Mariana Aylwin (Independiente): “Cualquier derecho para un mejor bienestar pasa porque en el país haya gobernabilidad”
La exministra asegura que para eso también debe haber legitimidad en las instituciones. Además, sostiene que el Estado no debe tener la exclusividad en la provisión de servicios y bienes públicos.
“Siento afinidad con algunos candidatos de la centroizquierda y otros de la centroderecha”, dice la exministra de Educación y hoy candidata a la convención constitucional, Mariana Aylwin. Según cuenta la líder de Progresismo con Progreso si logra ganar un escaño su rol será “generar diálogo” y acercar posiciones entre los distintos sectores políticos. “En la convención puede armarse un abanico amplio con personas que valoran la democracia”, cuenta.
¿Cuál será su principal propuesta?
Mi decisión de participar tiene que ver con contribuir a generar diálogo y a lograr una conversación dentro de la convención constitucional que permita llegar a acuerdos lo más amplios posibles y resolver las diferencias sin que terminemos divididos entre amigos y enemigos.
¿Qué cambiaría de la Constitución?
El tema esencial tiene que ver con el fortalecimiento de la democracia y la legitimidad de las instituciones. Cualquier derecho para un mejor bienestar de la ciudadanía y para más justicia pasa porque en el país haya gobernabilidad y que las instituciones tengan legitimidad. Y eso significa distribuir mejor el poder.
¿Y qué se debe mantener?
Hay muchos elementos que debieran mantenerse. Hay una tradición constitucional en Chile que no la podemos desconocer. No veo por qué vamos a cambiar la forma en que se ejercen los derechos políticos. Los derechos de las personas se podrán agregar, perfeccionar, pero esta idea de la hoja en blanco es absurda. Hay que mantener el Tribunal Constitucional, se podrá modificar pero hay que mantenerlo; la autonomía del Banco Central; la iniciativa de gasto del Presidente de la República.
En términos de, por ejemplo, la subsidiaridad. ¿Qué piensa de eso?
Probablemente hay que redefinir el rol del Estado, pero lo que establece también puede entenderse de una manera distinta. La participación de la sociedad civil o del sector privado y del Estado, debiera ser en un rol colaborativo. No creo en un sistema en que el Estado tenga la exclusividad de la provisión de servicios. El Estado debe garantizar que esos servicios se hagan bien y también puede proveerlos, pero la participación del sector privado es fundamental. El sector privado tiene que tener un sentido público cuando provee bienes públicos.
¿Se debe mantener, entonces?
Uno puede entender la subsidiaridad como la colaboración público-privada en la provisión de bienes que son importantes para el país, no veo por qué, por ejemplo, los privados tendrían que salir de la educación y que sólo fuera estatal. El Estado no tiene todos los recursos ni todas las competencias para poder garantizar ese bien a toda la sociedad.
¿El privado debe cumplir con un rol social y tener mayor fiscalización?
De todas maneras. El Estado tiene que tener un rol regulador importante y estratégico en términos de orientar las políticas, ejercer liderazgo, pero no necesariamente de proveedor de todos los bienes públicos.
Uno de los punto más hablados es el presidencialismo. ¿Se debe cambiar el régimen?
No creo en un régimen parlamentario en Chile. Sí creo que tienen que haber un mayor equilibrio entre el poder presidencial y el Legislativo. En el fondo aquí tenemos un problema de gobernabilidad cuando el poder Ejecutivo no tiene mayorías en el Congreso, le cuesta mucho gobernar y, por lo tanto, hay reformas que hay que hacer como al sistema electoral. El que tenemos hoy y el que teníamos antes le quitaba poder al Congreso y genera una dispersión enorme en el poder legislativo. Los gobiernos no son capaces de constituir mayorías y el Congreso nacional tampoco es capaz de dar gobernabilidad al país.
¿Qué sistema electoral resolvería eso?
Hay que tener un sistema que permita la formación de mayorías. Ese sistema es básicamente uninominal, en el fondo, es dividir en territorios más pequeños para elegir parlamentarios y elegir solo uno, la mayoría.
¿Congreso unicameral?
Nuestra tradición es con bicameral y el Senado tiene un rol, pero estoy abierta a discutirlo.
¿Cree que tendrá más puntos de encuentro en la convención con la oposición o con Chile Vamos?
Hay una gran variedad y siento afinidad con algunos candidatos de la centroizquierda y otros de la centroderecha. Tengo la impresión que en la convención puede armarse un abanico amplio con personas que valoran la democracia y sus vías para resolver los conflictos. Y eso va desde la izquierda hasta la derecha. Me siento muy lejos de quienes quieren imponer sus ideas con amenazas y también de quienes no quieren cambiar nada. Entre medio hay una gama enorme de personas que podemos conversar y llegar a acuerdos.
¿Cómo ve la discusión sobre el reglamento?
Es algo fundamental. Lo peor que nos podría pasar es pasarnos varios meses discutiendo el reglamento. En esa discusión no podemos volver a discutir lo que ya se zanjó en la elección del 25 de octubre, porque ahí se votó una reforma constitucional que aprobó un quórum de 2/3.
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