¿Usarías una bicicleta para ir al trabajo si te pagaran por ello? Los incentivos para dejar los autos de lado
Bonos de hasta 4 millones de pesos chilenos son los que está entregando Francia para que sus ciudadanos opten por ir en bicicleta al trabajo. ¿Esta idea podría implementarse en Chile?
Si eres automovilista, puede que te cueste pensar en moverte de un lado a otro en bicicleta. Es más, es probable que varias veces pases rabias con alguno que otro ciclista que comparte la calle contigo, y si eres ciclista, seguro que te pasa lo mismo, pero al revés.
Y es que en Chile, la relación entre ambos medios de transportes está un poco tensa, ya sea por desconocimiento de la ley que indica cómo deben convivir autos y ciclos en las calles y avenidas o porque existe un cierto recelo sobre las decisiones de cada uno.
Sin embargo, lo que pocos saben es que quienes prefieren una bicicleta para recorrer tramos “pedaleables” (menos de 5 kilómetros), le están haciendo un gran favor a su salud y al medioambiente, algo que países como Francia quieren potenciar, incentivando a sus ciudadanos con bonos bastante amables que les facilitan adquirir un ciclo.
A finales de 2022, el Ministerio de Transporte francés avisó que ayudarían hasta con 4.000 euros (cerca de 4 millones de pesos chilenos) a quienes quieran empezar a moverse en bicicleta, bajo la idea de que ”la elección de ir en bicicleta para ir al trabajo o para acceder a servicios y actividades debe convertirse en una realidad accesible para muchos”.
Así, la ayuda económica está enfocada en que los franceses puedan manejar bicicletas normales, eléctricas, de carga e incluso una adaptada para discapacitados, para no dejar a nadie fuera.
También sorprendió que el gobierno francés dispuso ayudas, como el “paquete de movilidad sostenible” para empresas, donde prometió cubrir hasta con 600 euros al año ($591.000 aproximadamente) por cada empleado, para ayudarle en “gastos de viaje” de casa al trabajo en bicicleta e incluso reducciones de impuestos para quienes incentiven a sus empleados a dejar los autos de lado.
Entonces, si te pagaran por manejar bicicleta, ¿irías pedaleando al trabajo? ¿Es viable este tipo de ideas en la capital chilena?
¿Santiago está preparado para ser una ciudad de ciclistas?
La mitad de los viajes que se hacen en Santiago en auto, en un día laboral, son de menos de 5 kilómetros. Así lo estableció la Encuesta de Origen y Destino de Santiago (EOD2012).
“Esas son distancias perfectamente pedaleables”, explica Ricardo Hurtubia, investigador principal de CEDEUS, y académico del Departamento de Ingeniería de Transporte UC a La Tercera.
Pero antes de que se enciendan las hogueras, el experto indica que “no significa que todo los viajes deban hacerse en bicicleta. Pero muchos de ellos sí (...) No estoy diciendo que quien vive en Puente Alto tenga que irse en bicicleta a trabajar en Las Condes, pero hay viajes más cortos que sí se pueden hacer”.
Si es que una gran cantidad de santiaguinos optara por disminuir su tiempo al volante, “tendríamos reducciones de emisiones, menos uso de espacio público y una ciudad menos congestionada. Se benefician todas las personas, porque se demorarían menos que en un auto en hora punta y además harían ejercicio, lo que es bueno para la salud”.
De esta manera, Santiago tendría una población menos sedentaria, menos contaminada y menos congestionada.
Por eso no es extraño que Francia esté velando por convertirse en una ciudad más ciclista, destinando grandes presupuestos no solo para la adquisición de bicicletas, sino también para mejorar la infraestructura y construir (adicionalmente) 180 kilómetros de ciclovías y 130.000 espacios de estacionamientos para bicicletas.
“No es plata gastada, es plata invertida”, señala Hurtubia.
Pero, ¿qué tan factible son estos ideales en Chile? Empezando por la capital, la última ciclovía que se implementó en Providencia —una de las comunas con más ciclovías— en la calle Luis Thayer Ojeda causó gran conmoción en algunos vecinos, quienes reclamaban que la ciclovía les quitaba espacio para estacionar sus autos.
Esto lo evidenció el periodista Iván Antonucci (@ivansebanucci), quien identificó que a lo largo de la ciclovía todavía había autos estacionados, y una vecina le aseguró que era una especie de “protesta” porque con la implementación, perderían sus “estacionamientos de visita”.
Aunque todavía existe poca cultura ciclista, esta realidad puede cambiar teniendo más personas pedaleando, pero para ello, las ciclovías deben mejorar.
“Lo difícil (de implementar esta idea) es tener una infraestructura ciclista buena y que llegue a todas partes, que permita que todas estas personas que hoy día se van en auto y que tienen viajes de menos de 5 kilómetros puedan ir cómodas”, asegura Hurtubia a LT.
Y es que hoy, las ciclovías del país todavía tienen defectos importantes, como estar cortadas, ser muy angostas o tener detalles que hacen que las personas no se sientan seguras al transitar por ellas. “Aunque tú le pagues a la gente, si la gente percibe que es peligroso, no estará dispuesta a hacerlo”.
En esta línea, el experto también asegura que la percepción que tienen las personas en general es que sus viajes son “muy largos y difíciles” en bicicleta, cuando en realidad no siempre es así. En este punto nuevamente entra la infraestructura.
“La percepción de seguridad y distancia pueden mejorar. Si haces un viaje de un kilómetro en una calle que es poco amigable, con micros, sin ciclovía, donde pasan autos muy rápido, vas a sentir que ese kilómetro es más largo, en comparación a la misma distancia en una ciclovía bien establecida”.
“Necesitamos la infraestructura. En Chile, no basta con el subsidio”, concluye Hurtubia.
Los beneficios para la salud de utilizar la bicicleta para ir al trabajo
El Dr. Nicolás Thumm, traumatólogo del equipo de Medicina Deportiva de Clínica Universidad de los Andes, le explica a La Tercera que ir en bicicleta al trabajo es una buena idea desde el punto de vista médico y ambiental.
“El hecho de estar haciendo un ejercicio cardiovascular en un elemento que genera bajo impacto y moviendo el cuerpo a diario va a generar beneficios para la salud”, asegura el experto.
Pero también es importante cuidarse en la vía. Por ello, el traumatólogo recomienda:
- Utilizar casco.
- Usar chaleco reflectante y luces.
- Respetar las reglas de tránsito.
- Preferir circular por ciclovías.
- Chequear que la bicicleta esté en buen estado.
- Revisar los neumáticos.
- Ajustar el sillín y el manubrio para evitar lesiones.
En caso de una caída, las anteriores precauciones pueden aminorar los daños. Aún así, el médico asegura que si hay heridas, lesiones y dolores que no cesan, y/o el casco tiene un daño muy visible, será bueno ser precavido e ir a un hospital o clínica para revisar que todo esté en orden.
Además, sugiere que la información de la previsión y seguro de salud del ciclista esté a la vista. Por ejemplo, “que esté siempre visible en la bicicleta o en el casco, o a veces los smartphones traen aplicaciones de la salud donde uno pone la información, en caso de necesitarla por alguna emergencia”.
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