¿Un acuerdo o jugarse por el “En contra”? El nuevo nudo oficialista
La propuesta de nueva Constitución se ha transformado en una nueva encrucijada para los partidos que forman parte del gobierno de Boric. Mientras el PS y el PPD siguen empujando un acuerdo con la derecha que salve el proceso, el PC y sectores del Frente Amplio ya se alinean para votar en contra.
A las 9 am. de este lunes comenzarán a llegar hasta la sede que comparten Convergencia Social y Revolución Democrática, en calle Esmeralda, representantes de todos los partidos oficialistas para participar de un cónclave que, entre varios temas, como la agenda de seguridad y el acuerdo electoral para enfrentar las municipales de 2024, abordará la propuesta constitucional.
Este es un debate que se prevé álgido entre las alianzas del Socialismo Democrático y Apruebo Dignidad, ya que ambos sectores llegan con tesis distintas para intentar aunar los primeros criterios de una postura común.
Y es que la mayoría de los dirigentes oficialistas están conscientes que no hay espacio para una nueva división, en momentos en que el gobierno está anclado en un 30% de popularidad y en que las encuestas presidenciales son lideradas por tres figuras de la derecha -Evelyn Matthei, José Antonio Kast y Sebastián Piñera.
El dilema -sin embargo- no es menor, ya que las posturas hasta el momento han tendido a polarizarse. Mientras los presidentes del Partido Socialista y del PPD, Paulina Vodanovic, y Jaime Quintana insistirán en jugársela por un acuerdo que salve este segundo intento por una nueva Constitución, los líderes del PC y del Frente Amplio ya han comenzado a decantarse por la opción “En Contra”.
La presión de los duros
El presidente del Partido Comunista, Lautaro Carmona, será uno de los protagonistas del encuentro, que contará con la participación de seis representantes por cada partido. En los últimos días, Carmona debió sortear una soterrada prueba de fuego al mando del PC a solicitud de La Moneda. Y salió airoso.
En las filas oficialistas se veía con preocupación que entre los comunistas comenzaran a surgir las voces pidiendo sumarse al “En contra” y que se fortaleciera el respaldo a la imposibilidad de apoyar el nuevo proceso constitucional o “el texto de Kast”, como se señalaba en privado.
Carmona logró bajar la inquietud y comprometió que el PC esperará el término del proceso para adoptar una decisión oficial. Pero, aunque el líder comunista logró cuadrar al partido con este llamado, la presión del ala dura -que fue clave en su desembarco a la presidencia y en la de Bárbara Figueroa a la secretaría general-, se ha hecho sentir con fuerza.
El lunes, en su programa Barba Roja -que transmite en sus redes sociales- el exdiputado y exconvencional comunista, Hugo Gutiérrez, sinceró que ya están trabajando activamente en la campaña ciudadana “Chile vota en contra”, contando, incluso, que han recibido varias advertencias y multas del Servicio Electoral, por adelantarse a los tiempos de campaña.
Esa tarde, dos de los invitados al programa, Juan Andrés Lagos -histórico dirigente- y el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, también señalaron que el actual texto era insalvable. “La propuesta anterior fue la mejor Constitución que Chile pudiera haber escrito y espero que sigamos trabajando por una asamblea constituyente en que el pueblo ponga los contenidos”, dijo el edil.
Lagos, en tanto, advirtió que “empiezan a aparecer, más menos, los mismos personajes del acuerdo anterior (15 de noviembre de 2019), diciendo que van a tomar la iniciativa para lograr los grandes acuerdos que Chile requiere y establecer una Constitución para todos (... )”.
-Juan Andrés, ¿en el proceso, tal como está legislado, existe espacio para estas componendas? - le preguntó Jadue.
-No, sin embargo, igual se están dando. Se está legitimando el camino para decir que lo que ha propuesto Kast, tal vez con una cosita por aquí y otra por acá, es totalmente bueno (...) Vamos a tener una instalación impositiva hegemónica muy dura para darle legitimidad al apruebo y creo que tenemos que tensionarnos al máximo- respondió Lagos.
Carmona ha restado importancia a estas voces disidentes señalando que no son “un fenómeno” mayoritario en el PC, cuya dirigencia apoyó la decisión de agotar todas las instancias que incluye el proceso. “Si entre medio, alguien dice algo distinto, está bien, lo dirá y lo asumirá con nombre y apellido, pero no constituye la opinión oficial del PC”, dice el timonel comunista.
“El compañero Lautaro me aseguró que estamos todos (los partidos) en la misma línea, que es seguir empujando a la derecha, especialmente a republicanos, para que se abran a acuerdos para que el proceso no fracase”, complementó la consejera constitucional del PC, Karen Araya.
El dilema oficialista -sin embargo- se ha ido acrecentando porque a las voces comunistas se han comenzado a sumar las del Frente Amplio.
Fuentes internas aseguran que la mayoría del bloque está en la misma línea del PC, viendo que será imposible incorporar sus ideas al texto elaborado por una mayoría de republicanos y -aunque la nueva constitución llevaría la firma de Gabriel Boric- el ánimo se comienza a encauzar hacia el “En Contra”.
El presidente de Convergencia Social, Diego Ibáñez, se reunió en la semana con la senadora y presidenta de Demócratas, Ximena Rincón, para conversar del tema y ha mantenido contacto directo con Vodanovic. Ambos jefes de partido, incluso, se encuentran gestionando con La Moneda que el Presidente Boric cierre el cónclave de mañana -a eso de las 6 pm- con un llamado a la unidad oficialista, y ojalá, con una señal a favor de un acuerdo constitucional, como la que dio la semana pasada.
La principal interrogante que debe resolver el PC y -en menor medida- el Frente Amplio es hasta qué punto conviene perder la identidad propia y el apoyo de sus respectivas bases para destrabar un proceso constitucional que -sostienen- le terminarán por dar un triunfo político a Kast.
El inconfesable análisis socialista
En la vereda del Socialismo Democrático, el diagnóstico es distinto.
En la esfera más íntima de este sector se sostiene que el texto constitucional elaborado en los últimos meses tiene grandes posibilidades de ser aprobado.
No se trata sólo del texto, se señala, sino que también la debilidad del propio oficialismo conspira para aquello. Y sumar otra derrota al gobierno en menos de dos años de administración es una decisión de alto riesgo.
Eso es lo que tiene movilizada a la timonel del PS, Paulina Vodanovic, quien dio luz verde a las tratativas con Chile Vamos y Republicanos que por estas horas remecen el tablero constitucional.
“La decisión de nuestro partido es darle tiempo a este proceso. Esperar que termine el trabajo de los expertos, de las comisiones mixtas y, una vez que estén agotadas todas las instancias de diálogo, tomar una posición definitiva”, dice la senadora por el Maule.
Este análisis es compartido en las filas del PPD, donde también prima el pragmatismo a la hora de enfrentar este nuevo proceso constituyente. Los cálculos son simples: es difícil que el oficialismo -dados los resquemores principalmente del PC- termine apoyando el texto del Consejo, sin embargo, dadas las posibilidades de que se imponga en el plebiscito de diciembre conviene tener una propuesta mejorada que recoja en la medida de lo posible las propuestas de la centroizquierda.
“Ya conocemos la propuesta del consejo y muchos nos sentimos en las antípodas de lo que allí está redactado. La esperanza está puesta en los expertos para evitar un naufragio, que puede ser sin retorno”, advierte el senador Quintana.
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