El narcotráfico vuelve a fascinar a la TV
Hoy parte el telefilme basado en la narcotraficante Griselda Blanco (Catherine Zeta-Jones). Su director de fotografía, ganador de un Oscar, adelanta la trama.
Durante su carrera, Guillermo Navarro ha tenido que llevar a la pantalla grande a demonios, criaturas mitológicas, monstruos gigantes y robots asesinos. El director de fotografía ha sido la mano derecha de su compatriota Guillermo del Toro en seis de sus películas, incluyendo El espinazo del Diablo, El laberinto del fauno (por la que Navarro ganó el Oscar) y Titanes del Pacífico.
Pero en su más reciente proyecto, Navarro deja cualquier dejo de fantasía atrás. "La aproximación visual que le di fue completamente distinta a la que he realizado en mis trabajos de ficción. Quería que acá todo se sintiera realista. Son cosas que efectivamente pasaron en lugares reales. No había que pensar en una realidad paralela, ni en un mundo de fantasía, entonces quise darle un tratamiento muy objetivo. Esta es una realidad muy dura y así quería plasmarla", dice a La Tercera. El mexicano habla de Griselda, la reina de la cocaína, telefilme que el canal Lifetime estrena esta noche a las 23 horas.
Además de encargarse de la fotografía de la cinta, dirige la historia de Griselda Blanco (Catherine Zeta-Jones), quizás la mujer más infame en la historia del narcotráfico. La película sigue a Blanco desde su adolescencia en Colombia hasta su ascenso a la cima del imperio de la cocaína en Miami, donde incluso desde la cárcel se las ingenió para seguir su millonaria operación, dejando literalmente cientos de cuerpos en el camino.
"La droga siempre ha sido un tema preocupante en Latinoamérica, y que creo que vale la pena entender. Por eso ya había aceptado dirigir algunos episodios de Narcos, porque creo que hay que entender la responsabilidad de los grandes mercados que la consumen, porque no es sólo responsabilidad de los países que la producen, que son los que terminan sufriendo", explica Navarro.
La historia de un narcotraficante latino provocándole más de un dolor de cabeza a EE.UU. no es necesariamente novedad, pero la de Blanco no es simplemente una de esas historias. "El hecho que aquí la protagonista sea una mujer le da una perspectiva muy distinta al resto de las historias de este tipo", asegura el director, agregando; "Catherine Zeta-Jones me ayudó mucho a construir el personaje, y el poder explorara como a un ser humano, que producto de sus circunstancias y de haber crecido marcada por abusos y violencia, la transformaron en lo que se convirtió. Su historia es un drama tremendo".
Ya haciendo su propio camino, donde ha dirigido capítulos de importantes series, desde Narcos hasta Luke Cage, Navarro de todas maneras se pone contento por Del Toro y La forma del agua -"se lo merece absolutamente (su Oscar)"-, y asegura que su éxito es sólo un síntoma más de una realidad en el cine actual. "Los latinos llevamos muchos años pasando un buen momento en Hollywood y en todo el mundo. No sólo por los premios, sino por el trabajo logrado. Hemos pasado de ser sólo considerados para historias latinoamericanas a poder contar historias más universales", concluye.
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