Los desafíos de la entidad que va en ayuda de la biodiversidad

Un servicio público, dependiente del Ministerio del Medio Ambiente, encargado de la conservación de la biodiversidad, capaz de administrar un sistema nacional de áreas protegidas y que termina la burocracia que había con la administración de las áreas protegidas, dispersas en cinco ministerios. Eso sintetiza el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP), cuya ley fue aprobada el 25 de julio pasado, tras ocho años de tramitación en el Congreso, y que permitirá completar la construcción del Ministerio de Medio Ambiente, cuya creación en el año 2010 dejó pendiente este servicio. Juan José Donoso, jefe de la División de Recursos Naturales y Biodiversidad del Ministerio del Medio Ambiente, reconoce que el proyecto de ley genera una transformación de la institucionalidad importante, lo que implica que Conaf -que hoy en día se hace cargo de las áreas protegidas- se traspasa completo con su personal y presupuesto a este nuevo servicio, que depende del Ministerio del Medio Ambiente. Además, dice, genera un servicio que tiene una serie de atribuciones, tanto dentro como fuera de las áreas protegidas. Actualmente, el Ministerio de Agricultura administra áreas protegidas a través de Conaf; el Ministerio de Economía los parques y reservas marinas, a través de la Subsecretaría de Pesca y el Servicio Nacional de Pesca; el Ministerio de las Culturas gestiona los santuarios de la naturaleza a través del Consejo de Monumentos Nacionales; el Ministerio de Bienes Nacionales administra los bienes nacionales protegidos; y el Ministerio del Medio Ambiente las áreas marinas costero-protegidas de múltiples usos, custodiando los santuarios de la naturaleza y supervigilando todo el sistema.

Bárbara Saavedra, Doctora en Ecología y Biología Evolutiva y Directora de WCS Chile, sintetiza los alcances de la ley: “Con la aprobación del SBAP nuestra institucionalidad ambiental se pondrá a la par con la mayoría de los países de la región, avanzando hacia estándares de países desarrollados”. Y agrega: “Aportará a mejorar las funciones del Estado, pues reunirá en un solo servicio atribuciones que hoy están desperdigadas en un gran número de otras agencias y ministerios, lo que fortalecerá y optimizará la ejecución de recursos fiscales en función de las tareas de conservación. La experiencia internacional muestra que en la medida que se avanza en este camino, se incrementa la consecución de recursos para la conservación, se crean y amplifican capacidades humanas, se fortalecen territorios y se mejoran y abren nuevos espacios para negocios sustentables”.

El SBAP define 10 categorías de conservación para las áreas protegidas. En cuatro de ellas (Reserva de Región Virgen, Parque Marino, Parque Nacional, Monumento Natural) no está permitida la explotación de recursos naturales. En las seis restantes (como la Reserva Marina, Reserva Natural o Santuario de la Naturaleza) se permitirá el uso sustentable de recursos.

“Hasta ahora la institucionalidad no cuenta con un servicio que trabaje en terreno con los recursos apropiados para hacer gestión de conservación de biodiversidad. Esto viene a fortalecer la gestión y reconoce la labor de Conaf en las áreas protegidas históricamente”, comenta el jefe de la División de Recursos Naturales y Biodiversidad del Ministerio del Medio Ambiente, Juan José Donoso. El Servicio va mejorar los recursos económicos y la normativa existente para las áreas protegidas, agrega, tomando en cuenta que el 20% del país son terrestres y el 40% son marítimas. Actualmente, cuenta Juan José Donoso, “hay mucho interés por parte de donantes internacionales en crear fondos de conservación para apoyar al Estado esta tarea. Estamos convencidos que para tener un desarrollo sustentable necesitamos avanzar en la conservación y esperamos que el SBAP sea un gatillador de esto”.

Con una carta dirigida a los parlamentarios, la Sociedad de Ecología de Chile lanzó la campaña ciudadana #YoQuieroSBAP, que buscaba reunir cinco mil firmas para dar urgencia al proyecto de ley. Fue uno de los hashtag más comentados en redes sociales, a los cuales se sumó la presión de parte de la ciudadanía y organizaciones. Respecto al rol de las ONG’s, la directora de WCS Chile, Bárbara Saavedra, señala que “será tarea de las organizaciones ciudadanas colonizar las concesiones de turismo, investigación y educación que se abrirán dentro de las áreas protegidas. Finalmente, las áreas protegidas privadas son un espacio donde las ONG’s ya han venido participando por décadas, y la creación del SBAP permitirá reconocer este esfuerzo, y lo más importante articularlo con el trabajo que realiza el Estado”. Dentro del SBAP se indica de manera explícita diversas instancias en las que se requerirá de la participación ciudadana, incluyendo la creación de un comité científico asesor; el monitoreo in situ para alimentar al Sistema de Información de biodiversidad; los procesos de creación y ejecución de planes de para recuperar y restaurar especies y ecosistemas degradados; la implementación de paisajes de conservación; compensaciones en biodiversidad; conservación de humedales; control de especies invasoras; la ejecución de proyectos a través del Fondo Nacional de Biodiversidad; el diseño e implementación de instrumentos económicos para la conservación como prácticas sustentables; certificaciones; pagos por servicios ecosistémicos; y acuerdos de producción limpia.

Dentro del SBAP se indica de manera explícita diversas instancias en las que se requerirá de la participación ciudadana, incluyendo la creación de un comité científico asesor; el monitoreo in situ para alimentar al Sistema de Información de biodiversidad, entre otros.

“Con ecosistemas cada vez más degradados, recursos sobre explotados, áreas protegidas sub-financiadas, en un mundo cada vez más caliente y árido, Chile debe darle voz a su naturaleza y disponerse a construir todas las herramientas necesarias para su conservación”, enfatiza la doctora en Ecología y Biología Evolutiva y directora de WCS Chile, Bárbara Saavedra. “Es urgente el llamado a la acción ciudadana para combatir la degradación ambiental”, agrega.