Aunque se dan una serie de condiciones superespecíficas, dentro de la historia de Nicole Coquelet y su casa hay muchas generalidades en las que otros pueden reflejarse: si la vida que ofrece la ciudad ya no satisface, si queremos tener una vivencia del tiempo y de la naturaleza amplificada, si la tecnología permite seguir trabajando, hay que atreverse a buscar nuevos escenarios. Nicole es uno de esos casos, no de éxito, mejor aun, de felicidad.
Pablo Andulce
20 nov 2020 12:48 PM