Senado rechaza acusación a Piñera, a pesar de alineamiento opositor y abstención de Ossandón
A pesar de ser mayoría y reunir 24 votos a favor del primer capítulo del libelo, la oposición no alcanzó el piso de 29 apoyos necesarios. Pese al costo interno que significó lograr ese ordenamiento, en el bloque opositor valoraban que al menos se dio una advertencia severa al Mandatario. En tanto, el gesto del senador de RN fue más bien simbólico.
“Se rechaza la acusación contra el Presidente de la República, Sebastián Piñera”, fueron las palabras finales de la titular del Senado, Ximena Rincón (DC), al dar por cerrada la jornada de debate, donde se analizó el libelo contra el Mandatario a raíz de sus eventuales vínculos por la venta de la minera Dominga.
En vista de que era un hecho de que la acusación no pasaría la valla del Senado, debido al alto quórum requerido de 29 votos, la principal apuesta de la oposición fue tratar de alinear a todos los senadores del sector para lograr una mayoría y hacer una advertencia a Piñera, al que se le reprochó constantemente en los discursos su historial de conflictos de interés.
Así, tras una reunión-almuerzo realizada en el cuarto piso de la Cámara Alta, los senadores opositores se comprometieron a votar alineados, conscientes de que de los 24 votos de la oposición no serían suficientes para destituir al Presidente. En la cita, algunos transparentaron sus reparos y que estaban inclinados para abstenerse o votar en contra.
En todo caso, los matices se manifestaron al momento de votar los dos capítulos del libelo (con uno bastaba para aprobar la acusación).
El primer capitulo, que señalaba una vulneración de parte de Piñera al “principio de probidad y el derecho a vivir en un medio libre de contaminación”, tuvo 24 votos a favor con toda la oposición alineada, 18 en contra (todos senadores de Chile Vamos) y una abstención (el RN Manuel José Ossandón).
El segundo capítulo, en tanto, que acusaba al Presidente por haber “comprometido gravemente el honor de la nación”, solo concitó 22 respaldos (todos de la oposición) y 20 en contra, incluyendo a los senadores del oficialismo, más Ximena Rincón y Francisco Huenchumilla (DC), quien explicó que dado que el Presidente es el responsable de la política exterior no había llegado a la convicción de que el Mandatario había cometido una falta constitucional. Ossandón, en esa parte, también se abstuvo.
Si bien a la defensa del Presidente le bastaba mantener relativamente ordenadas las filas oficialistas para que la acusación no prosperara, la sorpresa fue el desmarque de Ossandón, quien es candidato a la reelección por Santiago.
“He dicho siempre que no comparto la manera en que mezcla los negocios con lo público”, dijo Ossandón, quien agregó que los antecedentes de la presentación contra el Mandatario, más allá de la presunción, tampoco le permitían hacerse una convicción de que hubo un intento de beneficiar a su familia.
Su gesto, en todo caso, era más bien simbólico, dando cuenta de una crítica a Piñera, ya que en la práctica las abstenciones igual se suman al rechazo.
Suspenso opositor
Las dudas del legislador de RN, no obstante, eran compartidas por un grupo de senadores opositores que hasta ayer en la mañana mantuvieron el suspenso. Entre ellos figuraban la misma presidenta del Senado, Ximena Rincón, y su vicepresidente, Jorge Pizarro (DC).
En el PPD, por su parte, había incertidumbre por el voto de Guido Girardi y Ricardo Lagos Weber.
Todos ellos, sin embargo, aseguraron a sus pares que votarían alineados con toda la oposición.
Según algunos senadores consultados por La Tercera, en la reunión-almuerzo, particularmente Rincón sinceró sus reparos, que fueron secundados por Lagos Weber. Si bien compartían las críticas al actuar de Piñera, su inquietud se basaba en que aprobar una acusación contra un Presidente de la República generaba un “precedente” complejo. En el actual contexto de convulsión social, el hecho podría convertirse en un nuevo golpe a la institucionalidad.
Girardi, por ejemplo, al anunciar su voto a favor de la acusación, igualmente admitió en la sala que el “precedente” fue un factor y que esta era una de las votaciones más difíciles que le había tocado. “No es fácil (votar) una situación tan extrema como una acusación a un Presidente de la República, porque genera precedentes y consecuencias”, dijo.
Al intervenir al final de la jornada, Rincón dijo que pensaba no fundamentar su voto, dando a entender que estaba complicada, ya que discutir la destitución del Presidente, a cuatro meses que deba dejar el cargo, era un tema que “contribuía a debilitar la democracia”, que es “feble y hoy está en un proceso de transformaciones y cuestionamientos”. Sin embargo, al justificar su voto a favor en el primer capítulo, añadió que “Sebastián Piñera nos ha demostrado que, en el ejercicio de su cargo y en otros planos de su vida, ha tenido comportamientos que tampoco ayudan proteger la democracia y la institucionalidad del país”.
Pizarro, en tanto, fue crítico y dijo que este episodio era la “gota que rebalsó el vaso”.
Los votos firmes
En la oposición también hubo dudas por el voto de la senadora DC Carolina Goic, quien la semana pasada se había desmarcado en dos votaciones clave, al rechazar el cuarto retiro y aprobar la prórroga del estado de excepción constitucional en el sur. Sin embargo, desde ayer Goic ya venía transmitiendo a sus pares que aprobaría el libelo. “Ostentar la primera magistratura no puede ser una suerte de blindaje a actitudes personales reñidas con la ética y la probidad”, dijo la senadora magallánica al anunciar su aprobación.
En tanto, el comité PS siempre estuvo completamente alineado a favor del libelo. En esa misma línea estaba gran parte de la bancada PPD y los senadores DC Francisco Huenchumilla y Yasna Provoste, quien a pesar de su cautela en días previos, ya estaba decidida a actuar en sintonía con la mayoría opositora.
Al hablar en el hemiciclo, Provoste fue una de las más severas. “Lamentablemente, el Presidente Piñera ha hecho de la imprudencia, de su inconsistencia, avaricia y conflicto de sus intereses, una constante, un patrón de conducta”, dijo.
Pesimismo y divergencia
El alineamiento opositor, sin embargo, no fue sencillo. De hecho, ayer en la mañana algunos admitían que aunque se lograse la unidad, las relaciones políticas habían quedado muy resentidas.
A las 8 de la mañana, por ejemplo, antes de la sesión, Ximena Rincón, convocó a una cita telemática para tratar de mejorar el clima y la comunicación dentro del bloque opositor, donde varios admitían su molestia por episodios de la semana pasada, como las votaciones por un cuarto retiro y la prórroga de un estado de excepción constitucional en cuatro provincias de La Araucanía y el Biobío.
El encuentro fue más accidentado de lo habitual. Si bien algunos senadores señalaron que al menos se pudo conversar un poco. Otros dijeron elegantemente que tuvieron problemas para conectarse, mientras algunos admitieron que derechamente no quisieron sumarse en señal de molestia.
El lunes en la tarde los parlamentarios de oposición habían hecho un primer esfuerzo para ponerse de acuerdo. Pero esa cita tampoco logró el quórum requerido.
Lo ocurrido ayer daba cuenta de las secuelas de la última semana en el Senado, que dejó un saldo de divergencias que, para algunos legisladores, ya eran insalvables dentro de las fuerzas políticas que conformaban la antigua Concertación.
La presión que se generó para votar el cuarto retiro previsional (donde eran varios los senadores con reparos) y la descoordinación que hubo en el bloque opositor al votar la prórroga de estado de excepción terminaron desvaneciendo el sueño de unidad que un grupo de senadores vio en un momento detrás de la candidatura presidencial de Yasna Provoste.
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