Zuma renuncia a Presidencia de Sudáfrica y profundiza la crisis en partido oficialista
"He tomado la decisión de renunciar como Presidente de la República con efecto inmediato". Con estas palabras, el ahora ex mandatario sudafricano, Jacob Zuma, terminó con los rumores respecto de su salida oficial del Gobierno.
De esta forma el político de 75 años, y que además ejerció la presidencia de su partido, el Congreso Nacional Africano (ANC), puso fin a ocho años al mando de su país.
Jacob Zuma enfrentaba duros cuestionamientos a su gestión, debido a que parte de su círculo más cercano fue vinculado a un caso de corrupción.
La policía confirmó realizar allanamientos en medio de una investigación de tráfico de influencias, diligencias que a la vez, forman parte de un caso mayor en que estaría vinculado directamente el ex mandatario.
LAS HORAS PREVIAS
Durante la jornada del miércoles, Jacob Zuma, cedió una entrevista al canal estatal, SABC, donde se defendió de las acusaciones y señaló que "no hay nada que haya hecho mal". Incluso calificó su situación como "injusta".
Tras las declaraciones, su propio partido anunció que presentaría una moción en el Parlamento para poder destituirlo.
Con el correr de las horas el nivel de presión fue en ascenso. De esta forma, el equipo de comunicaciones del Gobierno anunciaba un discurso en cadena nacional, que comenzó con varios minutos de retraso.
Sonriendo y en tono relajado con la prensa, Jacob Zuma se dirigió a los sudafricanos repasando parte de su carrera política, que incluyó sus logros como presidente del partido y luego como máxima autoridad de la nación.
En ese contexto destacó sus esfuerzos por construir un país "no racista, no sexista y democrático", además de asegurar que "serví a la gente de Sudáfrica con lo mejor de mis habilidades".
Continuó su discurso agradeciendo a quienes considera los "otros brazos del Estado" por el trabajo cumplido. Entre ellos mencionó a los partidos políticos del Parlamento por hacer más fuerte la democracia y también a los líderes religiosos.
Pese a decir que no temía a la moción que inminentemente iba a presentar su propio partido para destituirlo, fue enfático en señalar que "el Congreso Nacional Africano nunca debería dividirse por mi culpa", con el consecuente anuncio de la dimisión indeclinable.
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De ahí en adelante su vocalización se volvió más sentimental, incluso hasta las lágrimas para cerrar el ciclo en medio de una grave crisis.
Tras su discurso, la secretaria General del partido, Jessie Duarte, agradeció el trabajo de Zuma e indicó que "esperamos y creemos que va a seguir trabajando por el Congreso Nacional Africano".
Para Paul Sullivan, economista de la Universidad de Georgetown, "Sudáfrica tiene muchos problemas económicos y sociales, como el alto desempleo y el subempleo, la alta criminalidad en algunas áreas, el estrés hídrico y de otros recursos, la gran pobreza y la desigualdad y muchas tensiones sociales". Por eso, el académico cree que en medio del conflicto "algunas oportunidades de inversión podrían sufrir".
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Con Zuma oficialmente fuera del Gobierno, será Cyril Ramaphosa, quien ejercerá la presidencia en forma interina. El político, actual líder del Congreso Nacional Africano, tiene una larga trayectoria en el partido, y también, como empresario.
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