Las mujeres en el mundo de las finanzas: una cuestión de sentido común




Responde honestamente: ¿quién en tu familia decide cuánto gastar en la compra semanal, ahorra dinero progresivamente, busca precios hasta encontrar el mejor servicio, o compara distintas cuotas bancarias para obtener las mejores condiciones? Es muy probable que la persona que te haya venido a la cabeza sea tu madre (e incluso tú, si eres mujer).

Lo cierto es que las mujeres son cada vez más relevantes en el mercado mundial no sólo como trabajadoras, sino también como consumidoras, empresarias, directivas e inversoras. Las encuestas indican que las mujeres toman el 80% de las decisiones a la hora de comprar productos de consumo (Boston Consulting Group, 2008); y el 89% de las decisiones bancarias en la familia (Forbes, 2016). Sin embargo, ¿por qué la mujer no se siente atendida, entendida ni satisfecha por los servicios financieros ni la banca?

Con este punto de partida, en STRANDS creamos #SheBanking, o el final de la banca tradicional; lo que las mujeres quieren y los bancos no saben. Se trata del primer estudio que analiza qué espera la mujer de los bancos como sus "aliados" en la gestión de sus finanzas, cómo mejorar esta relación y detectar qué servicios de valor añadido podemos ofrecer a las mujeres para que se sientan más bien "tratadas".

En primer lugar, la banca debe incorporar valores femeninos en su discurso, y no sólo cuando se dirige a las mujeres, sino también a los hombres - quienes también buscan una banca "customer-centric". Y a pesar de que las mujeres se sienten en campo ajeno en tema de finanzas, quieren controlarlas y tener la educación financiera para poder ser dueñas de sus decisiones y de su futuro.

Sabemos que las mujeres se preocupan más por la planificación y buscan  herramientas Women-Friendly que les permitan gestionar mejor las finanzas y vivir más tranquilas. En este sentido, no hay nada más a favor de los bancos que la tecnología. ¡Así que aprovechémosla!

Si diseñáramos una banca online teniendo en cuenta las prioridades de la mujer, está claro que tendría que ser humanamente digital: una aplicación fácil, simple y ágil que permita poder hablar con un asesor financiero cuando sea necesario. Al fin y al cabo, ¿no sería de sentido común que una solución financiera adoptara el acento de lo "personal" y cotidiano?

Para dar esa mirada de género en la banca, vuelve a ser imprescindible usar bien la tecnología. Pero esta vez para disgregar el big data. Será crucial que desde el momento que un dato entra en el sistema del banco ya diferencie si es hombre o mujer quien hizo ese pago o movimiento, y así ir viendo la trazabilidad y el comportamiento de la clienta mujer (siempre que sea con tarjeta de crédito, claro).

Este nuevo banco Women-Friendly, sólo será creíble si nace a partir de la esencia.

Si es auténtico y lo transmiten desde el equipo humano del banco, la imagen publicitaria en los anuncios, los iconos en la banca online… Las personas en las oficinas y la imagen de la banca online. Si este cambio es real deberá ser desde dentro hacia fuera.

La mujer está ocupando cada vez más puestos de liderazgo y la industria de la banca todavía no les ha prestado la atención necesaria. Ahora es la gran oportunidad para que los bancos decidan hacerlo y hacerlo bien, y así conectarán de verdad con el 51% del planeta.

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