El caluroso verano de la cancillería
Diversos problemas han sufrido los funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores, lo que los ha obligado a suspender jornadas laborales en los últimos días.
Esta semana, los funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores no lo han pasado bien. Primero porque el pasado lunes, producto de problemas con las bombas de agua del viejo edificio "Carrera", sólo los pisos del -2 al 4 contaron con servicio de agua potable, lo que obligó a las autoridades a suspender la jornada laboral a los empleados que trabajaban en los otros ocho pisos. Pero estas no han sido las únicas incomodidades con las que han tenido que lidiar.
Ese mismo día, la asociación de funcionarios del ministerio denunció la mala calidad del aire dentro del edificio, debido a desperfectos en los equipos de aire acondicionado. Según el texto, el presidente de la asociación se reunió con el subsecretario, Edgardo Riveros, quien dispuso la compra de "artefactos que permitan enfriar las dependencias donde más se ha hecho presente esta situación".
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