El ministro de Hacienda indicó ayer en TVN que el aumento sería de 1,4%. Hoy desde Hacienda rectificaron esa cifra y afirmaron que será 1,2%. Ambas de todas formas muy debajo del 4,2% que traía la ley del erario fiscal. La reducción se explica principalmente por la mayor base de comparación debido a la alta ejecución efectiva observada durante 2022, respecto a lo que se había proyectado en el momento de la elaboración del Presupuesto 2023.
"Existe una oportunidad de oro para cambiar esta realidad y aspirar a un Estado 2.0. En la nueva Constitución se abre una ventana única para incorporar la modernización del Estado como un elemento estructurante y repensar el gasto público desde cero."
De acuerdo a la Dirección de Presupuesto, a noviembre el gasto de capital -inversión y transferencias de capital- muestra un porcentaje de ejecución de 64,6% frente al 67% del año pasado a igual fecha. Asimismo, los gobiernos regionales tampoco han logrado un avance sustantivo. Al penúltimo mes del año anotan un avance de 59,9% de su presupuesto vigente para inversiones, lo que resulta inferior al 68% del año pasado. Con todo, la ejecución del gasto del Gobierno Central Presupuestario alcanzó un avance de 93,3%
En cadena nacional, el Presidente de la República informó que el gasto fiscal crecerá 4,2% el próximo año y que los énfasis estarán puestos en gasto social, con un alza de 8%; en reactivación, donde los recursos para infraestructura aumentarán 5,5%, y en seguridad ciudadana, con 4,4% de expansión. Más temprano, el ministro de Hacienda adelantó que en 2022 habrá un superávit estructural, el primero desde 2015.
"El desbalance de la cuenta corriente es insostenible. En otras palabras, se requiere un fuerte ajuste en el gasto interno para no exponer al país a ser considerado riesgoso, lo que en el camino implica una depreciación cambiaria significativa o con tasas de interés mucho más altas."
Los expertos afirman que se avanza en la dirección correcta para alcanzar la meta anual de una contracción de 25,2%, pero para lograrlo, de mayo a diciembre el descenso del gasto fiscal debe promediar 30%, aproximadamente.
El organismo advirtió que el "desvío histórico" respecto de la meta de déficit estructural requiere consolidación fiscal realista, pero exigente.
A partir de marzo, el gobierno deberá sintonizar con los nuevos equilibrios de poder en la Cámara Alta de manera de viabilizar sus emblemáticas reformas tributaria y de pensiones. Senadores de diferentes tendencias ya han marcado sus posturas, lo cual anticipa dura tarea para el Ejecutivo y su estrategia política.
El órgano autónomo envió un documento a la asamblea y advirtió que nose trata de un principio "que presuponga un determinado tamaño del Estado, sino que debe estar presente cualquiera sea la dimensión de éste”.
Julius Baer espera que la economía crezca apenas un 2,5% el próximo año.
El recorte se traduce en una caída en casi US$20.000 millones. De esta manera, el déficit fiscal estructural pasará desde 11,5% a un 3,9% del PIB, en busca de ir recuperando los equilibrios fiscales.
Las ayudas potenciales entre 2020 y 2021 totalizan US$38.372 millones. Este es el desembolso potencial, pero se han ejecutado hasta ahora el 55%, totalizando US$15.501 millones.
El Consejo Fiscal Autónomo presentó su informe anual ante la Comisión Mixta Especial de Presupuestos, entregando distintos escenarios para la deuda pública que fluctúan entre 59% del PIB y 37,6% al 2025. Ante este complejo panorama, la entidad insistió “en la necesidad de que se generen consensos políticos transversales sobre la consolidación fiscal".
Los expertos mencionan que con estas proyecciones de PIB y precio del cobre habrá mayores recursos para elaborar el erario fiscal, lo que le entrega un mayor espacio para que el gasto se contraiga en cifras menores al 25% que estimaron las autoridades económicas.
