Desde la comida hasta la cultura y la vida nocturna: esto destacó el New York Times de Santiago

Es conocido que Santiago ofrece una amplia cantidad de actividades para distintos tipos de gustos.

No importa si eres capitalino, si vienes de región o si eres extranjero: siempre habrá una propuesta que promete satisfacer tus requerimientos, tanto en gastronomía como en cultura o en vida nocturna, entre otros ámbitos.

Una de las personas que lo tiene claro es el corresponsal del New York Times, John Bartlett, quien vive en la Región Metropolitana desde 2018 y recientemente escribió un artículo sobre cómo es un paseo de 36 horas por la capital.

En él, recomendó una serie de puntos neurálgicos que son parte de la identidad de Santiago.

“La ciudad está llena de música, arte y vida nocturna, con el impresionante telón de fondo de (la cordillera) de los Andes”, escribió Bartlett.

Y pese a que enfatizó que “las divisiones siguen siendo profundas” a 50 años del golpe de Estado y que “las cicatrices están a la vista”, subrayó que los lectores del periódico con sede en la Gran Manzana deberían “darle a Santiago la oportunidad de impresionarlos”.

Aunque Bartlett hizo una descripción exhaustiva de sus 36 horas de paseo por la capital, destacó un par de lugares más específicamente.

En este sentido, manifestó que “una caminata hasta la cima del Cerro San Cristóbal ofrece las mejores vistas de la ciudad y de la cordillera de los Andes”, más aún después de que haya transcurrido un periodo de lluvias.

También valoró el mercado Persa Víctor Manuel, debido a su variedad en música, arte y a la comida que se puede encontrar en los locales, especialmente los fines de semana.

Respecto al ámbito de la historia del país, recalcó que el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos narra los acontecimientos que ocurrieron con la dictadura, por lo que es una arista importante para comprender al país en la actualidad.

A pesar de que mencionó una amplia cantidad de restaurantes y recintos durante su recorrido, el corresponsal del Times resaltó propuestas como los platos clásicos de la Pulpería Santa Elvira, las extensas jornadas de baile de la Salsoteca Maestra Vida, la diversidad nocturna de la mítica Blondie, y la comida y los bailes tradicionales de la Casa de la Cueca.

Por supuesto, los completos tampoco podían quedar fuera, por lo que sugirió ir a servirse uno al Portal Ex Bahamondes, el cual definió como una “obsesión culinaria”.

Además, recomendó beber dos pisco sour —uno peruano y otro chileno— en el bar El Bajo, que se encuentra en la parte inferior del Centro Gabriela Mistral (GAM) y disfrutar “el animado escenario de los almuerzos de fin de semana de inspiración francesa” que ofrece el Franchute del Barrio.

De la misma manera, dijo que “el Café Escondido es un divertido bar escondido en un callejón del centro de la ciudad”, por lo que hace honor a su nombre.

Bartlett destacó la antigua casa de Pablo Neruda “La Chascona” y el espacio artístico y cultural que ofrece la Factoría Franklin, en donde se encuentra el centro de arte moderno AFA Galería.

Para salir de compras, mencionó el Centro Artesanal Los Dominicos, el antiguo convento en el que hoy se pueden encontrar puestos con artículos de cuero y artesanía indígena, entre otros.

Y si lo que buscas son libros, dijo que las librerías Metales Pesados y la Ulises de Lastarria son de las mejores que se pueden encontrar en la capital.

Aquí hizo múltiples recomendaciones dependiendo de lo que espere cada persona.

Si lo que deseas es “una opción de lujo, con un elegante bar en la azotea y vistas al Cerro San Cristóbal”, está el hotel The Singular Santiago de Lastarria, el cual según sus cotizaciones ofrece piezas dobles desde $180.000 por una noche.

También está el Hotel Boutique Castillo Rojo, el cual se sitúa en una mansión colonial reformada del barrio Bellavista. En él, las habitaciones parten en los $140.000, según su revisión.

Otra opción de carácter más económico que valoró es el Hostal Forestal, el cual está ubicado en las cercanías del metro Baquedano y ofrece piezas privadas con baño desde $32.000, mientras que si se está dispuesto a compartir una litera en una pieza con más personas (de seis a ocho), se puede hospedar ahí por unos $12.000 aproximadamente, según escribió Bartlett en su artículo para el Times.