Regulación: cuidado con crear un daño colateral
Empeñar- recibir dinero a cambio de objetos de valor- se remonta a tiempos bíblicos. Según distintas versiones, la Reina Isabel de Castilla financió el descubrimiento de América por Cristóbal Colón en el siglo XV empeñando sus joyas.
Sin embargo, la crisis económica global de los últimos cinco años ha llevado el principio de crédito garantizado a un territorio nuevo y posiblemente peligroso.
Como parte del apuro por hacer más seguro el sistema financiero, los inversionistas están presionando a los bancos para que entreguen más colateral (activos seguros) como protección contra la mayor parte de su financiamiento. Los reguladores están fijando fuertes reglas sobre el colateral que los corredores deben destinar en caso de que quiebren antes que se complete un acuerdo. Y los bancos centrales han apilado grandes sumas de colateral contra la liquidez o efectivo, que han inyectado en las economías.
Al mismo tiempo, la crisis financiera ha cambiado la visión de los inversionistas sobre lo que son los activos seguros. El Fondo Monetario Internacional estima que el menor número de los gobiernos cuyos bonos son considerados seguros puede reducir la oferta en US$9 billones (millones de millones) - o aproximadamente un 16%- para 2016.
Todo esto significa que el colateral de alta calidad está altamente demandado -tanto que hay crecientes temores de que las acciones que buscan construir estabilidad en el sistema financiero estén haciendo lo opuesto- y que un “colapso del colateral” pueda ser lo próximo que salga mal en los mercados de capitales.
“Hay un potencial para una tormenta perfecta” advierte Peter Axilrod, director ejecutivo de The Depository Trust & Clearing Corporation, un proveedor estadounidense de servicios de trading administrativos.
Manmohan Singh, un experto en colateral del FMI, dijo: “la demanda ha aumentado - y la oferta, contraído- a tal magnitud que es probable que haya consecuencias. Pero hay tanto que no se conoce que es difícil decir lo que va a pasar”.
Un colapso de las garantías golpearía a las economías al restringir el crédito bancario a los consumidores y empresas. Esto debilitaría las perspectivas de crecimiento, que ya se ven funestas en la mayor parte de Europa. “El riesgo es de un cambio repentino en la percepción de lo que son los activos seguros” dijo Matt King estratega de Citigroup. “El peligro es que, igual que luego de que Lehman Brothers colapsara en septiembre de 2008, todo el mundo tira del cable al mismo tiempo y los bancos no logran tener la liquidez que necesitan porque no tienen el colateral”.
Insinuando una preocupación oficial, Andrew Haldane, director ejecutivo de estabilidad financiera del Banco de Inglaterra, ha advertido que habrá una carrera armamentista hacia una mayor carga o inmovilización de activos seguros. “A altos niveles de inmovilización, el sistema financiero como un todo podría volverse incluso más peligroso”, dijo en un discurso este año.
El uso de colaterales es inherentemente “pro-cíclico”: amplifica los ciclos económicos o financieros. En tiempos buenos los estándares se relajan, haciendo que los préstamos sean más fáciles pero aumentando el riesgo a una brusca corrección cuando haya momentos difíciles y se requiera más colateral.
Las regulaciones globales pueden haber complicado más el problema. Primero, se le pide a los bancos acumular activos de mejor calidad. Como parte de Basilea III, a partir de 2015 los bancos van a tener que tener suficientes activos fáciles de vender para protegerse contra una crisis de mercado. La Autoridad Bancaria Europea, el mayor regulador del continente, dijo recientemente que los mayores bancos de Europa sólo tenían 72% de los activos necesarios.
Segundo, los gobiernos quieren asegurarse de que los contribuyentes no paguen la cuenta la próxima vez que un banco falle. En cambio, los inversionistas que le prestan a los bancos deben ser pagados, tomando las pérdidas como obligación.
No es de sorprender que los inversionistas son más amables al pedir colaterales que pueden vender ante la eventualidad de un colapso. “Si vas a parar de salvar bancos y hacer que los acreedores sufran el daño, ahí una consecuencia natural está arribando en bases más solidas y una mayor demanda de colaterales”, dijo James Longsdon, un analista de bancos de la agencia de calificación Fitch.
Tercero, el grupo de las 20 economías líderes está presionando para que muchos más productos financieros sean comprados y vendidos en un lugar transparente de intercambio en vez de en acuerdos privados. La meta es evitar una repetición del caos en los mercados financieros tras el colapso de Lehman.
Calcular el impacto total de las medidas regulatorias es difícil. De acuerdo a una opinión, el sistema financiero global no está a punto de quedarse sin garantías. El FMI estima que hay aproximadamente US$75 billones en activos seguros incluyendo bonos de alta calidad corporativos o de gobierno. Pero la mayor parte de estos activos no está disponible para su uso como garantía. Están atados a reservas de otros países o a nombre de fondos de pensiones o seguros.
Las presiones por el suministro de garantías ya son claras en Europa. Irlanda se vio forzada a aceptar ayuda internacional en 2010 luego que sus bancos, debilitados por el estallido de una burbuja inmobiliaria se quedaran sin colateral aceptable. Los bancos en Grecia y España se han visto en una situación similar. La banca europea no está vulnerable sólo por la crisis de deuda de la región. Suelen prestar más dinero del que reciben como depósito, haciéndola dependiente de financiamiento de mercados de capitales para cerrar la brecha. Eso requiere colateral a cambio.
Sin embargo, los expertos no están de acuerdo respecto de si tales restricciones se conviertan en un problema global, dado que hay lecciones aprendidas de la crisis.
“La característica pro-cíclica del colateral es ciertamente algo de lo que los mercados están conscientes”, plantea John Rivett, quien administra US$650 mil millones de colateral en nombre de clientes en JPMorgan. “Hay mucha más conciencia acerca del criterio de elegibilidad y “recortes” (descuentos sobre las valorizaciones). Estas cosas se ajustan diariamente”.
COPY RIGHT FINANCIAL TIMES
© The Financial Times Ltd, 2011.
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