Inédito proyecto en la Región Metropolitana muestra qué sucede hoy con la salud mental de los jóvenes

Inédito proyecto en la Región Metropolitana muestra qué sucede hoy con la salud mental de los jóvenes
Inédito proyecto en la Región Metropolitana muestra qué sucede hoy con la salud mental de los jóvenes

El diagnóstico regional revela datos clave sobre el bienestar de las juventudes y plantea urgentes desafíos para el futuro.


En el marco del proyecto Red Ciudad Joven, una iniciativa de Vinculación con el Medio de la Universidad San Sebastián (USS) en conjunto con el Gobierno Regional Metropolitano de Santiago, se realizó un inédito diagnóstico de las 52 comunas de la RM, identificando brechas y oportunidades en materia juvenil.

El resultado fue un completo estudio que abordó temas como educación, empleo, participación y salud, y que servirá como base para una futura política nacional de juventud. Una de las dimensiones más urgentes del informe es: la salud mental de las juventudes, donde se revela quiénes están recibiendo algún tipo de apoyo psicológico, y que existen profundas desigualdades territoriales en el acceso a este tipo de atención.

Gran proyecto en la Región Metropolitana muestra qué sucede hoy con la salud mental de la juventud

Con el objetivo de diagnosticar las condiciones en que viven los jóvenes de la Región Metropolitana y generar soluciones concretas a sus principales problemáticas, nació el proyecto Red Ciudad Joven. Durante 10 meses, el equipo trabajó con los 52 municipios de la región para identificar brechas, fortalecer capacidades locales y sentar las bases de una futura política regional de juventud. “Este proyecto nace de una preocupación por la falta de institucionalidad, políticas públicas y programas dirigidos a las juventudes”, explica Carolina Alid, directora ejecutiva del programa.

El proyecto se estructuró en tres grandes componentes: un diagnóstico territorial, un diplomado de liderazgo juvenil para funcionarios municipales, y la construcción de hojas de ruta personalizadas para cada comuna. Todo esto con el propósito de avanzar hacia un modelo de gestión local más preparado para abordar las necesidades específicas de los jóvenes.

“Queremos que los municipios cuenten con herramientas reales para enfrentar los desafíos de las juventudes desde sus propios territorios”, afirma Alid. El trabajo combinó evidencia empírica, asesoría técnica y acompañamiento permanente, incluyendo dimensiones como educación, empleo, participación cívica y salud.

Una de las áreas más críticas detectadas fue la salud mental. El estudio reveló que solo un 14,3% de los jóvenes de la región está recibiendo tratamiento psicológico, a pesar de que un alto porcentaje presenta síntomas de ansiedad o depresión.

Estas cifras superan el promedio nacional, que llega al 11,9%, y muestran una necesidad evidente de políticas públicas con enfoque preventivo y territorial.

Además, el 11,8% declaró haber tenido pensamientos de hacerse daño, una cifra alarmante que plantea desafíos urgentes.

Estos contrastes reflejan no solo diferencias en el acceso a servicios, sino también en la presencia o ausencia de áreas juveniles municipales fortalecidas.

Grandes brechas entre comunas

El diagnóstico del proyecto evidenció marcadas desigualdades territoriales en el acceso a tratamiento de salud mental entre jóvenes de la Región Metropolitana. Mientras en comunas como Providencia y Vitacura más del 40% de los y las jóvenes está recibiendo algún tipo de ayuda psicológica, en sectores como El Bosque o La Granja la cifra no alcanza el 10%.

Estas diferencias no solo reflejan brechas de infraestructura y recursos, sino también una limitada capacidad institucional para abordar las demandas juveniles. “Los recursos y la focalización municipal son muy dispares, por eso se requieren políticas públicas articuladas desde el nivel central y regional”, afirma Ray Gallegos, líder del programa.

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Foto referencial terapia de salud mental.

Para dimensionar estas diferencias, el equipo desarrolló dos herramientas clave: el Índice de Priorización Juvenil (IPJ), que considera variables socioeconómicas, educativas y de salud; y el Índice de Institucionalidad Municipal Juvenil (IIMJ), que mide la presencia, formalidad y capacidad de las oficinas municipales dedicadas a juventud.

“Ambos índices permiten agrupar municipios con características similares y serán claves para diseñar planes de acción que prioricen recursos según las necesidades reales”, agrega Gallegos, director nacional de Vinculación con el Medio de la Facultad de Ingeniería USS.

Estos instrumentos quedan ahora disponibles para los gobiernos locales y servicios públicos como guía para futuras decisiones.

El proceso de construcción del diagnóstico también supuso importantes desafíos metodológicos. Muchos municipios carecen de áreas específicas para juventudes, lo que dificultó el levantamiento de información. Para abordarlo, se diseñó un autodiagnóstico municipal y se desplegaron estudiantes de la USS por las 52 comunas para entrevistar a funcionarios responsables.

Aquello permitió levantar datos estandarizados y categorizar a los municipios según su nivel de formalización institucional. “Definimos con ellos los ejes de conocimiento que necesitan para realmente impactar en las juventudes de sus territorios”, explica Gallegos.

Más allá de las cifras, el proyecto dejó lecciones profundas sobre la necesidad de avanzar hacia una equidad territorial real. “En salud mental detectamos falta de información comunal y escasa representación juvenil en los datos disponibles. Esto plantea desafíos urgentes para ampliar la cobertura y diseñar políticas pertinentes”, advierte Alid.

El diagnóstico dejó en evidencia no solo brechas en servicios, sino también en datos, capacidades locales y planificación, elementos fundamentales para enfrentar de forma eficaz las problemáticas que afectan a los jóvenes.

Un futuro con más análisis

En la próxima etapa del proyecto, denominada Inicia y Acompaña, se implementarán planes estratégicos en cada comuna, incorporando estos hallazgos como base para la acción local.

Con los datos ya levantados, el proyecto Red Ciudad Joven entra en una nueva etapa centrada en la acción concreta. A partir del diagnóstico, se están construyendo hojas de ruta y planes operativos personalizados para cada una de las 52 comunas de la RM, con el objetivo de guiar a los municipios en la implementación de programas enfocados en juventudes. “Este estudio no se queda solo en la observación, sino que activa procesos de capacitación, acompañamiento y vinculación con los territorios”, destaca Alid.

Una de las herramientas creadas a partir de este trabajo es el Diplomado en Liderazgo para la Gestión Sostenible de Juventudes, impartido por la USS, que busca fortalecer las capacidades de los equipos municipales.

El programa aborda temas clave como salud mental, empleabilidad, inclusión y gestión de proyectos, alineándose con los principales desafíos identificados en el informe. Además, el proyecto promueve la creación de convenios de colaboración con organizaciones de la sociedad civil, fomentando la participación juvenil desde los propios territorios.

Mirando hacia adelante, el equipo espera que este modelo se replique a nivel nacional. “Red Ciudad Joven es pionero y puede ser la base para impulsar políticas públicas reales para juventudes en todo el país”, afirma Gallegos. Con una mirada descentralizada y basada en evidencia, el proyecto abre la puerta a una gestión más equitativa y comprometida con el bienestar de los jóvenes, especialmente en temas tan urgentes como la salud mental.

proyecto Red Joven USS

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