El otro campeonato
Por fortuna, en Chile no hemos llegado a lo que ha sucedido en España, donde el predominio de Real Madrid y Barcelona termina por construir dos torneos. En el principal, ambos colosos luchan por el título. En el segundo, compiten los que aspiran a llegar a las copas europeas y quienes buscan evitar el descenso. No es sano el ejercicio, más allá del impacto mediático. José María del Nido, presidente del Sevilla, ha levantado la voz de alerta en más de una oportunidad sobre una situación que en el mediano plazo generará escenarios no deseados. Es claro que si no existe competencia, a la corta o a la larga, habrá una baja en los rendimientos.
En el plano local, los yerros institucionales de Colo Colo provocaron que el club más ganador de nuestra historia viva una anemia de títulos desde el Clausura 2009. El ciclo notable de Jorge Sampaoli en Universidad de Chile provocó una hegemonía en tres campeonatos, aunque las vueltas olímpicas de Huachipato y Unión Española modificaron el panorama. Antes, Everton en el Apertura 2008 cambió el enfoque.
Hoy la mirada mediática sigue apunando a los tres grandes, aunque la realidad nos indica que en un certamen de 17 jornadas una racha positiva puede concluir con el título. En ese grupo, a pesar de un arranque sin puntos aparece Unión Española. Con el cierre del libro de pases y el fin de los rumores de jugadores que pueden cambiar de casa, los hispanos debieran recobrar el rumbo. Perdieron tres seguidos, pero si ganan cuatro en línea se meten en la pelea.
O'Higgins, que anoche enfrentaba a Everton, es un protagonista permanente. Tiene un fondo de juego, la mano de Eduardo Berizzo y la intensidad que distingue a los celestes. La interrogante es saber si en la etapa decisiva el equipo sabrá responder a la presión, con la desventaja innegable de no actuar como local en El Teniente.
Cobreloa también parece volver a la discusión. Retiene la fisonomía del primer semestre, pero al parecer fichó con criterio para este Apertura 2013. Jorge García muestra su identidad, con un cuadro agresivo y protagonista. Ante Huachipato, después de una semana dura, exhibió el pragmatismo que se necesita para sumar puntos cuando la necesidad tiene cara de hereje. La duda, en el caso de que siga avanzando en la Copa Sudamericana, es ver si el plantel es capaz de soportar una carga de partidos extensa, con los naturales desplazamientos que pueden generar dificultades.
La lógica indica que los demás integrantes de la primera división están en una zona intermedia, donde pueden acercarse a la instancia de clasificación a las copas internacionales, disfrutar de un pasar tranquillo o meterse en la lucha por evitar el descenso. El inicio de la temporada indica que el equilibrio será manifiesto y que cada punto se luchará sin pausa. A diferencia de lo que sucedió en el Transición del semestre inicial, no habrá equipos sin incentivo. El promedio tranquilizador que arrastraban provocó que cuadros como Deportes Iquique, Unión Calera, Audax Italiano, Palestino, Rangers y Huachipato afrontaran buena parte de la campaña sin la tensión que el fútbol profesional exige.
Ese gustito ahora no podrán dárselo. El overol asoma. Nadie regala nada.
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