Madagascar: la mágica tierra de los baobabs
La isla africana de Madagascar es la cuarta más grande del mundo. Llegué hasta Antananarivo, su capital, durante la madrugada. Después de 48 horas de viaje y cinco escalas. Desde el momento del aterrizaje, me di cuenta de la precaria situación económica de este país, uno de los más pobres del planeta.
Aquí el nivel de especies endémicas es impresionante. Pero Madagascar ha perdido su biodiversidad a un paso alarmante. Casi el 80 por ciento de su vida silvestre y sus hábitats se han perdido para siempre. El ave más pesada del mundo (de media tonelada), un hipopótamo pigmeo y un lémur del tamaño de un gorila son algunas de las especies que habitaban esta isla y que nunca más volveremos a ver, debido a que se extinguieron.
Madagascar es vida, es muerte, es endemismo, es pobreza, es riqueza natural, es maravilla del mundo y necesitamos con urgencia conservarla. La gente asocia hoy este país megadiverso a las películas para niños donde presentan animales africanos que, en realidad, no están en la isla, como leones, jirafas o hipopótamos. Por el contrario, Madagascar debe ser reconocida mundialmente por los lémures -un tipo de primates endémicos-, sus cientos de especies de camaleones y sus enormes baobabs.
Los lémures son animales impresionantes, que se adaptaron a vivir en los árboles. Hacen algunas piruetas casi imposibles y son increíblemente ágiles. El lémur más grande del mundo es el indri indri, que pesa entre siete y 10 kilos y vive en el Parque Nacional Andasibe. Su contraparte es el lémur ratón, el más pequeño de todos, ya que mide menos de 24 centímetros.
Los asombrosos camaleones tienen gran capacidad de sobrevivir en los bosques de Madagascar. Acá podemos encontrar al más grande y al más pequeño del mundo: el camaleón de Parson mide 80 centímetros, mientras que el brookesia micra tiene apenas 16 milímetros de longitud.
Madagascar es además tierra de baobabs: hay cinco especies endémicas. Este árbol robusto, sin ramas hasta la copa, muy grueso y muy difícil de cortar, es considerado sagrado para el pueblo malagasy. Baobab significa "madre" o "reina de los bosques" y la avenida flanqueada por ellos es muy impresionante. Si no lo cree, es cosa de mirar la foto de esta página.
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