Raghuram Rajan: "Todos esperan que sea un profeta"




Las nubes oscuras del monzón amenazan sobre la ciudad de Mumbai, mientras espero bajo un horizonte gótico en el 18° piso del Banco de Reserva de India a que llegue Raghuram Rajan.

Rajan llegó a hacerse cargo del central de India en septiembre del año pasado en un momento de profunda crisis financiera. Él había vuelto a su tierra natal en 2012 con una reputación de super estrella, forjada primero en la Universidad de Chicago, luego en el Fondo Monetario Internacional, donde fue economista jefe por tres años. En 2005 Rajan también dio un celebrado discurso en un evento para Alan Greenspan en el cual, en vez de felicitar al saliente presidente de la Reserva Federal estadounidense, fue crítico del establishment financiero, prediciendo muchos elementos de la crisis financiera global. Incluso así, Rajan nunca había liderado una institución como el banco central indio, además de ser un momento en que la rupia iba en caída libre, los capitales se iban del país e India estaba peligrosamente ubicada entre los llamados “cinco frágiles” entre los emergentes.

Un año después, ese sentido del desastre por lo menos ha pasado, en parte gracias a la competencia económica de Rajan y a la calma que pareció revivir la confianza, empezando con un rally que fue desde su nombramiento en septiembre del año pasado hasta la elección del nuevo primer ministro en India, Narendra Modi, en mayo de este año. Pero el viaje no ha sido suave.

¿Cómo se sintió sus primeros días a cargo del organismo? “Me sentí un poco apanicado”, admite Rajan. “Y, hasta cierto punto, esto fue nuestra culpa… Parecía que estábamos dando vueltas un poco, con una medida cada semana… Dio la impresión de ‘ellos están realmente preocupados, realmente tienen pánico’”. De hecho, dice, la posición de India era más fuerte de lo que parecía: “Lo importante era cambiar el foco de conversación desde la rupia, que fue medida subyacente del pánico”.

En persona, Rajan (51) es alto, con pelo oscuro y grueso. Es vegetariano. En los medios indios, en esos primeros meses en el banco, su buena imagen atrajo casi tanta admiración como una posición inflacionaria agresiva. Algunos hablaban del “rally Rajan”.

“No he hecho psicoanálisis del proceso, pero me parece que, por un momento, había gente buscando a alguien que les dijera que nosotros (India) podía hacerlo”, plantea. “Había una suerte de aspiradora en la economía, y la gente se unió en torno a mí”.

¿Cómo fue volver a India? “Las jerarquías se demoraron en acostumbrarse”, admite con una sonrisa. La anticuada burocracia india todavía opera pasando archivos físicos entre departamentos, mientras los rangos se establecen a través de protocolos como quién llega último a un conference call.

Rajan nació en 1963, en la ciudad de Bhopal, y pasó su juventud en varios países, incluyendo Indonesia y Sri Lanka en momentos en que ambos pasaban por una época complicada. Rajan describe a su padre como un diplomático, lo que lleva nuestra conversación a un giro potencialmente incómodo, que su padre era un funcionario senior en el servicio de inteligencia de India. Es un tema del cual Rajan no habla mucho. Cuando era chico, ¿sabía que su padre era un espía? Dice que no, y que sólo lo descubrió más adelante.

Estudió ingeniería en el elitista Instituto de Tecnología de India, donde tuvo excelencia académica y recibió el premio al estudiante más admirado. El vuelco a economía vino cerca de los 25 años, con una tesis titulada “Ensayos sobre la Banca”, en el Massachusetts Institute of Technology, seguido en 1991 con un puesto en la escuela de negocios Booth de la Universidad de Chicago, donde su trabajo académico se enfocó de manera estrecha en finanzas. Entonces, le pregunto, ¿cómo difiere su experiencia de la realidad del poder en el banco central de las suposiciones de los libros de textos anteriores? “En cada organización hay un territorio, y el territorio se defiende de manera muy, muy fuerte, ya sea en el FMI o en el gobierno de India”, sostiene. Para progresar, aprendió a ganar aliados. “Tienen que recibir algo de la gloria… Si piensan que eres una estrella, entonces te resistirán”. Este enfoque podría sonar trillado, pero también es verdad, dado su carácter afable.

Avanzo a una pregunta obvia, considerando que él ha sido catalogado como el hombre que previó la última crisis financiera global, ¿qué viene ahora? Responde con modestia. “La belleza de haber estado en lo correcto una vez, o parcialmente en lo correcto, en retrospectiva, es que ahora todos esperan que sea un profeta. Pero la verdad es que nadie sabe realmente de dónde vendrá la próxima”.

“Los banqueros centrales han tenido enormes responsabilidades sobre ellos para compensar, esencialmente, los fracasos del sistema político. Y mi preocupación es que no tenemos suficientes herramientas para hacerlo, pero no estamos dispuestos a decirlo. Y, como resultado, presionamos lo más que podemos las herramientas existentes, y eso puede crear más riesgo en el sistema”. Si bien al inicio fue crítico del alivio cuantitativo, Rajan escogió una pelea bastante pública en enero, acusando a la Fed estadounidense de desatar el alivio cuantitativo sin considerar el efecto en las economías emergentes, dejando de lado las salidas de capitales y el pánico de los inversionistas sobre India, antes de su llegada al banco central.

“Seis años después de la crisis financiera, los bancos centrales todavía tienen el pie completamente en el acelerador… (impulsando) el crédito hacia los mercados emergentes”, dice. “No sabemos cómo terminará esto… Podría terminar suavemente, si sacamos lentamente el aire de estos mercados inflados, o a través de una serie de mini crisis. Pero sería más dramático si, un buen día, de repente el mundo se da cuenta de que Estados Unidos va a elevar las tasas de interés rápidamente… luego el aire saldrá mucho más rápido”.

Se nos acaba el tiempo así que hago la última pregunta, acerca de sus propios planes. La serie de retratos que adornan la oficina en la que nos reunimos incluyen una imagen del ex primer ministro Manmohan Singh, quien alguna vez fue gobernador del banco central y que luego subió a los rangos más altos de la política india. Muchos de los admiradores de Rajan esperan que él pueda tomar el mismo camino. Pero no deja claro si le interesa o no este puesto más alto. “Mi intención ha sido, y es, volver a la academia”, dice, detallando un futuro en investigación en medio de los mercados y la democracia, con un foco particular en India en sí misma. La pregunta de qué tipo de país será India le interesa en particular, especialmente dada su herencia socialista y a menudo ambivalente relación con el libre mercado. "En India, decimos una cosa, y hacemos otra”, dice mientras terminamos el café. “Entonces ¿qué estamos tratando de hacer como país? Descubrirlo, me imagino, también será interesante”.

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© The Financial Times Ltd, 2011.

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