DANA Valencia
“Si no escapábamos, íbamos a morir”: la historia detrás de uno de los videos más virales de la DANA en Valencia

“Si no escapábamos, íbamos a morir”: la historia detrás de uno de los videos más virales de la DANA en Valencia

Cuatro adultos y cuatro niños quedaron encerrados en una academia que comenzó a llenarse de agua abruptamente por las lluvias de la DANA. Así comenzó un viral rescate que conmovió a las redes sociales.


Un hombre con una polera amarilla golpea una puerta de vidrio con un palo. El agua que dejó la DANA en Valencia le llega hasta la cintura, pero aún así continúa golpeando con fuerza mientras los vecinos comienzan a grabar.

Cuando ya pudo abrir la puerta, se devuelve y, con esfuerzo, camina contra la corriente. Entonces, se le ve levantando a una niña pequeña en brazos y se la entrega a alguien que está dentro del edificio.

Así, hace varios viajes más para ayudar a otros adultos y niños, incluida una mujer que, más adelante, se identificó como Laura Velasco, la madre de la niña que salvó el hombre y una víctima de las mortales lluvias que afectaron a España.

El video del rescate fue uno de los más virales en las redes sociales.

“La niña del video es mi hija Noah y el héroe que rompe la puerta, es mi socio y expareja Dani. Si no hubiéramos logrado salir nos habríamos muerto ahí”, le dijo Laura a BBC Mundo.

Esta es la historia detrás del video.

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“Si no escapábamos, íbamos a morir”: la historia detrás de uno de los videos más virales de la DANA en Valencia. Foto: BBC Mundo.

La historia detrás del video viral de un rescate en Valencia

Laura y Dani fundaron una academia de inglés hace seis años en Paiporta. Tuvieron una hija y, aunque se separaron con el paso del tiempo, continúan queriéndose y siendo como una familia.

Sin embargo, la DANA dejó apenas rastros del lugar que habían montado con tanto esfuerzo.

“La presión del agua reventó los cristales como en Titanic, y el agua entró en tromba arrasando con todo lo que habíamos puesto para contenerla, mesas y cosas, hasta el final del local”, le dijo Laura a la BBC.

La tarde que comenzó la tragedia de Valencia, Laura, Dani y su pequeña hija Noah —junto a dos profesores y tres niños más— escucharon el aviso de la policía que decía que el barranco del Poyo se había desbordado y que las personas debían quedarse en casa a salvo.

Y es que la corriente bajó como un tsunami, con fuerza y rapidez.

En ese momento, intentaron refugiarse en la academia. Reforzaron la puerta con mesas y muebles, no obstante, el agua subió tanto que los cristales estallaron.

Los niños y los adultos estaban encima de las mesas viendo cómo se destruía todo.

“Los niños empezaron a gritar y nos abrazamos todos tratando de calmarlos y diciéndoles que iba a parar, pero pasamos mucho miedo”.

Fue en ese momento que Laura y Dani entendieron que si no salían de la academia, pronto morirían ahogados. Entonces, decidieron salir.

Valencia
“Si no escapábamos, íbamos a morir”: la historia detrás de uno de los videos más virales de la DANA en Valencia. Foto: AP.

El momento del rescate viral de Valencia por la DANA

En el momento que escaparon de la academia, la calle estaba vacía. Laura vio que todos los vecinos ya se habían encerrado en sus casas y departamentos y que no había alguien que pudiese bajar a auxiliarlos.

“La corriente iba cada vez más fuerte y vimos pasar a una pareja que iba arrastrada por las aguas abrazada gritando porque no lograban agarrarse a nada. No sé qué será de ellos”.

Dani, el hombre que protagoniza el rescate, se dio cuenta que la única solución era entrar a algún edificio de varios pisos para resguardarse en la altura. Sin embargo, todos estaban cerrados y la corriente no permitía abrir las puertas.

Hasta que vio que uno de ellos tenía una puerta de cristal.

El hombre volvió a la academia, le arrancó la pata a una mesa y volvió al edificio para golpear el cristal, romperlo y poder ingresar a Laura, su hija Noah, los dos profesores y los tres niños que estaban en riesgo de morir ahogados.

Uno de los vecinos se dio cuenta de la maniobra y bajó al primer piso para recibir a los niños que Dani le iba pasando.

“Cuando vi la escalera hacia arriba me dije ‘ya, ya estamos a salvo’, fue como un descanso”.

Esa noche, descansaron en la casa del vecino que los asistió. Les dieron ropa seca y los niños durmieron juntos en una cama.

“Fueron muy valientes, se dieron ánimo todo el rato unos a otros”.

“Hay que dar las gracias porque todo pasó como tenía que pasar, la cristalera reventó cuando el agua no nos llegaba todavía al cuello y logramos refugiarnos en la casa de al lado. Además, yo soy diabética y no tenía aquí la insulina, pero coincidió que el chico que nos acogió también es diabético y me pudo dar”.

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