Los días olvidados de Guaidó en Chile
El presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, visitó Santiago y Valparaíso en mayo de 2013, en uno de sus primeros intentos en el extranjero para denunciar al régimen de Nicolás Maduro. Pero casi nadie recuerda su paso por Chile, que incluyó una exposición en la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, conversaciones informales y numerosas citas fallidas con los entonces candidatos presidenciales. Esta es la historia.
Tres horas y media estuvo deambulando por el Congreso en Valparaíso. Caminó por los pasillos de la Cámara de Diputados y del Senado, buscando -la mayoría de las veces sin éxito- la mirada de algún parlamentario que se interesara en hablar con él, mientras en sus manos llevaba un informe que había preparado días antes para denunciar las irregularidades de la elección presidencial que llevó por primera vez a Nicolás Maduro a la presidencia de Venezuela.
Era el martes 14 de mayo de 2013. Tenía sólo 29 años y Chile era el primer país que el entonces diputado suplente por la Asamblea Nacional, Juan Gerardo Guaidó, visitaba en busca de ayuda para Venezuela.
Por esos días -tras el fallecimiento de Hugo Chávez-, Maduro asumía el poder por seis años, y Guaidó, junto al coordinador internacional de su partido Voluntad Popular, Manuel Avendaño, fueron los escogidos para iniciar una gira internacional por América del Sur que denunciara las irregularidades de esos comicios.
Los destinos fueron tres: Chile, Perú y Argentina. El objetivo solo uno: sumar apoyos a favor de la oposición venezolana.
Pero en Chile no tuvieron suerte.
La venezolana y coordinadora nacional de Voluntad Popular Capítulo Chile, Mary Montesinos, fue la encargada de organizar la agenda de sus compatriotas en Santiago y Valparaíso. Estuvo semanas enviando correos electrónicos, intentando conseguir alguna reunión con distintas figuras políticas, pero la respuesta siempre era la misma: no hay espacio en la agenda.
En Valparaíso el balance fue modesto. Guaidó y Avendaño solo fueron recibidos por la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, presidida -en ese entonces- por el diputado DC Gabriel Ascencio. Lo demás quedó al azar. Una breve reunión improvisada, una conversación informal de pasillo, un fallido intento por hablar con un parlamentario o un simple saludo protocolar.
"En ese momento nos encontramos con el expresidente -senador en esa época- don Eduardo Frei, con Patricio Walker, con la senadora Isabel Allende", señaló a Reportajes Avendaño. "El Partido Socialista estaba bien renuente a dar una declaración en contra de Maduro. Me acuerdo que la senadora Allende fue cortés con nosotros, pero no nos dijo nada bueno ni nada malo. En ese momento los socialistas no estaban en la línea de criticar a Maduro y varios daban las elecciones de Venezuela como legales. También nos acercamos al presidente del PC, don Guillermo Teillier, que estaba en la comisión de Relaciones Exteriores, y aunque fue cortés con nosotros tampoco nos dijo nada", afirmó.
Hoy, a casi seis años de la visita del presidente "encargado" de Venezuela, varios parlamentarios de la época señalaron no recordar el paso de Guaidó por Chile, y algunos, que incluso conversaron con él en esa oportunidad, se sorprendieron al advertir que el joven diputado con el que habían coincidido en el Congreso es quien ahora desafía a Maduro y su gobierno.
"Nadie sospechó que se convertiría en la figura que es hoy. Para mí, la exposición que hizo fue muy convincente y, nos dio fuerza para seguir intentado buscar apoyos en contra del régimen de Maduro", afirmó el entonces diputado José Manuel "Rojo" Edwards (ex RN), miembro de la comisión de RR.EE. Una exposición en la que -según consta en la acta de la sesión ordinaria 98°- Guaidó aseguró que el proceso electoral no cumplió con "las garantías y criterios internacionales que garantizan elecciones libres, justas y democráticas". El diputado venezolano, además, dejó en la secretaría de la comisión una serie de documentos que reforzaban sus dichos.
Un paseo por La Moneda
Faltaban 25 minutos para las siete de la tarde cuando el domingo 12 de mayo de 2013, Guaidó despegó en el vuelo que lo trajo desde Caracas rumbo a Chile.
Símbolo de la juventud venezolana y de los estudiantes universitarios que luchaban contra el régimen de Chávez, el ahora presidente "encargado" de Venezuela emprendió un viaje de más de doce horas y -ya la madrugada del lunes 13- se dirigió junto a Avendaño hasta el Hotel Fundador, en el centro de Santiago, donde alojaron por dos noches.
Deseosos de conocer la ciudad y con una agenda más desocupada de la que tendrían los días siguientes, ambos representantes venezolanos aprovecharon de recorrer el paseo Ahumada y pasearon por los exteriores del Palacio de La Moneda.
Junto a ellos estaba Montesinos, quien tras diez años residiendo en Chile se movía con agilidad por la ciudad. Fue ella misma quien quiso sorprenderlos con uno de los atractivos de la época y los llevó a comer al restaurante Santa Brasa del recién estrenado Costanera Center.
Luego se trasladaron hasta la casa del líder de Acción Democrática, José Noguera, en El Golf, donde se reunieron con la Mesa de la Unidad de Chile, un conjunto de partidos políticos de Venezuela que se oponen formalmente a Maduro.
El rechazo de la centroizquierda
No había sido fácil llevar a la oposición venezolana hasta el Congreso, pero conseguir una reunión con líderes de la centroizquierda chilena fue casi imposible para Montesinos.
En la antesala de la elección de primarias presidenciales de 2013, Guaidó y Avendaño solicitaron entrevistas con los precandidatos Michelle Bachelet, Andrés Velasco y Claudio Orrego, con quienes se sentían afines ideológicamente.
Sin embargo, todos los esfuerzos fueron en vano. Ninguno los recibió. También se hicieron gestiones para materializar una cita con el expresidente Ricardo Lagos, pero la respuesta fue la misma: no hay espacio en la agenda.
"Nos queríamos reunir con quienes -en ese entonces- sentíamos teníamos menor apoyo, como con el Presidente Ricardo Lagos o con Bachelet, que siempre ha sido importante su pronunciamiento porque no solamente es una líder de la centroizquierda, sino que también es un ícono de los derechos humanos. Se buscaron esas reuniones, no se lograron", dice a Reportajes Montesinos.
La única reunión formal que se llevó a cabo fue con el PPD, colectividad que hasta hoy mantiene coordinación con Voluntad Popular de Chile.
El encargado de atenderlos el lunes 13 de mayo, en la sede del partido, fue el entonces secretario internacional, Michael Marzuqa. "Lo más correcto era recibirlos. En ese entonces el PS se negó, pero nosotros accedimos porque entendimos la importancia de escuchar a todas las voces", afirma Marzuqa, que conversó con ellos por casi una hora. Fue la única reunión política que lograron, en un paso por Chile que terminó el miércoles 15 de mayo, cuando partieron rumbo a Perú, donde hubo más suerte y lograron tener una agenda más nutrida.
Hoy, como presidente "encargado", con ahora 35 años y tal como lo hizo seis años atrás durante su visita a Chile, Guaidó continúa desafiando la continuidad de Maduro. Pero hay matices.
Ahora es el canciller Roberto Ampuero quien busca mantener una constante comunicación con él y el mismo Presidente Sebastián Piñera se preocupó de llamarlo para entregarle directamente su respaldo.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.