF 23 millones).

Justamente el ritmo de pago ha llevado en los últimos años a apostar porque el banco terminará la histórica deuda antes de 2020, algo que de paso trae una serie de consecuencias en su estructura accionaria: SAOS tiene en su poder casi un tercio de las acciones Banco de Chile, pero una vez extinta la deuda ésta se diluirá y los accionistas de la serie B de SM Chile recibirán una acción del banco, con la opción de tener 2,38 títulos más. Un beneficio similar a los accionistas de la serie D, con la misma opción aunque sin la exención tributaria en los dividendos como sí los hay en la serie B. En tanto, la serie A sólo tiene derecho a 2,38 acciones, pero no recibe dividendos; mientras que la E no tiene opción, pero sí recibe reparto de utilidades.

Por ello, el mercado históricamente ha premiado el papel B de la serie matriz, aunque las proyecciones de distintos research sobre el adelanto del pago de la deuda parecen haber mermado el atractivo que años antes tenía.

Desde Banco Penta señalan que “ dado nuestro escenario base, consideramos que la deuda subordinada se lograría pagar el año 2019. Cabe destacar que más allá del pago de la deuda subordinada la acción (SM Chile-B) no tiene principales catalizadores, lo que sumado a su baja liquidez y el acotado upside de corto plazo le resta atractivo. En cambio, consideramos que las acciones de Banco de Chile presentan valorizaciones atractivas lo que sumado a un interesante retorno potencial por dividendos, se traduce en la incorporación de éstas en nuestra cartera de acciones recomendadas”.

Jorge Opaso, de Bice Inversiones, indica que “en nuestras estimaciones vemos que podría culminarse el proceso entre 2018-2019. Respecto a las perspectivas de ambas acciones (SM Chile y el banco), si bien estamos aún cautelosos en el sector bancario para este año, Banco de Chile continúa siendo nuestra acción favorita en el sector principalmente debido al persistente y constante retorno sobre capital en torno al 20% que esperamos se mantenga en el corto y mediano plazo”.

En esa línea, las mismas AFP están apostando al subyacente. A diciembre, según la Superintendencia de Pensiones, las gestoras tenían US$355 millones en acciones Banco de Chile, equivalente al 3,68% de la propiedad, mientras que en la serie B de SM-Chile la inversión es de US$53,15 millones, o un 1,82% los papeles de la sociedad matriz.

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