Manifiesto de Felipe Montalba, director de Galio

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Foto: Mario Téllez

"Galio se ha preocupado de redefinir los límites de género, identidad sexual y belleza. Partimos hace seis años con el ánimo de ser un punto de encuentro entre fotógrafos, maquilladores y productores que estaban experimentando con nuevos lenguajes, pero no tenían un espacio editorial donde mostrarse".


Siempre he sido consciente de mis privilegios. Mi adolescencia en regiones fue muy distinta a lo que se vive en Santiago. Tenía compañeros con papás que eran empresarios del salmón; otros eran choferes de micro. Siempre he visto a todos como iguales.

Tuve una crisis vocacional. Fui al colegio en Concepción y Puerto Montt. Al salir de cuarto medio me vine a Santiago a estudiar Ingeniería Comercial, carrera en la que estuve dos años. Luego encontré mi espacio en el diseño.

Galio se ha preocupado de redefinir los límites de género, identidad sexual y belleza. Partimos hace seis años con el ánimo de ser un punto de encuentro entre fotógrafos, maquilladores y productores que estaban experimentando con nuevos lenguajes, pero no tenían un espacio editorial donde mostrarse. Desde el inicio, con mi socia Pía Romero hemos intentado mantener coherencia en nuestro discurso, pero también ha influido que la sociedad y las marcas están cada vez más interesadas en mostrar sus productos de esta manera.

El movimiento feminista permitió que todo se unificara. Hoy el hombre puede ser más femenino y de a poco las barreras de género desaparecen. Ya no todo es blanco o negro, sino que hay un sinfín de grises entremedio para manifestar quién eres.

A la fiesta de aniversario que celebramos el sábado pasado en el Teatro Municipal llegaron 1.500 personas. Hace un tiempo ya habíamos trabajado con ellos haciendo el diseño de su nueva imagen. Cuando aceptaron arrendar el lugar empezamos a cranear la idea de cómo incorporar el teatro -que se ve lejano y elitista- con nuestra audiencia, que es todo lo contrario.

La temática de la fiesta era una ópera Queer, donde queríamos que los invitados se expresaran libremente. Esto se ve en los increíbles dress code de varios de ellos, como Gianluca o el artista José Pedro Godoy, quienes caminaron por una alfombra roja que no pretendía ser élite, sino que representar un nicho que existe con fuerza en Chile. Es lindo llevar un medio digital a un encuentro físico donde la gente se quiere contemplar.

En Chile está el escenario para emprender, porque el mercado y el consumo han cambiado. A nosotros nos ha beneficiado un poco la crisis del papel, ya que esa pauta que iba a revistas impresas, hoy se va a espacios digitales como Galio, donde ofrecemos el abanico completo a los clientes: desde la canción de moda para acompañar una pieza audiovisual, hasta un discurso más profundo sobre diversidad.

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