Lujos de pisco

Productores grandes y pequeños se han tomado muy en serio el reforzamiento del ala "Premium" de sus botellas. De esta manera, el destilado nacional amplía su portafolio con versiones para todos los gustos, nivelando para arriba a punta de refinamiento y carácter.




Espíritu de los Andes Reservado 40°

La gran apuesta premium de Compañía Pisquera de Chile por estos tiempos. La mezcla es de moscateles —de Alejandría y rosada— y a modo de singularidad, para Chile, ofrece el año de cosecha de sus uvas: 2016. Por ahí ya se entiende un ideario de frescor, más si se trata de un pisco blanco. Parte tímido, con un toque frutal dulce, como de lima, que luego muta a flores blancas y melón tuna. En la boca se amplifican esas sensaciones, sorbo tras sorbo, armando un paquete diverso y digno del valor que ostenta. En potencia, es bien amigo de la coctelería fina y, desde ese punto de vista, tiene pretensiones internacionales; pero solo, conforme va subiendo su temperatura, se deja querer en términos de complejidad. Disponible en tiendas especializadas. Precio de referencia: $ 20.000.

Brujas de Salamanca Envejecido 40°

Choapa es la zona menos recurrente del pisco y con esta nueva línea, creada por Capel, se trata de moderar ese saldo en contra. Lo hacen, en este caso, mediante un destilado envejecido durante dos años en madera de roble americano. Ese redondeo de la barrica hace que entregue aromas tropicales, como de lúcuma fresca. Acá sucede, pero complementado con resabios de pera madura, almendras peladas y, por supuesto, luciendo las uvas de la zona. Por su parte, la boca es tostada, con hartas sensaciones almibaradas dentro de una lógica de sequedad espirituosa. Tiene peso para beberlo solo, con un hielo, cuando el sol se va y aparecen los cortavientos. Disponible en tiendas especializadas. Precio de referencia: $ 12.500.

Chañaral de Carén Reservado 40°

Es cosechado, vinificado y destilado en origen: un pequeño poblado del sector alto del Limarí —en realidad, río Grande, un afluente—. Esta temporada renovó sus etiquetas y sus botellas, incluyendo como novedad extra un pisco que va por la tendencia: sin paso por madera. El resultado es identidad pura. Es más bien turbio a la vista, con un aroma a uva moscatel sin rodeos, potente y rústico a la vez, pero con mucha personalidad. A eso se le suma algo de cítrico dulce y mineralidad salina. La boca es suave, con frescor frutal medio y final algo dulce. Un destilado grato, de carácter, que sirve como la extensión de un territorio digno de ser visitado… o al menos bebido. Disponible en tiendas La Vinoteca. Precio de referencia: $ 6.990.

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