Elisa Walker (DC): “Un rol prioritario del Estado se puede hacer en colaboración con el mundo privado”

Elisa Walker

La abogada afirma que el Estado cumple un papel fundamental en el bienestar de las personas, pero que hay que exigir también eficiencia y responsabilidad fiscal. Experta en temas de género sostiene que la nueva Constitución debe prohibir la discriminación de la mujer.


Pese a que viene de una familia que lleva años haciendo política, por primera vez, Elisa Walker (DC) dio el paso. Y lo hizo para postular como candidata por el distrito 11, que agrupa las comunas de La Reina, Las Condes, Lo Barnechea, Peñalolén y, donde vive, Vitacura.

Ha dicho que se postula para defender los derechos de las mujeres. ¿Qué derechos no pueden faltar?

Son varias las motivaciones. Son los derechos de las mujeres porque es lo que llevo trabajando hace años, entonces es lo que más manejo... conozco las carencias, pero también las ganas de colaborar para dar respuesta al justo reclamo de desigualdad que se manifestó en el estallido social. Sobre las mujeres hay muchas formas de abordarlo, primero, entender cuál es el rol del Estado y cómo se conforma la sociedad. O sea, si hay algo que es propio de los movimientos feministas es entender que aquí no estamos cada uno corriendo solos por la vida para llegar a una meta sino que vivimos acompañándonos en un proceso, un proceso más de colaboración que de una dinámica individual. Eso tiene que estar en la nueva Constitución.

¿Y en términos de derechos?

Hay que abordar el tema de igualdad de derechos entre hombres y mujeres, la Constitución lo dice en la actualidad, que hombres y mujeres son iguales ante la ley, pero eso no es suficiente. Eso tiene que ser complementado, en la nueva Constitución debe haber una prohibición de discriminación hacia la mujer. Y, por otro lado, también establecer la obligación del Estado de promover medidas de acción afirmativas para equiparar a las mujeres. Además, es importante establecer en la Constitución, como una orientación para el diseño de las políticas públicas, que se valore el trabajo no remunerado y de cuidados.

¿Ve viable en un país como Chile una Constitución feminista?

Somos un referente internacional por tener un proceso paritario y eso da cuenta que hay una conciencia de la importancia de respetar y promover el desarrollo de las mujeres. Tengo la convicción de que van a incorporarse materias en favor de las mujeres, porque el mismo proceso es reflejo de aquello. Por ejemplo, yo he estado promoviendo la incorporación en la Constitución de una Corte Suprema paritaria y he encontrado apoyos muy transversales.

Ante la dispersión opositora, ya hay quienes dicen que la derecha va a lograr el tercio y, por tanto, tendrá poder de veto. ¿Le preocupa?

Todos los que participemos en este proceso tenemos que responder a las expectativas construidas detrás de este 80% que dijo ‘queremos una nueva Constitución’. Entonces, el que cree que este proceso se hace con bloqueos no está entendiendo la importancia del momento político.

En ese sentido, ¿qué rol debería tener la DC en la convención?

Un rol fundamental porque es el espacio de la centroizquierda que justamente permite construir puentes. Estoy convencida que la DC cumple un rol fundamental para asegurar transversalidad.

Se lo pregunto porque hay sectores de la oposición que permanentemente cuestionan el rol que ha jugado la DC, por ejemplo, al inicio de este gobierno.

Lo que hemos visto de la DC en relación a este proceso constituyente es una disposición de apertura, entendiendo que su domicilio es la centroizquierda y ese es el espíritu que creo se va a proyectar en la nueva Constitución.

¿Qué rol debería tener el Estado en la nueva Constitución?

Con la creación de este principio de subsidiariedad lo que se hizo fue romper con una tradición republicana que entendía que el Estado tenía que tener un rol prioritario para asegurar ciertos servicios básicos de bienestar para las personas. Esta Constitución lo que hizo fue más bien prescindir del Estado cuando la pandemia en especial nos ha demostrado que sin Estado no hay bienestar. Y quienes creemos que el Estado cumple un rol fundamental también tenemos que exigirle al Estado un buen servicio, que funcione con eficacia, eficiencia y con responsabilidad fiscal.

¿Y eso dónde deja al mundo privado?

A veces se plantea el fortalecimiento del Estado como una falsa paradoja: que si tú tienes más Estado entonces desaparecen los privados y esto estatiza las funciones públicas. Eso no tiene porqué ser así. Un rol prioritario del Estado se puede hacer en colaboración con el mundo privado, pero entendiendo que cuando hablas de educación, cuando hablas de salud, cuando hablas de pensiones no impera la lógica del mercado.

¿Es partidaria de moderar el presidencialismo?

Hay un diagnóstico bastante consensuado, de que hay que cambiar este hiperpresidencialismo. Apoyo la idea del semipresidencialismo, que lo que busca es establecer un régimen que promueva colaboración entre gobierno y Congreso Nacional. Y que tenga mayor flexibilidad, tener, por ejemplo, la posibilidad de que el presidente o presidenta de la República pueda por una vez llamar a hacer una nueva elección parlamentaria cuando se produzca una disociación completa con el Congreso, pero que también el Congreso pueda tener votos de censura en relación a la presidencia.

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