Pedropiedra mira a sus orígenes en su nuevo disco: “Los Beastie Boys me marcaron”
El gusto por el rap, en especial los hombres de "Sabotage", definen en parte la impronta urbana que el músico le dio a su quinto álbum de estudio. En conversación con Culto revela las claves de su colaboración con el productor Cristián Heyne, el proceso creativo tras la placa y hasta sus vivencias en los días del estallido social.
No recuerda el día, pero sí el momento. Fue una tarde de improvisación en el estudio cuando Pedropiedra dio con el nombre de su nuevo álbum. “Como hay temas con muchas partes rapeadas, dejábamos una pista para hacer apoyos, gritos y ahí salió el ‘Aló!’”. Con su olfato entrenado para detectar buenas ideas, el productor Cristián Heyne de inmediato reaccionó ante el clásico llamado que se escucha de cuando en cuando frente a las rejas de los hogares. “Se cagó de la risa, me dijo ‘déjalo’, así que lo pusimos dos veces en ‘Amar en silencio’”, recuerda el músico en conversación con Culto.
“Amar en silencio”, la canción dada a conocer en mayo de 2019, fue el primer adelanto del quinto trabajo de estudio del cantautor, estrenado este viernes 13 de marzo en las plataformas digitales. Según su autor, el detalle del grito fue más relevante de lo que parece.
"Cuando salió ese single, la gente ponía en los comentarios 'alooo' o 'estaba en mi casa escuchando y creí que había alguien en la puerta' -cuenta-. En los shows la gente empezó a gritar 'aló' y hasta algunos amigos me saludan así. Entonces empezamos a ponerlo en todos los temas, y decidimos ponerle así al disco; una palabra de tres letras, simple, perfecta para título".
La sencillez. Esa idea resumida en el grito de llamada es coherente con el ánimo con que el músico planeó su regreso a los lanzamientos discográficos tras Ocho (2016). Si aquel disco le tomó cerca de un año y medio de trabajo -"me demoré mucho en las letras", asegura-, en este eligió un camino más directo. Un atajo que le permitió tener el material en seis meses. En ello, dice, fue clave la sociedad con el productor musical Cristián Heyne, un hombre relevante en los trabajos de buena parte del pop chileno (Gepe, Javiera Mena, Dënver, entre otros), con quien nunca había trabajado.
"Lo de hacerlo con él se nos ocurrió al mismo tiempo a mi y a Rodrigo Santis [NdR: fundador y director del sello Quemasucabeza]. La idea era entregarle el disco a un productor hecho y derecho con más experticia en cuanto a hacer un álbum. Tenía buena onda de parte él las veces que nos habíamos visto, tenía las ganas de hacerlo entre dos personas".
Apenas se conocieron, Pedropiedra le mostró diez canciones al exintegrante de Christianes, aquella banda que dejó para la posteridad el efectivo sencillo, “Mírame solo una vez”. Sin embargo, Heyne no se conformó. Casi de inmediato sometió al músico a una exigente rutina de composición diaria. Así se comenzó a dar forma a un set de composiciones. Solo “Quinta Costa”, llegó al corte final del álbum.
-¿Qué le aportó Heyne a su música?
-Le aportó el sonido como limpio, súper pulcro. Cualquier idea al tiro va construyendo súper rápido, tiene mucho oficio. Proponía soluciones al instante, onda 'ya, esta canción que parta el coro al tiro'. Lo pasábamos bien, íbamos a comer, volvíamos. Me pidió más canciones porque las que tenía no estaban suficientemente buenas.
-Pero con tantos años de oficio como cantautor, ¿no es un golpe al ego que alguien le diga que sus canciones no son tan buenas?
-Para nada, porque nunca he pensado que soy tan bueno en lo que hago ¿cachai? sé perfectamente cuales son mis defectos y mis virtudes. Pero al momento de trabajar con un productor igual en un acto de confianza, un acto de fe. Aparte si voy a juntarme a discutir con Heyne, ¿para qué lo estoy contratando?, si es para que me sacara la chucha. Trabajamos harto.
El cantautor afirma que Heyne no dejó detalle al azar. "Él se dio el trabajo de ir a verme en vivo varias veces, luego me decía 'ya, este tema funciona bacán, este no tanto'. Como que me tenía confianza. Me decía que tenía que ser yo mismo nomás. No es de esos que te dice 'oye, como que le falta una balada al disco'. No, rescata lo mejor de cada uno. Lo que debe hacer un buen productor".
A un ritmo de trabajar dos a tres veces por semana, por cuatro a cinco horas, Pedropiedra dio forma a muchas canciones, pero solo nueve clasificaron para Aló!. Él define el proceso de selección "como la champions, una va pasando octavos y otras van quedando atrás. Hay temas que tomaron más pega, y mientras más trabajo te toma, como que se va perdiendo la frescura. Por eso fue bueno también que me haya hecho componer tanto".
"La verdad anda suelta"
Casi al final del proceso, llegó la canción que tiene el nombre del disco. La letra de "Aló!", en que hace referencia a los abusos de toda índole, a partir de la figura de un chancho, cobró significado a partir del estallido social. "La verdad anda suelta, aló!/si tú no la escuchas chao/Estoy harto de tanto chancho", dice en sus primeras frases. Sin embargo, esta composición en realidad tiene una historia anterior.
"La base la teníamos hace un rato, con otra letra. Invité a Mon Laferte a cantar ese tema, pero no pudo ir por un asunto contractual, así que me quedé con la pista que estaba buena. En el estudio estamos siempre viendo las noticias. Conversábamos y el ambiente ya estaba super denso desde antes del 18 de octubre, sobre todo porque era escándalo, tras escándalo. Esa canción salió muy rápido. Fue como 'quiero hacer una letra con un chancho', Heyne se quedó con el loop, yo me fui al estudio con un café y salió al tiro".
-Con ocasión del estallido participó en varios eventos en plazas, colaboraciones como la nueva versión de "El derecho de vivir en paz", entre otras ¿qué impresión le dejaron esos días?
-Eso nace de una necesidad de la gente de que no pare la música, el ritual, el baile.Te invitan y ahí hay que estar. Ahora, yo traté de ser discreto en mis declaraciones y no asumir la vocería de algo que es evidente para todos; hay tanta opinión que en verdad ¿quién necesita la mía? donde me tocó estar siento que había una cuestión tan genuina y tan de unidad que fue muy nuevo para mi, para todos. Ver cómo reaccionaba el país era muy interesante.
Vuelta por el rap
Si algo caracteriza la carrera de Pedropiedra es su desprejuicio a la hora de trabajar estilos. Desde la canción pop de sus primeros trabajos, la cumbia en el EP Bomba Nuclear, hasta los ritmos de inspiración urbana que suenan en tracks como "Perdido en Viña del Mar", que se emparentan con su trabajo cercano al rap en el grupo CHC, antes de ser solista. "Yo siento que cualquier cosa puede pasar, no me cierro a nada. No sé si porque lo mío son la letras y la melodía y no me importa el estilo, o porque me gusta todo tipo de música".
-¿Pero sentía que tenía una deuda con el rap?¿era algo que quería hacer?
-Totalmente, tenía ganas de hacer un disco así. El rap te permite meter harta letra en poco tiempo. Yo soy malo para bailar, pero si algo puedo bailar es el hip hop, me hace mover la pata y todo. Siento que el reggaetón, el trap, son como herederos igual del hip hop, me producen la misma sensación física. Como Cristián sabe leer súper bien las tendencias, él sentía que podíamos hacer un disco de sonoridad media actual, pero que conservara mi esencia anterior. No tenía ganas de hacer un disco de rock, con sonido de banda, sino algo con máquinas, poca gente, como quedó.
-¿Quiénes son sus raperos favoritos?
-El grupo que me marcó heavy fueron los Beastie Boys. Yo era un joven blanco del barrio alto, entonces me sentía evidentemente más identificado con ellos que con el hip hop de protesta o social. Los Beastie eran más fiesta, diversión, humor, como era yo a los 15-16 años. Ese fue mi modelo.
-¿Algún disco favorito?¿Ill Comunication?¿Check your head?¿Hello Nasty?
-Me gustan todos los discos, los fui a ver cuando vinieron en el 95' y les seguí la carrera hasta el último disco, sufrí mucho cuando se murió MCA [Adam Yauch]. Pero mis favoritas eran todos los noventeros californianos tipo Dr.Dre, Snoop Dog, y obvio que Tiro de Gracia y Makiza.
-Y a propósito de Makiza, que poco estrenaron documental, en sus redes sociales ha publicado fotos junto a dos integrantes de ese grupo: Cenzi y Seo2 ¿qué tan influyentes fueron ellos para su carrera?
-Con Sebastián Silva, de CHC, rayábamos con el Aerolineas Makiza y el cassette deVida Salvaje. Decíamos, 'hagamos un grupo así, seamos como Makiza'. No llegamos al punto de conseguir una chica para que cantara, pero sí de hacer hip hop más de esa onda, pensativo, bien elaborado.
“Entonces los conocí justo cuando se estaban separando -agrega-. Yo también trabajaba con Vicente Sanfuentes [en el dúo Hermanos Brothers]; él estaba en el computador, y yo tocaba la guitarra, el bajo, los teclados. No me quería meter ahí, pero cuando empecé a ver cómo trabajaban los Makiza, cómo hacían sus pistas y todo, caché que era entretenido trabajar así y ahí me quedé. Me acuerdo que fuimos con el Seo2 a un galpón en San Diego. Compramos las partes del compu, me lo armó y todo. Fueron muy generosos conmigo. El Cenzi me enseñó a usar el Cool Edit. De ahí nos invitaron a su lote, lo pasábamos bien, fumábamos pito, tomábamos cerveza, escuchábamos música. Me mostraron un montón de discos y ahí trabajamos decenas, decenas de canciones con el Cenzi. Fueron muy importantes para mí”.
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La costumbre de tener invitados en sus elepés -desde que Jorge González y Gepe cantaron en su primer disco homónimo, de 2009- es algo que Pedropiedra también repite en Aló!. En este caso destaca por la presencia de Álvaro Henríquez, el líder de Los Tres, a quien conoció en México, en la previa de una presentación. Esa noche, el penquista lo invitó a cantar "Olor a gas". Allí comenzó el vínculo. Tras cantar con él en otras dos ocasiones, el también integrante de Pillanes devolvió la gentileza y lo invitó a cantar en "Hipnotizada", el segundo single de adelanto del nuevo disco.
"Le escribí y le mandé el demo. 'Está la raja la canción', dijo. Llegó al estudio con dos guitarras eléctricas. Estuvo toda la tarde trabajando, grabó cinco capas de guitarras y cantó increíble", recuerda la voz de "Pasajero".
Según el artista, todas estas decisiones, tienen que ver con el momento actual del músico, quien ya pasó los cuarenta años. Se trata de disfrutar cada momento. Pero sin descuidar el trabajo. "Al principio nadie te conoce no tenía nada que perder, entonces haces nomas, con el tiempo vas pensando más las cosas, a estas alturas de mi carrera sacar un disco charcha o mal cuidado no está en las posibilidades".
Para junio está agendada la presentación de Aló!, en el Teatro Caupolicán. De momento, no hay información de posible cancelación o cambio de fecha debido a la propagación del coronavirus, que ya forzó la postergación del Lollapalooza Chile -en el que estaba invitado- y canceló conciertos como el de Samy Hagar y Wu-Tang Clan.
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