Filipinas: piden más explicaciones a RR.EE.
Se ha convertido en un dolor de cabeza para la Cancillería y ya se habla del primer traspié del recién nombrado canciller, Teodoro Ribera.
Se trata de la abstención de Chile en la votación del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDH) sobre una resolución en contra de los excesos que ha cometido el gobierno de Filipinas, presidido por Rodrigo Duterte, en medio de su guerra contra el narcotráfico.
A los cuestionamientos de los parlamentarios de oposición se suma el Foro Permanente de Política Exterior. El grupo, creado en marzo de este año, lo integran senadores, diputados, exembajadores y dirigentes de partidos de la centroizquierda, entre ellos, el exministro Juan Gabriel Valdés, los senadores PS José Miguel Insulza e Isabel Allende o los diputados del Frente Amplio, Gabriel Boric, de Convergencia Social, y Pablo Vidal, de RD .
El foro emitió una declaración en la que aseguran que la decisión del gobierno es un acto que "confunde y envía señales contradictorias a la comunidad de naciones si el mismo gobierno que ha venido exigiendo un informe de la alta comisionada de DD.HH. de Naciones Unidas sobre violaciones graves en Venezuela ahora se abstiene en una resolución que solicita preparar un informe comprehensivo sobre la situación de los derechos humanos en Filipinas para ser presentado en el año 2020 en la 44 sesión del CDH".
En el texto, además, señalan que "Chile, con su accionar, ha debilitado al consejo, le ha propinado un golpe a nuestra imagen de país comprometido con sus valores en la lucha por la promoción y la protección de los derechos humanos".
Esta semana, desde el gobierno, la subsecretaria de RR.EE., Carolina Valdivia, explicó las razones por las cuales Chile decidió abstenerse -al igual como lo hicieron Brasil, Congo, Japón, Pakistán, Nigeria, entre otros países-, entre ellas, que se tomó en consideración la postura de los países que son socios estratégicos de Filipinas, poniendo como ejemplo el caso de Japón.
En ese sentido, sostuvo que países asiáticos de la región -que votaron en contra o que se abstuvieron- argumentan su postura sosteniendo que Filipinas es un gobierno democráticamente electo. Y que, esos mismos países, dicen que pese al contexto de la "guerra contra las drogas" que lidera Filipinas, ha tenido avances en materia de derechos humanos, por ejemplo, la promulgación de la ley de defensores de DD.HH., y a través de casos que se han llevado al Poder Judicial.
También manifestó que "no es un voto en contra, no es un rechazo, es una posición de cautela; veamos qué es lo que pasa en este tiempo y veamos el próximo año qué es lo que pasa para decidir una posición".
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