Apertura de colegios subió cinco puntos tras dictamen de obligatoriedad y resta que el 19% reciba estudiantes

PUERTO MONTT : Colegio Pumahue en inicio escolar presencial
FOTO: CONSTANZO / AGENCIUNO

Según el último recuento del Mineduc, 1.832 establecimientos del país deben concretar el regreso al aula. En el caso de los municipales, la orden de la Superintendencia de Educación ya mostró efectos: en casi dos semanas aumentaron en 465 las instituciones con modo presencial, pasando del 57% al 67%. Así, del porcentaje pendiente en la reapertura el 15% es municipal, el 3%, particular subvencionado, el 0,8 SLEP, y el 0,24, particular pagado.


El 31 de agosto pasado la Superintendencia de Educación dio un golpe de autoridad. Ese día, el ente fiscalizador emitió un dictamen que obliga a los colegios a retomar la presencialidad, anunciando multas que llegan hasta las 1.000 UTM.

Y dos semanas después la medida parece estar surtiendo efecto: de 7.153 colegios abiertos antes del dictamen se pasó a 7.618, es decir, a nivel nacional otros 465 establecimientos abrieron sus puertas.

Con esto, la presencialidad -que puede ser total o en modalidad híbrida- ya se ha retomado en el 81% de los colegios del país y restan ahora que 1.832 colegios concreten la apertura.

En el caso de los municipales, los más reticentes al retorno a clases, el salto fue notorio: el 57% de los recintos recibía alumnos antes de la resolución y ahora son el 67%. Según esta última actualización, 1.442 instituciones municipales de las 4.351 que hay en Chile, aún no reciben estudiantes.

“Estamos contentos de que haya aumentado la cifra de establecimientos municipalizados abiertos y dictando clases presenciales para aquellas familias que así lo desean, lo que quiere decir que los sostenedores escucharon el llamado de esta superintendencia a cumplir con la normativa educacional, acortando las brechas y brindando la oportunidad a sus estudiantes de volver a las aulas para desarrollar de mejor manera su proceso de enseñanza aprendizaje”, señala Cristián O’Ryan, superintendente de Educación.

Sin embargo, añade, “el 33% de estos establecimientos a nivel nacional aún no abre sus puertas, negándoles el derecho a la educación a miles de niños, niñas y jóvenes”. En ese sentido, la autoridad fiscalizadora recuerda que “el municipio es el sostenedor de los establecimientos educacionales y el responsable de la educación de la comuna, por tanto, no es un compromiso simplemente con la educación, es un compromiso con los habitantes y con los niños y niñas, que además son el futuro de la nación. Ellos son los encargados de mantener también en buenas condiciones las escuelas y liceos con los fondos que el Estado les destina”.

Javiera Reyes (PC), alcaldesa de Lo Espejo, acota que “si nosotros tuviéramos las condiciones ya tendríamos los establecimientos abiertos”, y añade que la principal dificultad con que se encuentran es que tienen 13 recintos con problemas de infraestructura, donde, por ejemplo, no se garantiza el lavado de manos. “Estamos trabajando en habilitar clases con ciertas características, priorizando al aire libre y que permitan el proceso educativo en términos de socialización, psicosociales y cognitivos”, dice. Para lo anterior, cierra, están “a la espera de una reunión con el Ministerio de Educación, que la pedimos hace prácticamente dos meses, justamente porque necesitamos ayuda para habilitar la infraestructura de los establecimientos”.

Desde Estación Central, donde aún no tienen clases presenciales, el alcalde Felipe Muñoz (ind.) explica que al menos esto ya tiene una fecha en el horizonte: “Las comunidades escolares de los distintos colegios y escuelas han llevado a cabo un proceso de conversación y reflexión y han acordado la vuelta a clases para después de fiestas patrias, con fechas de retorno acordadas por cada comunidad educativa en conjunto con nuestra dirección de educación para los distintos cursos y niveles”. En ese sentido, explica que el municipio acompañará el proceso con asesoría psicológica a sus profesores para que cuenten con herramientas para guiar y contener emocionalmente a los niños y niñas en el camino del regreso a clases presenciales.

Maipú es otro de los municipios que aporta con colegios no abiertos, porque si bien ya comenzaron el proceso de apertura desde el 9 de agosto, no han logrado aún concretar el regreso de los 26 establecimientos educacionales y trabajan en ello. Un caso opuesto es El Bosque, donde ya volvieron a clases presenciales sus 21 colegios, la semana del 2 de septiembre.

Alhué no había abierto durante este semestre, pero lo hizo justo antes de la publicación del dictamen. “Ocurrió durante la última semana de septiembre y estamos en modalidad semipresencial, es decir, los alumnos vienen algunos días y otros tienen clases remotas. No hemos tenido ningún problema y calculamos que más del 50% efectivamente asiste”, señala el alcalde Roberto Torres (DC).

El detalle del aumento de presencialidad por dependencia señala que los particulares subvencionados pasaron de 3.550 a 3.583 abiertos, los SLEP de 544 a 559, mientras que los particulares pagados no variaron, quedándose en 497 abiertos, al igual que administración delegada tampoco, manteniendo el 100% de los 70 establecimientos de ese tipo que hay en Chile abiertos.

¿De quién dependen los colegios que falta abrir? Un 15,2% son municipales, el 0,82%, administrados por un Servicio Local de Educación Pública o SLEP (78 de 637), el 3% son particulares subvencionados (289 de 3.872) y el 0,24% son particulares pagados (23 de 520).

“Como superintendencia hemos sido enfáticos en que los establecimientos educacionales deben estar abiertos, con clases presenciales para las familias que lo requieran. Los sostenedores que se nieguen a abrir esos establecimientos están infringiendo la normativa, nosotros estamos fiscalizando y quienes no cumplan e insistan con mantenerlos cerrados se arriesgan a las sanciones que establece la ley”, agrega el superintendente O’Ryan.

En ese sentido, el proceso de fiscalización no es rápido, según explican conocedores del mismo, toda vez que primero se recibe la denuncia, luego se piden antecedentes a los establecimientos con plazos definidos y viene la fiscalización, donde se pasa una multa o se le da un tiempo al recinto educacional para para subsanar la situación, donde el sostenedor incluso puede apelar.

Por eso hace un llamado a las familias a denunciar en la página web de la superintendencia en caso que el establecimiento educacional al que asiste el hijo continúe cerrado y sin clases presenciales.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.