Alianza en crisis: la preocupación de Gabriel Boric por la “desintegración” de su coalición


EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA GABRIEL BORIC, JUNTO AL MINISTRO DE ENERGÍA Y EL SUBSECRETARIO DEL INTERIOR, REALIZA PUNTO DE PRENSA EN EL PALACIO DE LA MONEDA
MARIO TELLEZ / LA TERCERA

El Mandatario instruyó a sus ministros a realizar gestiones con los dirigentes de los partidos para intentar calmar las tensiones que se desataron tras las elecciones en Venezuela. El propio Presidente, incluso, ha conversado con algunos para transmitir su inquietud. En La Moneda aspiran a que en los próximos días el PC respalde institucionalmente la postura del Ejecutivo sobre el régimen de Nicolás Maduro.


Fue motivo de conversación del Presidente Gabriel Boric con sus ministros del comité político. Este lunes hubo un tema ineludible en La Moneda: el estado de la coalición de gobierno, que se ha visto cada vez más tensionada tras las elecciones en Venezuela.

La postura adoptada por el Partido Comunista chileno (PC) provocó un desmarque evidente con la línea trazada por Boric, quien no reconoció el triunfo de Nicolás Maduro y ha ejercido presión pública para que transparente las actas con los resultados.

Lo que profundizó esta crisis fueron las declaraciones del senador y presidente del Partido Por la Democracia (PPD), Jaime Quintana, quien dijo -en entrevista con La Tercera- que “si en un plazo prudente el PC no cambia su posición sobre Venezuela, veo muy difícil renovar un pacto con ellos”.

Más allá de su inquietud por mantener la ofensiva comunicacional sobre Venezuela, a Boric- según afirman en el oficialismo- le preocupa cómo el asunto ha ido repercutiendo en la convivencia de los partidos que sustentan su administración. Por lo mismo, el mensaje del Mandatario a sus secretarios de Estado ha sido que intenten bajar las crispaciones y llamen a la unidad del sector.

Y eso hicieron ayer los ministros Álvaro Elizalde (Segpres), Camila Vallejo (Segegob) y Antonia Orellana (Mujer) durante el comité político ampliado, en el que participó Quintana. La titular del Interior, Carolina Tohá, también hizo lo propio con él, pero lo realizó, según afirman en el sector, a solas, instancia en que le reforzó que no es el momento de levantar este tipo de discusiones.

comite politico

También con el objetivo de limar asperezas al interior de la alianza, la semana pasada, luego del comité político, la ministra Orellana tuvo un acercamiento con el presidente del PC, Lautaro Carmona, luego de que ambos protagonizaran un cruce a raíz de la postura de los comunistas sobre los resultados en Venezuela. Este tipo de conversaciones con los dirigentes también se ha dado con el jefe del Segundo Piso, Miguel Crispi (Frente Amplio).

Pero el Presidente no solo se ha quedado con esa instrucción hacia sus secretarios de Estado, sino que él mismo ha enviado ese mensaje a algunos personeros del oficialismo, entre ellos la timonel del Partido Socialista (PS), Paulina Vodanovic. En esos diálogos, de acuerdo a las mismas versiones, ha planteado su inquietud sobre las discusiones públicas que se han generado en su sector.

De hecho, en el Socialismo Democrático esperan que Boric entregue una señal más fuerte y dé un golpe de timón en relación al PC. Esa idea, en todo caso, no convence en el gabinete, ya que creen que las ministras Orellana y Camila Vallejo pueden ejercer ese rol ordenador.

El La Moneda además han seguido con atención las declaraciones de los distintos personeros del PC y la discusión interna de la colectividad. Por lo mismo, aspiran que en los próximos días Carmona -y el PC de forma institucional- se alinee con la postura de Boric. En ese sentido, creen que la visita del Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, podría marcar un “punto de cierre de filas” al interior de la alianza, que permita fortalecer la línea establecida por el Mandatario chileno.

Por lo mismo, creen que son positivas las palabras de la presidenta de la Cámara de Diputados, Karol Cariola, sobre que Maduro es “dictatorial”.

En Palacio, en todo caso, dicen que hay un factor que les ha entregado cierto alivio. La crisis de Venezuela no ha logrado golpear la aprobación presidencial y existe un buen diagnóstico de la respuesta de Boric, un análisis que también es compartido en la derecha.

En el Ejecutivo dicen que en sus mediciones semanales, en general, hay una buena percepción ciudadana del rol de Boric en el tema y recalcan que las diferencias que hay con el PC no lo perjudican a él. De hecho, esta semana el Mandatario evidenció un alza en su aprobación, de acuerdo a la encuesta Cadem.

Por lo mismo, para mantener esa misma curva, agregan, les han pedido a ministros reforzar con fuerza la línea de Boric. “Un coro de vocería”, recalcan. Y esa línea han seguido los distintos secretarios de Estado, incluidos los militantes comunistas, como Jeannette Jara (Trabajo) y Nicolás Cataldo (Educación). El subsecretario Jaime Gajardo (Justicia) incluso aseguró que “los actos de Venezuela se parecen a regímenes dictatoriales”.

Legado en duda

La preocupación presidencial no es casualidad. En los partidos del oficialismo son conscientes de que Boric tiene un deseo: que uno de los legados de su gobierno sea una alianza política sólida. Él mismo lo ha explicitado en un par de ocasiones. Sin embargo, a las colectividades se les ha hecho difícil acatar el mensaje desde hace tiempo. Y la situación de Venezuela solo ha complejizado la tarea.

Ayer, consultada sobre si el futuro de la coalición preocupa en La Moneda, la ministra Vallejo respondió que “el interés” del Ejecutivo está puesto en “cumplirle a la gente en materia de pensiones, de seguridad, de salud, a la clase media (...)”. Y aseguró que “nuestra coalición tiene que ser capaz de ser contribuyente a la tarea de cumplirle a Chile”. De esa forma, desdramatizó que, de momento, no tome forma el anhelo de Boric de consolidar una alianza.

En privado, hay líderes del oficialismo que reconocen que, en la práctica, la alianza de gobierno no existe, pues, salvo reuniones con fines electorales o convocadas por La Moneda, no se reúnen y no hacen propuestas programáticas conjuntas como alguna vez se propusieron.

En noviembre de 2022, luego de un cónclave en Cerro Castillo, en Viña del Mar, los partidos de gobierno emitieron una declaración en que se comprometieron a constituir “ambas coaliciones -en referencia al Socialismo Democrático y Apruebo Dignidad- una alianza de gobierno, que funcione orgánicamente con una vocería única y rotativa, con reuniones (...) semanalmente en Santiago y todas las regiones, además de las coordinaciones permanentes de las bancadas parlamentarias”.

Junto con eso, se propusieron “implementar o participar unitariamente de mesas de trabajo amplias, más allá de la alianza de gobierno, para materias urgentes: seguridad, economía, salud, educación, vivienda”. Las palabras, sin embargo, se las llevó el viento.

En el Frente Amplio, de todas formas, hay una mirada más amable del “estado de situación” de los partidos de gobierno. En la colectividad de Boric transmiten que se debe más a un tema coyuntural y recalcan que la línea trazada por el Mandatario ha sido clara en materia internacional y respaldada por el gabinete.

Así, creen que es minoritaria la voz del PC que genera la disonancia, y que no por ello está en riesgo el futuro de seguir haciendo alianzas con ellos. De hecho, mantienen la esperanza de que en su congreso partidario los comunistas logren alinearse con la postura que ha tomado La Moneda.

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