Todd Stern sobre COP 21: "Estamos en búsqueda de un acuerdo que sea ambicioso, eficaz, justo y durable"




Desde 2009 Todd Stern trabaja como enviado especial del Departamento de Estado de EEUU para el Cambio Climático. Sin embargo, en su trayectoria ha sido asesor presidencial a cargo del desarrollo de políticas en áreas domésticas, económicas y de seguridad nacional, así como de temas especiales. Pero, uno de los roles más importantes, respecto a desarrollo sustentable, fue cuando ejerció como negociador principal de la Casa Blanca sobre cambio climático en las tratativas del Protocolo de Kioto. A menos de una semana de la COP 21, Stern dio una conferencia simultánea con más de 30 países donde contó qué esperan del encuentro en París y cómo Estados Unidos está cambiando la forma de hacer negocios en pos de un mejor futuro para el planeta.

¿Qué expectativas tiene con la COP 21?

Estamos en búsqueda de un acuerdo que sea ambicioso, eficaz, justo y durable; que acelere la transición que todos necesitamos para  llegar a la energía limpia, baja emisión de carbono, economía resiliente para todo el mundo. Ésta es una de las características realmente críticas de este acuerdo, en que todo el mundo está involucrado. Creo que también es muy importante que es un acuerdo que envía una señal -al público, a la sociedad civil, al sector privado-, de que los líderes del mundo han tomado este tema,  que nos estamos moviendo hacia adelante y que ya no hay vuelta atrás.

¿Cuáles son los temas críticos?

Necesitamos una fuerte mitigación (esfuerzo para reducir las emisiones) y una transparencia que sea excelente. Es importante que los países y observadores puedan ver lo que todos están haciendo. Estamos enfrentándonos al gran riesgo de los efectos del cambio climático, incluso los países que son desarrollados. Por ejemplo, en Estados Unidos basta con mirar al huracán Sandy y la sequía que estamos padeciendo y muchas otras cosas. Todos los países tienen un reto de adaptación y este acuerdo significa mejorar y aumentar el enfoque en la adaptación.

Usted estuvo en las negociaciones de Kioto, así mismo  ha insistido que París no es Kioto. ¿Qué piensa  que podría ser útil para  que no se repita la historia?

Bueno, al decir que no se trata de Kioto, me refiero a que todos los países están siendo parte de esto. ¿Cuál fue una característica distintiva del Protocolo de Kioto? Es que todas las nuevas obligaciones sólo estaban dirigidas a los países desarrollados, por lo que fue realmente un acuerdo para los países desarrollados, dejando a los países en vías de desarrollo al margen. Eso ya no funciona. Una vez más, hemos sido uno de los líderes en la elaboración de una estructura para este acuerdo que se basa en un enfoque de abajo hacia arriba, donde todos los países aportan y se comprometen con lo que puede hacer sobre una base racional determinada. Eso es lo que es importante y entre todos los países en el juego. Así que en ese sentido, no es Kioto. Éste es un acuerdo donde todos los países van a participar, pero lo van a hacer de una manera que sea justa para ellos y justo para todos.

A pesar de las altas emisiones de China, ésta  es vista como un país en vías de desarrollo en el contexto de negociaciones climáticas. ¿Qué pasa con ello?

Ahora tenemos una situación donde entre el 60% y 65% de las emisiones globales vienen de los países en vías de desarrollo. Eso no es malo, es algo bueno. Lo que eso significa es que  estos países se están desarrollando y no hay nada malo con ello. Pero lo que quiere decir es que no puedes resolver el cambio climático a costas del 30%-35%  de emisiones que representan los países desarrollados.

La mayoría de los países han presentado planes que cubren diez años, mientras que EEUU solo cubre cinco.¿Por qué ocurre esto?

Nuestro punto de vista era que un objetivo menor, de cinco años en lugar de diez, realmente genera la ambición de mejorar, aumenta  el vigor o la fuerza de las reducciones que somos capaces de hacer. Nuestro cálculo es que en cinco años a partir de ahora, podremos plantear un objetivo para 2030 mucho más fuerte de lo que podríamos hacer si tratábamos conjeturas sobre lo que es un objetivo para 2030  hoy. Así que pensamos que proponer una meta para 2025 -de 10 años a partir de ahora, pero sería cinco años dentro del contexto del acuerdo llevar a partir de 2020 a 2025- podría mejorar la ambición.

¿Qué sucede después del acuerdo, suponiendo que se alcance?, ¿cuáles son las tareas siguientes para usted, su oficina y Estados Unidos en términos más generales? 

Hay una serie de pasos que deben seguir al acuerdo. En primer lugar, respecto a los elementos del acuerdo, habrá muchas situaciones donde nos incluyen en el texto del acuerdo propiamente dicho un párrafo o dos sobre un tema en particular donde luego tendrá que ser más directrices elaborado y desarrollado que el próximo año.

La mayoría de los países involucrados en la COP 21 ha publicado datos sobre sus emisiones y sus promesas para reducirlas. Sin embargo, ¿qué es lo que pasa con la verificación?

Esto está muy involucrado con la transparencia que hoy es vista como MRV (Medible, Reportable y Verificable) que es la verificación de los informes e incluye, en primera instancia, que los países hagan buenos inventarios. Ha habido conversaciones en ese sentido. Hay países que ya lo están haciendo y otros que no. Tenemos que encaminar a las naciones a que participen de esas actividades, pues es ideterminante que se entienda la importancia de medir las emisiones. También está el componente de que se establezca en los informe los objetivos establecidos y el progreso conseguido.

Hay sectores que insisten en que el acuerdo de París debe ser jurídicamente vinculante, posición que no es aceptada por los Estados Unidos. ¿Cómo puede resolverse este conflicto? 

Estados Unidos ha favorecido un acercamiento que fue primero presentado en una propuesta de Nueva Zelanda  uno o dos años atrás, que es esencialmente una especie de híbrido en que muchas de las disposiciones del acuerdo sean legalmente vinculante y algunas no las serán. Por ejemplo, las disposiciones que se aplican fundamentalmente a la rendición de cuentas del acuerdo, la transparencia del acuerdo, rendición de cuentas, precisamente por los objetivos que pones adelante, por lo que dices que vas a hacer, así como diversos elementos de proceso y diversas normas que se aplicarían a cómo cuenta las emisiones y cosas así.

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