Loreto Cox: “El electorado les está dando una nueva oportunidad a las dos grandes coaliciones tradicionales”
La profesora de la Escuela de Gobierno de la UC y miembro del Comité de Opinión Pública del CEP señala que en las recientes elecciones, la antipolítica, que tuvo su punto más alto en el estallido social, tocó techo. Y que el voto obligatorio ha contribuido a recuperar la moderación.
Analizar el comportamiento político de los votantes, compararlo con elecciones anteriores y sacar conclusiones lo más objetivas posibles y cercanas a la realidad es parte del trabajo y la pasión de Loreto Cox (40), economista, socióloga y profesora de la Escuela de Gobierno de la Universidad Católica.
Este ejercicio ya lo hizo con los últimos comicios municipales y de gobernadores, descifrando varios aspectos que no han estado en los análisis más tradicionales. Uno de ellos, cuenta la académica, es que, tras varias décadas en que venía aumentando la elección de candidatos a alcaldes independientes fuera de pacto, esta vez paró, a pesar del gran número que compitió.
“Igual sigue habiendo mucha desconfianza en los partidos, pero uno podría haber esperado que, en medio de este revuelto escenario político y con voto obligatorio, iba a haber un triunfo todavía mayor de los independientes fuera de pacto y eso no ocurrió”. Esto, a juicio de Cox, es un buen síntoma de la lenta, pero sostenida recuperación de la política tras el estallido social.
“Hay una vuelta a la ciudadanía a la moderación -que ha caracterizado históricamente a nuestra población- tras haber aspostado en los ultimos años por alternativas más novedosas que no han cumplido con sus promesas y han caído en casos de corrupción, que es un problema universal”, explica la investigadora, miembro del Comité de Opinión Pública del CEP.
¿Qué otra conclusión saca de estas elecciones?
Que muestra que la antipolítica, vista como un rechazo a las coaliciones tradicionales y desafección de los partidos, tocó fondo. Y en ello, creo que ha ayudado mucho la obligatoriedad de votar, que la ciudadanía ha aceptado muy bien, dándole mayor legitimidad a la política y volviendo a las coaliciones tradicionales. “Republicanos no estuvo a la altura de las expectativas que ellos tenían y de los temores que tenía la derecha más tradicional de que le pasaran por arriba. El Frente Amplio y el PC tampoco.
¿Un regreso triunfal de la ex Concertación -hoy Socialismo Democrático- y Chile Vamos?
Hay un regreso del electorado a la política más binominal, a las dos grandes coaliciones tradicionales, a quienes le está dando una nueva oportunidad. Esto no significa una adhesión profunda y un reencanto con ellas, pero hay al menos una suerte de resignación que, quizás, tiene que ver también con una revalorización de que estos son partidos que, mal que mal, y pese a todos sus problemas y sus defectos, que están en todo el espectro, tienen una historia que en el actual contexto les da algo de seguridad.
¿Este escenario se pueda repetir en la elección presidencial?
Es muy difícil anticiparlo, sobre todo por este electorado que no se define por su orientación política y que, si le fallan a acá, rápidamente puede ir al otro lado. Es decir, no guarda lealtad, es más indócil y nadie lo puede dar como por seguro, como mostró en el caso de Marcela Cubillos en Las Condes (...) En la encuesta CEP se consulta a la gente qué es lo que define su identidad y le ofrecen alternativas. Por lejos, está primero la familia, seguido del lugar donde viven y otras cosas muy personales que no tienen que ver con identidades colectivas. La alternativa de la orientación política aparece en el último lugar, con un 4%.
¿Es medible el efecto del caso Monsalve?
Es difícil. Sí sorprende que, con este escándalo, que es extremadamente grave, con un gobierno que tiene la economía estancada y una ciudadanía con una sensación de inseguridad rampante, uno habría esperado un triunfo más arrollador de la derecha, un landslide (corrimiento de tierras), como dicen los gringos, pero no fue así. Si bien la derecha recuperó muchas alcaldías y ganó varias gobernaciones, el Presidente mantiene su apoyo.
¿Qué otro factor explicaría que Boric mantenga su base de apoyo entre un 25% y un 30%?
En parte, porque la derecha ha estado estos últimos años demasiado preocupada de quién tiene la hegemonía del sector y menos de ofrecerle una alternativa política a la ciudadanía. Es preocupante que a un año de las elecciones presidenciales, y más allá de quienes -de todos los sectores- estarán en la papeleta, no hay un debate de proyectos políticos programáticos por parte de los conglomerados. Veo a muy poca gente pensando en qué alternativas van a ofrecer en 2025. Está todo comido por la contingencia y una política que cada vez se parece más a las páginas policiales.
Reforma política: “El gobierno debe resistir el embate de los partidos chicos”
¿Ve factible la reforma al sistema político que el gobierno busca impulsar en el Congreso?
El resultado de esta elección abre una ventana a la reforma política. Sin ese elemento, yo no sé si estaríamos viendo este acuerdo, que justamente es impulsado por el gobierno y senadores de las coaliciones tradicionales. La veo como algo muy esperanzador, pero es evidente, como ya lo hemos visto en estos días, que va a generar el malestar de los partidos chicos y de los llaneros solitarios que van a patalear. El gobierno y las coaliciones tradicionales deben resistir el embate.
¿Le parece bien un umbral del 5% de los votos para que los partidos puedan tener representación en la Cámara de Diputados, entre otras medidas?
Podríamos tener una eterna discusión sobre cuáles son los mejores mecanismos para reducir la fragmentación política, que hay muchos, pero creo que esta reforma puede reducir las fragmentaciones del Congreso y el discolaje que, a mi juicio, son de los dos peores males del Congreso actual y que contribuyen a un descontento muy profundo con la política. Porque al final lo que hacen es que dificultan los acuerdos y hacen que los gobiernos no puedan implementar sus programas y dar soluciones, que es lo que la gente está pidiendo.
¿Existe espacio para que surja un candidato fuera de los partidos?
Puede ocurrir. Hay espacio. Cuando la gente no tiene identidades partidarias está muy susceptible al encanto, al carisma de una persona individual. Pero lo que yo veo a partir de esta elección es que de alguna forma hay como un poco un back to safety (volver a la seguridad) después de probar con algunas propuestas y liderazgos más extremos, más novedosos, después de probar con algunas propuestas y liderazgos más extremos que no cumplieron lo prometido.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.