Cristián Cuevas: “Lo que la Lista del Pueblo ha hecho conmigo no es aceptable”
“Yo estaba en mi casa tranquilo y fueron ellos los que me invitaron”, dice el precandidato presidencial, y emplaza a la LDP a explicar por qué cambiaron las reglas del juego. “Esto no es un juego de tronos”, sostiene.
Es jueves y Cristián Cuevas, el dirigente sindical, exagregado cultural y activista de las disidencias sexuales, se sienta en la cabecera del comedor a conversar. Está en la casa de su amiga Carla, en Peñalolén, resolviendo sus últimos trámites antes de dirigirse a su hogar en Los Andes, donde apenas ha podido ir desde que recibió un llamado de uno de los dirigentes de la Lista del Pueblo (LDP), Leonardo Ponce, que le cambió por completo su agenda.
La opción de ser candidato presidencial por la fuerza que irrumpió en la Convención Constitucional se le apareció por sorpresa al exmilitante del Partido Comunista. Sin embargo, el sueño duró tan solo unos días y, luego de una confusa semana marcada por las tensiones internas del colectivo, la LDP lo terminó dejando fuera de su improvisada “consulta ciudadana”. Una complicación extra para una candidatura que también necesita recolectar más de 33 mil firmas para inscribirse.
Horas después de esta entrevista, la LDP desechó la opción de Cuevas. El no aceptó más preguntas y se limitó a comentar que “nosotros firmes continuamos en esta tarea”.
¿Por qué se enredó su candidatura?
La verdad es que desconozco, porque me reuní con ellos. No quiero ahondar en lo que pasó ahí. En Victoria Popular habíamos decidido que nuestro candidato no era Gabriel Boric, por tanto, teníamos una cuestión que era común, que más allá que apoyamos a Daniel Jadue (en las primarias), no teníamos ningún compromiso de apoyar a Boric y estábamos a la espera de la emergencia de algún candidato de los espacios alternativos. Se evaluó los pros y contras, entendiendo que la Lista del Pueblo es un espacio emergente, que no tiene una densidad orgánica y que obviamente es nuevo, y mi reflexión es que era una oportunidad para representar las ideas del mundo del trabajo y social.
¿No cree que ha sido improvisado todo el proceso en la LDP?
Tiene que ver con su propio proceso de construcción... lo que pasa es que asumir una candidatura presidencial o de representación popular no es locura. Debe tener mucha responsabilidad. El viernes pasado me reuní con ellos en un centro que tienen en Ñuñoa, donde conversamos y les hice ese planteamiento. Dije que podía hacer todos los monos que quisieran, pero antes construyamos para qué vamos a hacer esto.
¿Qué le pasó cuando salió el documento en que lo desconocían y llamaban a primarias?
Eso nunca existió. Nunca. Nunca. Nunca. Si a mí me dicen “mira, compañero Cuevas, queremos que usted vaya a una primaria con estos y estos otros”, yo sabría esa reglas del juego y me someto a eso. Tuvimos esa reunión, concordamos una agenda y quedamos de juntarnos para construir el relato y la salida pública.
¿No les planteó su molestia por la consulta?
Es que nunca lo plantearon.
¿Y posterior a que saliera el comunicado, en que señalaban que harían esta consulta?
Es que después que salí de esa reunión ellos comenzaron a tirar tuits que decían que no había candidato, que no había definición. Ahí convocan a una asamblea nuevamente, me llama Mauricio (Menéndez) y le manifesté que me parecía inaceptable, que yo estaba conversando con ellos, que no se daban cuenta de la trascendencia y la importancia de lo que estamos haciendo. Y dije que no tengo capacidad ni el tiempo para estar festinando una cuestión que tiene una importancia histórica. Lo que han hecho conmigo no es aceptable porque yo estaba en mi casa tranquilo y fueron ellos los que me invitaron. Entiendo lo que está pasando ahí. Es un espacio nuevo. Lo que no voy a aceptar nunca es la incoherencia política.
¿La coordinación política de la LDP ha sido incoherente?
Yo he cumplido. Ellos deberán dar cuenta sobre por qué cambiaron las reglas del juego.
Y cuando salió ese comunicado de primarias, ¿usted les planteó su inquietud?
Mi equipo conversó con ellos, en una reunión por Zoom y les planteó nuestra inquietud respecto a eso, pero yo no estoy para improvisar en política. Lo que ellos hicieron después, yo no soy parte de ese proceso.
¿La declaración que acusaba un “boicot” a su candidatura la redactó usted?
La verdad no lo sé (quién la redactó). Ellos tienen que ver quiénes son los que redactan documentos. Yo no he intervenido en nada, me he dedicado a hacer mi pega.
¿Cómo espera representar novedad si carga con el “peso” de la militancia en partidos políticos?
Una gran parte de la LDP ha pasado por la militancia. Cuando uno mira al coordinador político, muchos tienen vínculos e historia de padres, abuelos, detenidos desaparecidos, ejecutados políticos, la verdad es que nadie es puro y sincero. Entonces el fetiche del independiente... Para mí mi historia no es una carga, es parte de una memoria y que tiene que ver con distintos episodios de mi vida.
¿Es un factor que le podría complicar en el mundo que aspira a representar?
Cuando ellos me invitan, ellos conocían esa historia, por tanto, lo que valoraban es que fuera un líder de los trabajadores, mi historia de compromiso y que en ese sentido mi caminar en los partidos terminaban en ruptura por esta cuestión ética, en función de los intereses siempre de los trabajadores. Yo nunca fui con trampa.
¿Es partidario de que organizaciones como la LDP se institucionalicen?
He vivido todos esos procesos de institucionalización. Ahora, cómo viven los tránsitos, de generar sus propias formas de articulación y organización, la verdad es que no necesariamente puede estar regida por la institucionalidad. Por eso es muy importante el debate que se está haciendo en la Constituyente, porque eso va a fijar un parámetro de la nueva institucionalidad que tenemos.
¿En el sentido que no es necesario que se conviertan en un partido?
Eso es algo que tendrán que debatir. En el caso nuestro, de Victoria Popular y de nuestra franja, queremos avanzar hacia la construcción de una fuerza de nuevo tipo para este tiempo, que convivan lo social y lo político.
¿Tener un candidato presidencial ayuda en ese proceso?
Por supuesto. La Lista del Pueblo hará sus propias discusiones. Ellos están desarrollando otra vía, yo ya me siento un candidato de los pueblos que vamos a construir esta vía, pero claramente si tú tienes un candidato presidencial, también tienes que comprender que tienes que tomar responsabilidades y esa responsabilidad son responsabilidades de Estado. Entonces por eso es tan tenso. Por eso no es tan fácil. Porque no basta con decir, “tú eres el candidato”. Ya, ¿y si ganas?
¿Ese mensaje es para la Lista del Pueblo?
Sí.
¿Cree que con estas prácticas caen en lo que acusan de los partidos políticos?
Decir lo siguiente: la escena que hemos visto desde el lunes no ayuda a la Lista del Pueblo. Y, por tanto, tendrán que procesar y resolver aquello. ¿Cómo lo hacen? La verdad es que no me corresponde a mí pronunciarme. Pero quizás eso ayude mucho, que les permita fortalecerse y darse cuenta que esto no es un juego de tronos. Esto es política dura y pura.
Acusó que le cambiaron las reglas del juego. ¿No era poco confiable tratar de representarlos igual?
Es que en esta cuestión uno nunca tiene que negarse a nada. Porque se han visto muertos cargando cruces. Entonces, yo lo que digo es que estas son turbulencias que en política siempre hay que mirarlas. Observarlas. Y los líderes tenemos que tener la capacidad de lograr canalizarlas.
¿En una eventual segunda vuelta podría apoyar a Boric?
Primero decir lo siguiente: mi principal tarea es derrotar a Sichel con sus padrinos, Chadwick y Piñera, y a la ultraderecha representada en Kast, y a todos estos sectores que de alguna manera lo único que hacen es no dar cuenta del Chile que está cambiando. Los escenarios de una segunda vuelta la verdad no es un tema que hoy día yo he discutido ni he conversado.
Usted apoyó a Daniel Jadue. ¿Si hubiese ganado las primarias, seguiría respaldándolo?
Yo era parte del equipo programático laboral de Jadue y, sin duda, si Jadue hubiese ganado la primaria de seguro yo no estaría en esto. Eso es así.
¿Conversó con él la posibilidad de ser candidato?
No, no, no. Con Jadue no he conversado hace un buen tiempo. Tenemos una relación de amistad y de mucho afecto, él escribió un tuit público como lo hicieron los otros candidatos, valorando mi trayectoria y que mi candidatura podría contribuir al debate democrático. Y eso lo agradezco.
¿Volvió a hablar con Boric desde que dejó el Frente Amplio?
Yo nunca fui cercano a Gabriel Boric, ni a Giorgio (Jackson). Yo tenía una relación amable como un dirigente sindical con dirigentes estudiantiles. Nunca he sido del circuito cercano, pero tampoco en mala. Militamos en un mismo espacio, pero teníamos diferencias que tienen que ver con una cuestión de clase y de origen.
¿Con él tampoco ha hablado?
No.
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