Cecilia Pérez y el legado de Piñera: “Esa derecha tradicional no lo sentía propio y eran profundamente envidiosos”

Cecilia Pérez: “Piñera hace mucha falta” Mario Tellez / La Tercera

Dice que en lo personal Sebastián Piñera era como su padre político. En la esfera más política, la exministra afirma que el piñerismo es “más que una marca” y que aquellos que lo critican olvidan que él fue el único hombre de la derecha democrática que logró llegar a La Moneda. “Lo remarco, porque a algunos se les olvida”, señala.


Lejos de la primera línea. Así está hoy Cecilia Pérez. Tiene razones políticas, pero también personales. El duelo por la muerte del expresidente Sebastián Piñera la golpeó fuerte. “Fue un shock”, dice.

Recuerda que ese 6 de febrero del 2024 estaba en el Cajón del Maipo con su pareja y una de sus hijas la llamó: “Mamita, parece que se murió el tío Presidente”. Ella le dijo que era imposible, pero ante la insistencia de su hija empezó a llamar y habló con Andrés Chadwick. El exministro del Interior de Piñera le dijo que había habido un accidente y que él iba en camino. Estaba a 40 minutos del lugar del accidente.

Luego Cecilia Pérez, una de las exministras más cercanas a Sebastián Piñera, supo que esa noticia era verdad. “No lo podía creer. Para mí, él era como Superman. Hacía parapente, subía cerros, se tiraba río abajo, piloteaba… Por eso, siempre pensé que él moriría de viejito, pero jamás en un accidente”, afirma.

Hoy, quien fue ministra vocera en el primer y segundo gobierno de Chile Vamos, trabaja como jefa de gabinete del actual alcalde de La Florida, comuna donde ella creció. Llegó ahí de la mano de Rodolfo Carter, su amigo personal. También es vicepresidenta de la U, directora de Azul-Azul, miembro del directorio de la Fundación Niño y Patria, secretaria general del Comité Paralímpico y parte del Tribunal Supremo de Renovación Nacional, su partido. Es decir, no está en retiro. Sólo cambió de escenario.

¿Qué era para usted Sebastián Piñera?

…Con el paso del tiempo me he preguntado ¿por qué duele tanto? Yo tengo a mi padre vivo, a mi madre también. Somos una familia muy unida, muy parecida al tipo de familia que formó el Presidente con la Ceci Morel. Por lo tanto, siempre me sentí muy cómoda con ellos, con sus niños y nietos… Quizá por eso lo que yo sentí con su partida fue un dolor tan grande. Es como si se hubiese muerto tu padre político.

¿Esa categoría le da en su vida?

Sí. El Presidente Piñera fue como mi padre político. Yo siempre he tenido mentores que han marcado distintas etapas de mi vida en el servicio público y político, partiendo por la Lily Pérez, por el Cote Ossandón, Carlos Larraín y el Presidente Piñera.

¿Pero sólo a él lo llama padre?

Así es. Después de haber procesado mucho este duelo, llegué a esa convicción: para mí fue un padre político.

¿Y su muerte la dejó en la orfandad política?

Absolutamente. Y eso también tiene relación con mi renuncia a estar en la primera plana de los liderazgos políticos o incluso de haber aceptado enfrentar una candidatura. Aquí, en la Municipalidad de La Florida, encontré un espacio maravilloso y trabajando con Rodolfo Carter, que es como mi hermano político.

¿Tanto así?

Totalmente. Nos criamos de potrillos. Y para mí las cercanías personales son muy importantes.

¿Los vínculos?

Sí, porque la política no puede ser una transacción. Generalmente, en la política se pasa muy mal. Es un camino muy solitario. La única forma de poder sacar adelante tus proyectos, en medio de ese mundo tan hostil, es teniendo soportes emocionales que piensen parecido a ti. Y que cuando te vaya bien, estén contigo. Y cuando te vaya mal, también.

Eso no se da tan fácil…

No. No se da. Te botan…

“Crisis moral”

Cecilia Pérez fue una figura importante en los gobiernos de Sebastián Piñera. ¿Por qué su total salida de escena??

Fue una decisión... Pasaron dos cosas. A mí el efecto del estallido, racional y emocionalmente, me desniveló los chacras.

¿Como que se salió de eje?

Claro. O sea, entendiendo que había necesidades y demandas, yo no podía comprender cómo podía ser que nos enfrentáramos como enemigos a través del uso de la violencia. No estoy hablando sólo de lo que le hicieron al Metro, sino a la gente. El saqueo al almacenero, al señor de la botillería. Parecía que ese tipo de agresiones daban lo mismo. Pero a mí me quebró en términos de si valía la pena. Y a esa desilusión, si le sumas el nivel de agresión que hay en la discusión política, es el desencanto total.

¿Así de tajante?

Es que es un asunto muy profundo. El debate político no permite avanzar, llegar a acuerdos, cuidar las formas. Pero eso sucede en todos los ámbitos del país y en todos los estratos sociales. Sinceramente, pienso que Chile está en una profunda crisis moral. Y al final, esta crisis moral lleva a que a la mayoría le dé lo mismo hacer trampa.

En la derecha de Piñera, usted también representó la llegada de mujeres y el ascenso de la meritocracia. No venía de la élite…

Absolutamente. Yo vengo de La Florida y estudié en un colegio de la comuna de San Miguel. Alguna vez, cuando se hablaba de los mejores, un medio tituló que yo era la negrita de Harvard. Fue bien polémico, pero al leer el artículo se valoraba el ascenso de una clase media y el respeto a esa diversidad. Eso pasó en los gobiernos del Presidente Piñera.

Pero también se habla de una elitización de la política…

Este tema del clasismo, de venir de los colegios de siempre, de las universidades de siempre, no sólo lo vemos en la derecha. También es visible en la centroizquierda y, particularmente, en el Frente Amplio. También son de los mismos colegios, de las mismas universidades. No lo critico. Está muy bien, pero no representan el Chile diverso. Yo creo que bajo los gobiernos de Piñera el tema se abrió. Se valoró a las personas por lo que eran y había una genuina diversidad.

Cecilia Pérez: "El Presidente Piñera fue como mi padre político". Mario Tellez / La Tercera

El legado

¿Existe el piñerismo?

Sí, existe. El piñerismo es más que una marca. Es un estilo de entender las cosas, de trabajar. Todos los que fuimos parte de sus dos gobiernos lo sabemos. Además, el Presidente formaba buenos equipos. Y eso se mantiene hasta el día de hoy. Podemos estar detrás de distintos liderazgos, pero esa complicidad no se va a perder nunca.

Evelyn Matthei, ¿es la heredera del piñerismo?

Evelyn fue parte de nuestro primer gobierno. Tremenda ministra del Trabajo. Gran amiga. Pero yo creo que es súper injusto estar hablando de herederos. De hecho, esa fue una de las cosas que me provocaron como un revoltijo del estómago los días de los funerales de Estado.

¿Qué cosa?

Que de inmediato empezaron a buscar a los herederos. O sea, los periodistas tienen derecho a preguntar lo que quieran, pero dentro de las personas de la centroderecha empezaron rápidamente a decir quién era o no el heredero o heredera. Eso me golpea para mal. Me desagrada profundamente.

¿Por qué tanto?

Porque los herederos del Presidente están claritos: son Cecilia Morel, sus hijos, sus nietos y se acabó. Pero, además, porque todas las personas somos distintas. Es una falta de respeto -incluso para la Evelyn- estar comparándote con otro.

La herencia tiene que ver con el posicionamiento político. Él llevo a la derecha al centro. En ese sentido le preguntaba por Matthei…

Claramente, él instaló una centroderecha. Y creo que esa es la razón por la que fue Presidente en dos períodos. O sea, Sebastián Piñera ha sido el único Presidente democrático de derecha después de la dictadura. Lo remarco, porque a algunos se les olvida. Además, él tuvo la virtud de liderar la política de los acuerdos.

También tuvo detractores. Hay sectores de la derecha tradicional que dicen que él no levantó las banderas de la derecha clásica y que luego entregó la Constitución…

No hay nada más fácil que crear consignas vacías. ¿Qué es eso de que entregó la Constitución? Es refácil opinar desde afuera y sin haber estado nunca en el asiento presidencial. Parece que algunos olvidan lo que fue el estallido; olvidan que estuvimos al borde de perder la institucionalidad democrática. Tenías el país incendiado, saqueado. Lo que el Presidente Piñera hizo fue defender la democracia. Algún día se van a dar cuenta. El juicio de la historia, más temprano que tarde, lo va a reconocer.

¿Dice que Piñera fue un incomprendido en ese mundo de la derecha tradicional?

Es que vuelvo al punto. Cuando algunos dicen que Piñera abandonó los principios de la derecha, me pregunto ¿cuáles son esos principios? ¿La libertad? Bueno, ¿cuándo hubo más libertades? Bajo qué gobierno se consagró el matrimonio civil entre personas del mismo sexo, o la ley de identidad de género… Y si hablamos de los principios económicos, ¿qué mayor movilidad social, progreso y desarrollo es el pleno empleo? Eso es de derecha.

Convengamos en que hay varias derechas. Hoy más que nunca.

Es verdad.

La pregunta es si esas derechas surgen porque al irse al centro Piñera descuidó el flanco derecho…

Piñera siempre fue un hombre de centro. Por algo solo él ha logrado ser Presidente de Chile. Y cada vez que lo hemos intentado, siendo puramente la derecha, no lo hemos logrado. Hay que remarcar el punto. Lo otro es que en el mundo entero se han extremado posiciones. No tiene que ver con el mapa de la derecha chilena.

¿No es una derrota del “piñerismo” que haya crecido la derecha más dura?

En la derecha siempre estuvieron todas esas voces. Pero pensar que los extremos van a ganar terreno en las próximas elecciones, yo lo dificulto. Además, a José Antonio Kast, al Partido Republicano no los encuentro derecha extrema. Son una derecha conservadora que siempre existió.

¿Y Johannes Kaiser?

No quiero ningunearlo, pero lo sigo poco. Lo escucho poco. Más allá de las cuñas, aún no conozco bien su contenido.

¿Y Rodolfo Carter? ¿Qué derecha representa?

Rodolfo representa una centroderecha que a mí me refleja absolutamente. Sobre todo en los temas que afectan a la clase media o cómo superamos la pobreza. Incluso, en los temas de seguridad ciudadana y en su convicción de que esto no es un asunto de mano dura, sino que lo que se necesita es que se cumpla la ley.

¿Por qué cree que no logra un espacio en el mapa de la derecha clásica?

Rodolfo siempre ha estado en Chile Vamos. Fue militante de un partido, renunció, y aunque es independiente, es genuinamente del sector. Pero si le cierran las puertas a competir en una primaria presidencial... Yo no lo entiendo. No hay que descubrir la rueda para saber que si amplías y sumas actores logras un mejor resultado. Hay que pensar en eso. La necesidad de contar con mayorías en el Parlamento. Y eso requiere unidad…

No es fácil. En la derecha hay una historia de tropezarse, anularse, infligirse heridas…

Eso es muy cierto. A mí me sorprende el piso de 30% de apoyo permanente del Presidente Gabriel Boric. Haga lo que haga, meta o no la pata, tiene un piso de apoyo duro.

¿Y qué quiere decir con eso?

Que tanto en Sebastián Piñera 1 como en el 2, los nuestros no te perdonan una. Nosotros llegamos a estar en el umbral más bajo de desaprobación. ¿Por qué? Porque la gente de la derecha no te perdona ni una. No se dan cuenta de que para gobernar necesitas el Parlamento a tu favor y que negociar no es un pecado.

Al final de los finales, ¿Piñera fue una figura resistida en la derecha tradicional?

Yo creo que sí. Injustamente resistido, pero yo creo que era por dos cosas: la primera, porque esa derecha tradicional no lo sentía propio y, lo segundo, porque eran profundamente envidiosos…

¿Envidiosos?

Sí. Les habría encantado llegar hasta donde llegó él.

“Hace falta”

De algún modo, da a entender que Rodolfo Carter podría encarnar bien el piñerismo. ¿Más que Matthei?

Es que esto no se trata de Rodolfo Carter ni de Evelyn Matthei. Tampoco de Ximena Rincón. Se trata de cómo se construye unidad. Y aunque ya se han excluido, habría sido ideal tener a Johannes Kaiser y José Antonio Kast en una misma primaria. Se trata de sumar, no de restar. No de ir contra alguien. Ese fue uno de los grandes errores que cometimos tantas veces en el pasado. El Presidente Piñera nos decía siempre que cuando nos dividimos, pierde Chile, y que cuando nos unimos, ganamos todos. Por eso insisto: esto no es contra alguien… No puede ser contra la Evelyn ni contra nadie. A la Evelyn hay que cuidarla, porque, sin duda, está en la pole position. Pero esto tampoco puede ser contra Rodolfo.

¿Y ve que eso está pasando?

Lo que veo es que algunos de los que quieren proteger a la Evelyn dicen: “No hay que tener primarias”. Yo digo: “Los cuidados del sacristán pueden terminar matando al señor cura”. Una primaria sirve para debatir ideas, para tener diversidades y luego para que todos nos pongamos detrás de quien gane.

¿Hay una resistencia en la derecha tradicional a la figura de Rodolfo Carter?

Totalmente. Y pienso que es porque Rodolfo representa una mirada distinta, la mirada de la clase media, del Chile real. Yo he visto entrevistas donde lo ningunean. Me pregunto: ¿No saben que con eso están ninguneando a la mayoría de los chilenos? Porque la mayoría venimos de una cuna de esfuerzo, del mérito.

Lo último, ¿se nota un vacío de poder luego de la muerte de Sebastián Piñera?

Se nota mucho. Sobre todo en poder ordenarnos, en establecer puentes entre las distintas fuerzas de derecha. Él sellaba la unidad. Piñera se ganó el derecho de llamarnos a todos y decirnos: “Se ordenan, porque Chile está primero”. Su liderazgo fue único. La verdad, Piñera hace mucha falta.

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