Recuerdos del año del Supertanker

3, 2, 1 …gritos y abrazos. 2017 que llega. Fuegos artificiales primero. Fuego real después. Avanza en descontrol hacia Santa Olga arrasada. Aparece en el cielo el Supertanker, una insospechada rebelión contra el Estado-que-supuestamente-todo-lo-puede-y-mucho-lo-hace-mal, que torpemente se defiende con prohibiciones, ridículos informes y aviones rusos. Parece que ha comenzado a volver el péndulo. El fuego ha sido la chispa del cambio. Piñera huele la oportunidad. Se imagina como ese avión enorme que pasa rasante y da alivio a un país ahogado. Guillier duerme siesta, en un aviso de lo que venía.

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El IPSA despunta el 2017 por los 4150 puntos. El dólar por los $670. Del Bitcoin pocos hablan y se transa a US$970. Amazon no llega a US$800. Asume Trump, en un día negro de lluvia que parece un presagio. Gente protesta. Muchos pensamos que es peligroso. Pero el mercado ruge pensando en el prometido recorte de impuestos y en que "We Will Make America Great Again". No pararía de subir: 28% el Nasdaq, 25% el Dow Jones y 20% el S&P 500. El índice del terror, el VIX, tocaría más de 60 veces mínimos históricos. Ni la locura del gordo Kim disparando misiles lo despeinaría.

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Aparece Beatriz Sánchez como una Bachelet 3.0. El Presidente Lagos es asesinado por la espalda en la operación más artera que se recuerde. Guillier, el sin ganas, el sin garra, será el candidato. El IPSA lo ve venir. Comenzaría una subida casi en 45 grados hasta fines de Octubre. Vienen las primarias, tren de Mayol incluido. La Nueva Mayoría mira desde la banca en una torpeza más. Ossandón es una fuerza de la naturaleza: pura, descontrolada e irracional. Mucha gente vota, Piñera parece imparable, el Frente Amplio queda desconcertado.

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Macron es el recambio de Europa. Sub 40, de izquierda moderna. Por un par de meses todos quieren ser Macron. La señora May va de tumbo en tumbo hacia el Brexit. La Señora K lo hace peor. Su banda terminará encarcelada, quizás ella también. Creyeron que su reinado no tendría fin y lo rompieron todo y lo robaron todo. Algunos, increíblemente, los vieron como modelo. Macri hace su juego. Con una sonrisa que parece de hombre bueno, de hombre justo. Y le dará una paliza a la Señora, una que nadie esperaba.

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Nuestro Gobierno no puede cerrar nada, no termina de hilar nada. El Ministro Valdés trata de avanzar y no puede. Los números son malísimos. La huelga de Escondida es una explicación. Pero el cobre anda bien, aunque los expertos son cautos y como siempre, andan detrás de la pelota. El país no despega, a pesar de los discursos sobre las bondades de lo público-privado. El desenlace llega con la comedia absurda de Dominga. El bullying gubernamental descarado al proyecto termina con la renuncia en pleno del equipo económico y el pequeño Ministro Mena elevado a los altares de la ONU.

Chile roza la gloria con Alemania y Pizzi es un genio. Luego viene lo impensable. Quedamos eliminados. Salta la mugre. Pizzi es un looser, Vidal es un vago, Bravo un macabeo, Alexis un taimado.

Mientras en USA se empieza a hablar del apocalipsis del retail, en Chile se acerca la primera vuelta. Saltan monedas y cuchillazos. Odio a raudales. Rabia que explota en mentiras y verdades torcidas. Goic no prende y desperdicia la oportunidad de ser heredera de la Concertación. Bea hablando tan pronunciada mostrando vasos medios vacíos por aquí y por allá. El IPSA llega 5.600 el 30 de Octubre.

Luego el shock de la Derecha y la Nueva Mayoría y el exultante despertar del FA. Tendremos Jackson y Boric multiplicados, como cuando a los Gremlins les caía agua. Esperamos que nos den su cara amable.

Para terminar, un mes de dientes apretados, de 1-2-3 momia es. Guillier se levanta de la tumba y como que no es él. Aparece la tarotista que habla de Chilezuela y parece una locura. Pero el candidato se despide "Hasta la victoria, siempre" y ya no es tanto. El mercado se desploma, tal como predijo Camus, mientras el bitcoin roza los US$20.000 y las criptomonedas llegan a la cima de su locura.

Cuando pierde, Guillier se despide como un grande. Piñera no cabe en sí de alegría. Y como si el Supertanker hubiese pasado rasante con su enorme y revitalizador chorro sobre nosotros, nos invade una nueva frescura y una nueva calma. Levantamos la cabeza y miramos al cielo. Ahí vemos acercarse, a galope tendido, el año 2018.

*El autor es panelista de Radio Duna.