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Actividad humana de hace 2 mil años fue el primer impacto en los procesos ambientales de la Tierra

Investigadores descubrieron que el aumento en la deforestación y la actividad agrícola durante la Edad de Bronce alcanzó un punto de inflexión que afectó al ciclo de nitrógeno de la Tierra.


La actividad humana de hace más de 2.000 años tuvo un impacto "más significativo y duradero" en el medio ambiente de lo que anteriormente se pensaba, según un estudio publicado hoy en la revista especializada Science Advances.

Los investigadores de la Universidad de la Columbia Británica en Vancouver (Canadá) descubrieron que el aumento en la deforestación y la actividad agrícola durante la Edad de Bronce en Irlanda alcanzó un punto de inflexión que afectó al ciclo de nitrógeno de la Tierra.

El nitrógeno es considerado como un elemento "crítico" necesario para la vida en la Tierra, que circula entre la atmósfera y los océanos.

"Los científicos reconocen cada vez más que los humanos siempre han impactado en sus ecosistemas, pero encontrar pruebas tempranas de cambios significativos y duraderos es raro", apuntó Eric Guiry, autor principal del informe.

Para el científico, este estudio otorga a la comunidad científica una comprensión "más profunda" del punto de inflexión en el que los humanos comenzaron a causar el cambio ambiental por primera vez con su actividad.

Para llegar a esa conclusión, el equipo de Guiry hizo un análisis de isótopos estables en 712 huesos de animales recogidos en unos 90 sitios arqueológicos en Irlanda.

Los investigadores encontraron modificaciones significativas en la composición de nitrógeno de los nutrientes del suelo y las plantas que componían la dieta de los animales durante la Edad de Bronce.

En su artículo, Guiry relató que estos cambios "fueron el resultado de un aumento en la escala y la intensidad de la deforestación, la agricultura y la ganadería".

Si bien estos resultados son específicos de Irlanda durante la Edad de Bronce, los científicos aseguraron que estos hallazgos "tienen implicaciones globales".

"El efecto de las actividades humanas en la composición del nitrógeno del suelo se puede rastrear en cualquier lugar donde los humanos hayan modificado extensivamente los paisajes para la agricultura", concluyó Guiry, que dijo que este estudio puede ser la base para numerosas investigaciones futuras.

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