A casi dos semanas de la toma de Kabul: talibanes planean “gobierno interino inclusivo” en Afganistán

Combatientes talibanes montan guardia cerca de un puesto de control de evacuación en el perímetro del aeropuerto internacional Hamid Karzai, en Kabul. Foto: AP

Fuentes talibanes dijeron a la cadena Al Jazeera que la administración incluirá a líderes de todas las etnias y orígenes tribales del país. Además, se permitiría que las mujeres trabajen en varios organismos gubernamentales, principalmente en los sectores de salud y educación.


A casi dos semanas que tomaran el control de Kabul tras la huida del Presidente Ashraf Ghani, los insurgentes han estado consultando a todas las partes interesadas para formar un “gobierno interino inclusivo”, aunque aún no está claro qué significa y cómo se llevará a cabo en la práctica. Mientras, en medio de amenazas de nuevos atentados, las fuerzas occidentales continúan contrarreloj con sus evacuaciones y muchos afganos luchan por abandonar el país.

En declaraciones a la cadena Al Jazeera, fuentes de los talibanes aseguraron que el gobierno interino incluirá a líderes de todas las etnias y orígenes tribales del país. Casi una docena de nombres están siendo considerados para formar parte de la nueva administración, indicaron. Sin embargo, la duración del gobierno provisional no está clara por el momento.

La diversidad étnica de Afganistán ha estado en el centro de la política y los conflictos en el país, sin que ningún grupo étnico goce de una mayoría decisiva en el país de 40 millones de habitantes, destaca la cadena qatarí.

Los pastún constituyen el grupo étnico más grande de Afganistán y representan más del 42% de la población. La comunidad musulmana predominantemente sunita habla el idioma pastún y ha dominado la política afgana desde el siglo XVIII.

Fuerzas talibanes bloquean las carreteras alrededor del aeropuerto, mientras pasa una mujer con burka, en Kabul. Foto: Reuters

Hasta ahora, los talibanes han anunciado una amnistía general para los funcionarios públicos y se han comprometido a garantizar la seguridad de los residentes de Kabul. Si bien las declaraciones en terreno apuntan a su intención de instaurar un mecanismo de gobierno que defienda los derechos humanos básicos, existe gran escepticismo en la comunidad internacional sobre el tema.

Esto porque ya existen informes de excesos de los talibanes contra la comunidad hazara, una minoría chiita perseguida durante mucho tiempo en el Afganistán de mayoría sunita. También se ha reportado que los insurgentes van de puerta en puerta en busca de los exfuncionarios del régimen de Ghani.

Por otro lado, las fuentes dijeron a Al Jazeera que el gobierno interino tendrá un “amir-ul momineen” (comandante de los fieles) para dirigir el Emirato Islámico de Afganistán. Para ello se ha convocado un consejo de liderazgo supremo para decidir la forma del futuro gobierno y nominar ministros.

Los ministerios clave que se postulan incluyen el poder judicial, seguridad interna, defensa, relaciones exteriores, finanzas, información y una asignación especial para los asuntos de Kabul.

El cofundador de los talibanes, el mulá Abdul Ghani Baradar, se encuentra en la capital, mientras que el mulá Mohammad Yaqoob, hijo del fundador de los talibanes, el mulá Omar, viajó desde Kandahar para las consultas iniciales sobre la formación del gobierno, indicaron las fuentes citadas por la cadena qatarí.

Las fuentes agregaron que el grupo quiere traer caras nuevas al gobierno, incluidos los hijos de los líderes tribales tayikos y uzbecos. Dijeron que Estados Unidos ha estado insistiendo en incorporar a algunos miembros de los gobiernos más antiguos, incluido el expresidente Hamid Karzai y el exjefe del Alto Consejo de Afganistán para la Reconciliación Nacional, Abdullah Abdullah.

Un vendedor sostiene una bandera talibán junto a un cartel del líder insurgente Abdul Ghani Baradar mientras espera a los clientes en una calle de Kabul, el 27 de agosto de 2021, Foto: AFP

Los detalles sobre la formación del gobierno provisional en Afganistán se produjeron cuando el país devastado por la guerra se recuperaba de los ataques mortales en las afueras del aeropuerto de Kabul el jueves por la noche.

Los atentados reivindicados por el Estado Islámico Khorasan, un afiliado del Estado Islámico en Afganistán, mataron al menos a 170 personas, incluidos 28 talibanes y 13 soldados estadounidenses. El Pentágono informó hoy que solo hubo un atacante suicida y no hubo explosión alrededor del hotel Baron.

Otra fuente de los talibanes le dijo a Al Jazeera que el grupo sigue comprometido con el acuerdo de Doha de 2020 que firmó con Estados Unidos, que incluye no permitir que se utilice suelo afgano para lanzar ataques terroristas.

La fuente dijo que era “injusto que la atención se centrara en unos pocos miles de personas en el aeropuerto” y que “millones de afganos que disfrutan de la seguridad en Kabul están siendo ignorados”.

Sobre los derechos de las mujeres, la fuente aseguró que las mujeres podrán trabajar en varios organismos gubernamentales como lo hicieron en el gobierno anterior, principalmente en los sectores de salud y educación.

Asimismo, señaló que se establecerán tribunales especiales a nivel local para combatir la corrupción y dar ejemplos a los funcionarios corruptos. El gobierno interino de los talibanes también estaría planeando aplicar una tarifa única para traer mercancías al país, desde el punto de entrada hasta el destino.

A juicio del centro de estudios Middle East Institute, con sede en Estados Unidos, “considerando la cosmovisión de los talibanes, sería un gran desafío para ellos ajustar su ideología a los imperativos de inclusión de los que están hablando públicamente. Hay informes de los medios de comunicación sobre la voluntad de los talibanes de formar un consejo gobernante que gobernaría Afganistán, pero no sabemos mucho sobre su composición o cómo funcionaría”, indicó el think tank.

“Tampoco está claro si este consejo se formaría por un período indefinido o interino. Algunos también ven las consultas de los talibanes con políticos afganos, incluido el expresidente Hamid Karzai, como una fachada destinada a ganar tiempo para consolidar el poder y asegurar los US$ 9.500 millones en reservas de Afganistán en el extranjero”, añadió.

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