Cómo limpiar bien la parrilla y por qué una cebolla no es suficiente

Comienzan las Fiestas Patrias y con la fecha aparece también la fiel parrilla, en la que se preparará el clásico asado dieciochero, por lo que no se debe ignorar la limpieza del artefacto para cuidar la salud.

Conocida es la antigua técnica de frotar la mitad de una cebolla por las rendijas, aunque esta práctica en ningún caso reemplaza la acción de lavar el lugar donde se preparan los alimentos.

Y ante una extensa celebración de, al menos, cinco días gracias a los feriados de la semana, no se deben dejar los aspectos de higiene al azar, sobre todo al considerar los eventuales riesgos que conlleva exponer al organismo a la suciedad.

La forma correcta de limpiar la parrilla a carbón considera lavar las piezas removibles con agua, jabón y una esponja.

Así se indica en un tutorial elaborado por Homecenter, que también señala que el polvo se debe quitar de las patas, tambor y bandejas pasando un paño húmedo.

Luego del aseo, se recomienda que al encenderla se mantenga el calor por unos 15 minutos con el fuego, antes de asar los alimentos.

Como cualquier elemento donde se preparen alimentos, si cuenta con suciedad se traduce en un riesgo a la salud para las personas que consuman dicha comida.

Así lo explica a La Tercera Patricia Medvesck, nutricionista de Wellness Technologies, señalando que “una parrilla que queda sucia, está altamente cargada de microorganismos, bacterias y mohos, que son hongos que se van adhiriendo a la superficie”.

A lo anterior se suma que los restos orgánicos, es decir las carnes que se cocinaron anteriormente, también producen la aparición de bacterias. En palabras de la profesional, ”la carga bacteriana que tiene una parrilla sin limpiar es alta”.

“Además, pensemos que las grasas fueron tratadas a altas temperaturas, que se quemaron y generan también sustancias tóxicas que son altamente carcinógenas, lo que también es un riesgo potencial para la salud”, añade la experta.

Junto con lo anterior, la nutricionista explica que si bien la cebolla cuenta con antibióticos naturales que ayudan al organismo cuando se consume, no reemplaza un producto de limpieza para el propósito de asear una parrilla.

“(Usar una cebolla) No va a eliminar la carga bacteriana, los mohos, todo lo que queda en la parrilla adherido, las grasas que ya están descompuestas, por lo tanto no es un buen agente de limpieza para nada”, explica.

En palabras de Medvesck, consumir carnes preparadas en una parrilla que no tuvo una correcta limpieza se traduce en un riesgo para el organismo a contraer una serie de complicaciones.

“Estamos expuestos a enfermedades de tipo aguda, como son las gastroenteritis por infección bacteriana, o nos podemos pegar algún hongo. También estamos consumiendo agentes carcinógenos que a la larga sí van a ir dañando nuestra salud”, remarca.