Crónica visual de la vida cotidiana de los mapuche
Desde el 10 de marzo Luis Sergio presentará en el Museo de Bellas Artes Pu Mapuche, una serie de 65 fotografías inéditas tomadas durante 10 años que retratan su vida actual en la Araucanía y Santiago.
"¿Sabes cortar leña? Ponte a cortar leña. Después quiero que me ayudes a picar papas". Era diciembre de 2004 y con esas palabras comenzaba una amistad entre el fotógrafo peruano-chileno Luis Sergio, de entonces 26 años, y la anciana mapuche Margarita Neiculeo. Luis Sergio llevaba tiempo buscando una comunidad que le permitiera documentar la real cotidianidad del pueblo originario, lejos de los libros que él mismo había encontrado investigando sobre la cultura. "Eran publicaciones que, por ejemplo, retrataban a mujeres de edad sembrando papas con joyas y vestimenta tradicional, cuando la realidad no es así. Sentía que eran imágenes muy manejadas para la foto", cuenta.
Esa mañana de diciembre, Luis Sergio dormía afuera de la casa de Neiculeo, ubicada en las cercanías del lago Budi en la Araucanía. La tarde anterior el fotógrafo le había contado sobre su proyecto de registrar la vida de la comunidad, pero la anciana -reticente a las visitas de extranjeros- se había negado a ayudarle. Ya era casi de noche y atrasado para tomar el bus de regreso, decidió dormir a la intemperie, para no incomodarla. "A las cinco de la mañana sentí un bastonazo en la espalda. Era Margarita retándome porque no le había pedido dormir adentro. Después de un rato me preguntó: ¿Sabes cortar leña? Ponte a cortar leña. Después quiero que me ayudes a picar papas", cuenta el fotógrafo que finalmente se quedó tres meses viviendo con Neiculeo.
Esa fue la primera de una serie de visitas que Luis Sergio realizó durante más de 10 años a la Región de la Araucanía, donde transitó desde la costa de Puerto Saavedra y las cercanías del lago Budi, hasta la laguna Icalma en la frontera con Argentina. "Margarita le dijo a toda la comunidad que yo era su nieto, hasta ahora todos creen que soy un familiar. Con el tiempo, he pasado hasta cumpleaños y navidades con ellos", cuenta. Y agrega: "Creo que soy un adoptado. Admiro esta cultura ancestral que también es parte de mi ahora".
Hoy, Luis Sergio -fotógrafo que ha trabajado en medios de prensa en Chile y Perú, entre ellos La Tercera- posee cientos de fotografías análogas y digitales del pueblo originario, que retratan principalmente sus hogares, trabajos con la tierra, rituales y juegos típicos. Parte de ellas vieron la luz en 2015 en la versión XVIII de PhotoEspaña en Madrid. Ahora, bajo la curaduría de Jorge Gronemeyer, una nueva selección de 65 imágenes -12 de ellas en color- se exhibirán a partir del 10 de marzo en el Museo Nacional de Bellas Artes, bajo el título Pu Mapuche (Los Mapuche). "En su mayoría son fotos en blanco y negro porque ha sido una cultura dura, que ha vivido masacres y se ha pasado a llevar en su manera de vivir por siglos. Ellos solo quieren su tierra y su naturaleza: su wallmapu como le llaman", afirma el fotógrafo.
De la Araucanía a Santiago
"Margarita fue el nexo con toda la comunidad mapuche", cuenta Luis Sergio sobre Neiculeo que falleció en 2014. "De a poco fui participando de todas las actividades que podía. Cuando los veía muy concentrados en lo suyo y sentía que era invisible, tomaba fotos", agrega.
Parte de eso se podrá ver en la exposición. Habrá, por ejemplo, una imagen que da cuenta del llamado Heluhún, un rito funerario de cuatro días donde la comunidad hace rotativas y bailes frente al ataúd, mientras un caballo camina a su alrededor. O el registro de una machi en el Hospital de Carahue, haciendo un machitún a una persona enferma. "Atrás de esa foto se ve un crucifijo que retrata de alguna forma el tema católico, en un contexto donde también está presente la medicina como ciencia y una parte de las costumbres ancestrales mapuches con este rito sagrado", explica.
Además de las imágenes tomadas en la Araucanía, también se exhibirá una serie de fotografías que retratan la vida del pueblo originario en la Región Metropolitana, en comunas como El Bosque, La Pintana, Cerro Navia, Puente Alto y Lo Prado. "Acá, en Santiago, mantienen sus costumbres ancestrales y luchan por sus espacios: tienen sus sitios sagrados, donde hacen reuniones y juegan el palín. Hice, por ejemplo, un retrato de una mujer artesana que hace bolsos y banderas mapuches, y las vende en la calle. También una foto del cumpleaños de una niña a la que su mamá le regala un kultrún (instrumento musical)", cuenta Luis Sergio, que también prepara un libro con las fotografías de la muestra a lanzarse en abril.
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