El encapuchado que salvó al coronel en la protesta
<P>El encapuchado era uno de los manifestantes que el jueves atacaron la van en la que viajaba el coronel Juan Gana y donde un suboficial terminó con fractura en el cráneo. Pudo agredirlo, pero, en vez de eso, lo ayudó a salir de esa difícil situación.</P>
SE había muerto la madre de un oficial amigo y tomaron Diagonal Paraguay para evitar la Alameda y así llegar a tiempo al funeral. El coronel Juan Gana Araneda iba junto a otros seis militares en una van gris, cuando al llegar a Vicuña Mackenna les bloquearon el camino: "Un muchacho encapuchado se puso delante del vehículo que nos antecedía, que era una 4x4, y el hombre no quiso atropellarlo ni mucho menos y se detuvo. Al momento de detenerse, otros jóvenes encapuchados bloquearon la ruta y nosotros quedamos atrapados detrás de esa camioneta, tapados por atrás y por los lados, en medio de la manifestación".
Eran las 11.43 del jueves y los cuatro minutos que siguieron serían diferentes a todo lo que el coronel Araneda -de 47 años, que fue jefe logístico de la misión chilena en Haití cuando en 2010 ocurrió el terremoto, y que hoy trabaja en el Comando de Operaciones Terrestres- había experimentado.
Los manifestantes rápidamente notaron los uniformes grises y comenzaron a golpear el vehículo, a insultarlos y a lanzarles piedras. "No me podía quedar metido adentro del vehículo para que nos quemaran adentro", recuerda Gana. Eran, al menos, un centenar.
El militar se bajó de la van, pero la situación no mejoró. Empezaron a gritarle y a arrojarle palos y piedras. Gana dice que "cuando me daba vuelta y les daba la espalda, ahí me tiraban cosas. Pero de frente ni uno me tiró una sola piedra".
Gana sabía que debía moverse rápido y empezó a avanzar hasta la 4x4 que tenía enfrente, para hacer reaccionar a su conductor. Bastaba con que la camioneta avanzara unos centímetros para que la van pudiera salir de allí atravesando el bandejón central. Ese era el plan, pero los encapuchados lo estaban rodeando.
El fotógrafo de EFE Mario Ruiz estaba cubriendo la convocatoria a la marcha por las reformas en la educación cuando se encontró con una imagen que no había visto en sus 20 años de carrera: "Se bajó el jefe de ellos de la van y lo empezaron a tratar de asesino y él dijo que no había matado a nadie. Y ahí aparece un encapuchado, que era gigante, y lo protege con su cuerpo. Después los dos, al mismo tiempo, levantan la mano, diciendo: 'Paren, paren' (...). Lo rescató de la turba".
El coronel recuerda bien ese momento: "No tengo idea quién habrá sido, pero como me vio en inferioridad numérica, él y otros dos más les señalaban a los otros atacantes que no me agredieran, que estaba solo".
La 4x4 le dio el espacio necesario para avanzar y Gana volvió a la van, escoltado por el desconocido, que cubría su cara con un suéter azul y gris: "Me fui caminando a la camioneta y él me acompañó. Otro grupo venía detrás mío tirándome cosas, pero afortunadamente no me golpearon y logré llegar al vehículo".
La van, mientras tanto, había sido atacada: "Fue con lo que más tenían: piedras, fierros, palos. Dejaron a tres heridos, uno con fractura de cráneo".
Se trata del suboficial mayor Fernando Zegarra Zúñiga, que ayer estaba grave, en la UTI del Hospital Militar. Un mayor y un sargento también terminaron con contusiones.
El fotógrafo recuerda que, antes de dejar al coronel en el vehículo, el encapuchado le soltó escuetamente: "Váyanse de acá, mejor".
Gana detalla que salieron de allí pasando por encima de la barricada y que llegaron al hospital sólo con la llanta de una de las ruedas. Ayer, tras reflexionar unas horas sobre lo ocurrido, afirmó: "Yo estaba protegiendo a mi gente, a la que estaban agrediendo de forma barbárica, y lógicamente que pensé que podían matar a alguno de mi personal (...). Pero la situación era tan tensa, tan crítica, que había que hacer algo".
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