“La tripulación sabía que iba a morir”: la millonaria demanda que hizo la familia de una víctima del Titán
Paul-Henri Nargeolet fue una de las cinco víctimas que dejó la implosión del sumergible Titán, en uno de los viajes hacia al naufragio del Titanic. Su familia decidió interponer una demanda contra la empresa OceanGate.
Ya se cumplió más de un año desde una tragedia vinculada al Titanic. En junio de 2023, el submarino Titán de la empresa OceanGate emprendió un viaje hacia los restos de la histórica nave, en las profundidades del océano Atlántico, pero algo no salió bien y terminó por implosionar.
Las cinco personas a bordo fallecieron. Entre ellas, Paul-Henri Nargeolet, empleado de la empresa y un reconocido explorador francés que había viajado 35 veces al Titanic para explorar su historia, investigar y hasta recuperar objetos para la posteridad.
Después del caso, OceanGate ha sido ampliamente criticado, pues hay quienes dudan de sus protocolos de seguridad y de la tecnología que utilizan para hacer un viaje tan riesgoso como el del Titanic. Y es que la nave debe ser capaz de sumergirse a 3.800 metros de profundidad aproximadamente.
Desde el incidente, la empresa anunció la suspensión de sus operaciones.
No obstante, ahora la familia de Nargeolet decidió demandar a OceanGate por negligencia. Esto es lo que exigen como indemnización.
Familia de una víctima del Titán demanda a OceanGate
Más de 50 millones de dólares es la cifra que está exigiendo la familia del explorador francés Paul-Henri Nargeolet, pasajero y víctima de la implosión del Titán el pasado junio de 2023.
En primera instancia, el submarino estuvo perdido, después de que a la hora y 45 minutos de viaje se cortara la señal con el equipo en tierra.
La vigilia en búsqueda de la nave y sus sobrevivientes duró varios días, no obstante, los equipos de rescate terminaron por encontrar restos de la nave, lo que confirmó que el submarino implosionó y todos los pasajeros fallecieron.
Es por esto que la familia del francés ahora demandó a OceanGate por más de 50 millones de dólares. En el documento, mencionan que la tripulación vivió “momentos de terror y angustia mental” antes del desastre y que la empresa habría cometido una “negligencia grave”.
La demanda estipula que la tripulación completa del Titán habría sabido que iba a morir cuando comenzaron los problemas bajo el agua, porque a los 90 minutos aproximados de su inmersión, dejaron “caer pesos”, lo que indica que intentaron abortar la misión.
“Si bien es posible que nunca se determine la causa exacta de la falla, los expertos coinciden en que la tripulación del Titán se habría dado cuenta exactamente de lo que estaba sucediendo. El sentido común dicta que la tripulación sabía muy bien que iban a morir, antes de morir”, se lee en la demanda, según Infobae.
Continúa: “Es posible que la tripulación haya escuchado el crujido de la fibra de carbono hacerse más intenso a medida que el peso del agua presionaba el casco de Titán. La tripulación perdió comunicaciones y quizás también energía”.
“Según los cálculos de los expertos, habrían continuado descendiendo, con pleno conocimiento de las fallas irreversibles de la nave, experimentando terror y angustia mental antes de que el Titán finalmente implosionara”.
Adicionalmente, el testador del francés dijo en un comunicado por correo al mismo medio que el sumergible tenía una “historia problemática” y que, antes de enviarlo al viaje, OceanGate le ocultó datos importantes sobre la nave y su durabilidad.
Ahora que la querella se hizo pública, un portavoz de OceanGate no quiso comentar sobre el caso.
Por qué OceanGate habría cometido negligencias con el submarino Titán
Stockton Rush es el cofundador de OceanGate. Es un hombre que la prensa cataloga como ambicioso, apasionado de la exploración submarina, quien tenía como objetivo promover una “nueva era” en este rubro.
De esta manera, su empresa comenzó a realizar viajes al Titanic, un lujo que solo pocas personas podían darse, pues cada viaje tenía un costo de 250.000 dólares por persona (más de 233 millones de pesos chilenos).
Al principio, su empresa utilizaba submarinos antiguos. No obstante, decidieron desarrollar su propio submarino, un “nuevo y revolucionario sumergible tripulado”, con materiales de punta, como la fibra de carbono.
Fue así cómo nació el Titán —que inicialmente se llamaba Cyclops 2—. Según un reportaje de Wired, donde se revelaron documentos internos y entrevistas con exempleados, Rush no habría realizado las pruebas exhaustivas para cerciorarse de la seguridad del sumergible e hizo caso omiso a las advertencias de los expertos.
En el artículo, revelaron que el Titán se puso a prueba en 2016 en la Universidad de Washington. En una cápsula de pruebas de alta presión, pusieron un modelo a escala del sumergible y elevaron los niveles a los que se enfrentaría en la profundidad del mar, donde se encuentra el Titanic.
A los 73 minutos de prueba —cuando se alcanzó el nivel crítico de presión— el modelo implosionó. De hecho, provocó que el edificio de la casa de estudios se estremeciera violentamente, con ruidos fuertes que atemorizaron a quienes estaban presentes.
Este habría sido un fallo del modelo, no obstante, según Wired, OceanGate continuó con la construcción del sumergible Titán en base a los mismos principios, pese a los resultados en las pruebas.
En esta línea, la demanda recientemente presentada criticó el sistema que ocupaba el Titan y, además, declaró que al explorador francés, quien era parte de la tripulación, se le ocultaron a propósito “muchos de los detalles sobre los defectos y deficiencias de la embarcación”.
Según estableció CNN, uno de los abogados del caso, Tony Buzbee, mencionó que, además de la indemnización, uno de los objetivos de la demanda es “obtener respuestas para la familia sobre cómo ocurrió exactamente, quiénes estaban implicados y cómo pudieron permitir que ocurriera”.
Cabe recalcar que la Guardia Costera de Estados Unidos tiene una investigación en curso y que en septiembre realicen una audiencia pública, que formará parte de la pesquisa.
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