Manifiesto de Alfredo Lamadrid, periodista: "En Chile se ha glorificado mucho la juventud. Me gustaría ver más gente de mi edad en televisión"
Saco $ 270.000 de jubilación. Y trabajo desde los 18 años. Es solo para poner un ejemplo, porque hay gente que saca mucho menos. ¿Cómo van a ser justas las pensiones? ¿Es justo que una persona reciba una cantidad de dinero que no le permite vivir?
Soy un agradecido de la vida. Logré cosas en lo profesional y en lo personal que jamás pensé que iba a lograr. Llevo 38 años de matrimonio y formé una linda familia, en la que nos queremos mucho. Soy feliz. A estas alturas no quiero complicarme. La vida es corta y hay que disfrutarla.
Tengo todo planeado: cuando me retire de la televisión, voy a escribir tres libros. Historias de mi vida, Cartas a El Mercurio publicadas y no publicadas, y Humanamente Hablando: Personas y personajes. Me voy a ir a la playa a escribirlos.
No voto hace 10 años. Me parece que hacerlo es validar un sistema que caducó. Acá hubo irregularidades de parlamentarios que usaron plata que no debían y todo eso quedó en nada. Elección tras elección, salen los mismos. Prefiero quedarme al margen. Me dicen que si no voto, no tengo derecho a reclamar. ¿Por qué no voy a tener ese derecho? No votar está en la Constitución.
Hago yoga y juego tenis. En el tenis me defino como un principiante que ha aprendido muy poco. Juego dos veces por semana con un profesor, pero no soy muy bueno. Y en el yoga, estoy retomando. La polola de mi hijo me está haciendo clases los lunes por la mañana. Gozo de buena salud.
Una vez me dejaron una maldición brasileña en mi casa. Invitaba mucha gente, hasta que en un momento nos empezó a ir mal. Tuvimos una racha muy negativa. Un día, mi señora encontró una cruz enredada en alambres en la casa. Era una maldición brasileña. Se la llevamos a un cura y se terminó todo. Nos empezó a ir bien. Ahora solo mis amigos cercanos entran a mi casa.
Cada día mejor es de los últimos bastiones que le quedan a mi generación en la TV. La salud, la delincuencia, la vejez, todos son temas para nosotros. Ese es el rol del programa: promover que nunca es tarde. En Chile se ha glorificado mucho a la juventud. Me gustaría ver más gente de mi edad en televisión.
Vivir la muerte de un ser querido es terrible. Es muy sensible, porque sabes que a esa persona, con la que compartiste tanto, no la vas a ver nunca más. No es fácil, sientes la ausencia. La primera pérdida que tuve fue mi madre y estuve mal mucho tiempo. Después fueron mi suegra, mi suegro y mi hermano. Son cosas que te detienen un poco.
Saco $ 270.000 de jubilación. Y trabajo desde los 18 años. Es solo para poner un ejemplo, porque hay gente que saca mucho menos. ¿Cómo van a ser justas las pensiones? ¿Es justo que una persona reciba una cantidad de dinero que no le permite vivir?
La primera y única vez que fumé marihuana estuve riéndome como dos horas. Estaba fumando con un grupo de personas y de repente me pasan un cigarro. Pregunté qué era y me dijeron: "Fuma nomás". Lo hice dos veces. Nos fuimos y me puse a reír de todo. Al otro día amanecí con dolor de guata de tanto reír.
Cuando joven me creía James Dean. Tuve una época de rebeldía. No quería estudiar, rechazaba el mundo y sentía que todo era injusto. Usaba chaqueta roja de género, jeans Wrangler, botas Bata y una polera blanca.
Me quedan pocos años, lo tengo claro. Cada día queda menos y las cosas se van acabando. Como buen periodista, tengo la curiosidad de saber qué existe más allá de la muerte. En algún momento tendré la posibilidad de descubrirlo. Voy a conocer la última incógnita.R
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