Cientos de muertos, daños generalizados y ánimo de venganza: el balance del conflicto entre Israel y el Líbano
A pesar de que las fuerzas israelíes y las del grupo libanés Hezbolá se han enfrentado durante años, la intensidad ha aumentado desde octubre de 2023.
Las tensiones entre Israel y el grupo militante Hezbolá, proveniente del Líbano, se han incrementado aún más desde los ataques que efectuó Hamas el pasado 7 de octubre de 2023.
Aquella ofensiva que se realizó desde la Franja de Gaza desató permanentes ataques israelíes en este territorio y una escalada en el escenario que enfrenta Medio Oriente.
Pese a que Israel y Hezbolá —uno de los grupos aliados de Hamas— se han enfrentado intermitentemente durante años, desde ese episodio los ataques cruzados han aumentado.
La organización sin fines de lucro dedicada al estudio de conflictos mundiales, Armed Conflict Location and Event Data Project, afirma que la destrucción estructural más generalizada —entre estas dos facciones— se ha registrado en el Líbano.
Sus datos también sostienen que, desde octubre del año pasado, la ofensiva israelí ha superado en frecuencia a la que Hezbolá ha efectuado en su territorio.
Un análisis realizado por Corey Scher del CUNY Graduate Center detalla que cerca de una cuarta parte de las estructuras están dañadas en algunas localidades, según rescató el New York Times.
A esto se le suma que los ataques aéreos y bombardeos israelíes han asesinado a cerca de 500 personas, de las cuales al menos 100 serían civiles, según precisa la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el Ministerio de Salud del Líbano.
Por otro lado, la oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, asegura que Hezbolá ha disparado unos 7.500 cohetes, misiles y aviones no tripulados desde que inició la guerra en Gaza en octubre de 2023.
Acusa que han asesinado a 43 personas en Israel y que más de la mitad de ellas han sido civiles, además de que han incendiado tierras de cultivo que son de relevancia para el área de la producción de alimentos.
Según precisan, el norte del territorio ha enfrentado más de 700 incendios forestales, los cuales atribuyen a los bombardeos que han efectuado las fuerzas de Hezbolá.
Los ataques israelíes también han provocado incendios de este tipo en el Líbano.
Se presume que alrededor de unas 60.000 personas en el norte de Israel y unas 10.000 en el sur del Líbano han debido desplazarse por los combates que se han registrado desde octubre en zonas fronterizas, según rescata el citado periódico estadounidense.
La intensificación de los conflictos entre Israel y Hezbolá
A pesar de que el fuego cruzado se ha mantenido latente desde octubre de 2023, en julio de 2024 se desencadenaron distintos episodios que amenazan con la posibilidad de una guerra más amplia en la región.
El sábado 27 de este último mes, se reportó un ataque con un cohete en la aldea Majdal Shams de los Altos del Golán, lugar en el que murieron al menos 12 niños y adolescentes.
Cabe recordar que dicho territorio es ocupado por Israel y que la situación se posicionó como la ofensiva más mortífera que han enfrentado desde el ataque que realizó Hamas ese 7 de octubre.
Tras ese episodio, el primer ministro Netanyahu acusó del atentado a Hezbolá y manifestó en declaraciones rescatadas por la agencia AP que “pagarán un alto precio por este ataque, uno que no han pagado hasta ahora”.
Sin embargo, desde el grupo proveniente del Líbano negaron su participación en tales hechos.
Unos días después, el 30 de julio, el ejército israelí confirmó que acabaron con el comandante Fuad Shukr de Hezbolá, con un ataque que efectuaron en los suburbios del sur de Beirut (la capital libanesa).
Y solo bastaron unas horas para que se registrara otro ataque letal contra una autoridad, aunque ahora de una fuerza aliada y en territorio de Irán.
El 31 de julio, el alto dirigente político de Hamas, Ismail Haniyeh, fue asesinado mientras estaba de visita en Teherán.
El líder de la organización se encontraba en la capital iraní a raíz de que fue invitado a la investidura presidencial de Masoud Pezeshkian, quien ganó las elecciones a principios de julio.
Durante su estancia, se quedó en una residencia de huéspedes ubicada en un lujoso barrio del norte de la ciudad.
Aquel recinto es conocido porque usualmente es sede de reuniones de relevancia y recibe a autoridades e invitados especiales durante su estancia en el país, por lo que se tenía previsto un alto nivel de seguridad.
Más aún esa semana, ya que ahí se hospedaban varios dirigentes de facciones aliadas.
Sin embargo, a eso de las 2:00, se escuchó una fuerte explosión desde la habitación de Haniyeh.
Cuando el personal del lugar fue a revisar, evidenciaron que el líder político de Hamas y su guardaespaldas habían muerto.
Según relataron distintos funcionarios al Times bajo condición de anonimato, se presume que una bomba había sido escondida hace aproximadamente dos meses.
Las únicas bajas de aquel atentado fueron Haniyeh y el guardaespaldas, por lo que acusaron que fue un ataque directo y específico.
Dichas fuentes también afirmaron que en la pieza de al lado se estaba quedando el líder de la Yihad Islámica Palestina, Ziyad al-Nakhalah, pero su cuarto no enfrentó daños mayores.
Tanto Hezbolá como Irán y Hamas prometieron venganza por los respectivos ataques.
Por su parte, desde Israel no afirmaron ni negaron que sus fuerzas hayan sido las responsables por el asesinato de Haniyeh, aunque sí confirmaron el ataque contra el comandante Fuad Shukr de Hezbolá, después de que anunciaran una represalia por el ataque en los Altos del Golán.
Todo esto ocurre en medio de un escenario en el que continúa la ofensiva israelí en la Franja de Gaza, en donde figuran las tropas de Hamas.
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