Armando Vega: quién era el músico mexicano cuyo suicido impacta en su país
El bajista de Botellita de Jerez, que tomó la decisión luego de ser acusado de forma anónima en redes de abuso sexual, dejó una carta donde explicó sus motivos. Su banda es considerada esencial en el rock de su país.
"Es un grupo definitivo. Ponle a los Ramones traje de charro, a los Sex Pistols dale a de beber tequila y eso resulta. Sin ellos no se comprende a Café Tacvba, por ejemplo. Fue Botellita quien impulsó a Tacvba a grabar cuando ellos eran nada".
De esa manera, el periodista Alejandro González, uno de los más reputados críticos de música de México, explica a La Tercera PM la estatura artística de Botellita de Jerez, uno de los conjuntos esenciales del rock de ese país en las últimas décadas y que ayer sufrió su golpe más duro. Uno de sus fundadores, el bajista Armando Vega Gil, se suicidó luego que en la cuenta de Twitter #MeTooMusicosMexicanos una mujer anónima lo acusara de haber abusado de ella cuando tenía 13 años.
El artista dejó una carta en que explica las razones de su determinación, recalcando que ya no tendrá más trabajo, que no quiere manchar la vida de su hijo y que la única solución que ve posible es quitarse la vida. "No se culpe a nadie de mi muerte: es un suicidio, una decisión voluntaria, consciente, libre y personal", puso en su red social al acompañar la misiva.
https://twitter.com/ArmandoVegaGil/status/1112666222951391233
En plataformas digitales, muchas voces han tratado su decisión de "cobarde", apuntando a que, si no incurrió en abusos, debería haberlo demostrado, sin tomar un escape tan extremo. Sencillamente no le creen que no haya tenido responsabilidad en estos casos y que su muerte sólo amplificará las dudas. También aluden a sus labores altruistas con hogares de menores e instituciones de niños; recalcan que finalmente les creen a "ellos" (los niños) y no a las palabras de Vega o de otros músicos que han salido a lamentar lo ocurrido.
El periodista y comunicador Genaro Lozano salió a defender la causa feminista y le entregó validez a las denuncias anónimas, subrayando que no eran las culpables del fallecimiento de Vega. "La denuncia anónima tiene múltiples problemas, pero es lo que hay. Yo las apoyo. Ustedes no asesinaron a nadie y menos a alguien atormentado. El tema es el acoso que sufren", escribió en su Twitter.
El hecho ha enlutado a toda la escena mexicana, con declaraciones de pesar que fueron desde Molotov hasta Café Tacvba. De hecho, para muchos los Botellita funcionaron como padrinos de los hombres de "Ingrata", estimulándolos a crear rock con elementos de la cultura y el folclor mexicano cuando nadie creía en esa fórmula.
"Hicieron creer que se podía hacer rock con identidad mexicana y, de paso, volvieron cool lo que antes era para jodidos. Claro que son padrinos, de ellos y decenas más", contextualiza González.
Los nacos
Formados a principios de los 80 en Ciudad de México, sus inicios se adscriben a ritmos bailables, festivos, llenos de sátira, envueltos bajo esa idiosincrasia chilanga que rinde culto a lo pagano, a los colores, a lo picante, a un humor tan ingenuo como efectivo y, en conclusión, a expresiones irrepetibles en otro lado del planeta. Para intentar definirlos, incluso se tuvo que inventar un estilo: el guacarock, una cruza casi imposible entre aguacate (palta) y guitarras.
https://www.youtube.com/watch?v=DhM9VFjQhAs
De esa manera, incorporaron a su obra la estética charra, los bigotes frondosos e hipermasculinizados que los hacían parecer unos Freddie Mercury cantando desde Plaza Garibaldi. Otro guiño fue al mundo de la lucha libre del DF, toda esa tropa de enmascarados robustos y poco esculturales (el Santo, el Rey Misterio) que no se habían vinculado a la música y que adaptaron al mundo latino los esteroides, los millones y la falsedad acrobática importadas desde la lucha libre estadounidense.
https://www.youtube.com/watch?v=9UQFAQml26c
¿Discos para rastrear en Spotify? Casi todos los de su era más clásica: el homónimo de 1984; La venganza del hijo del Guacarock, de un año después; y Naco es chido (1987), dos modismos mexicanotes que se tomaron como una declaración de principios. En nuestro léxico chileno se podría traducir como "lo flaite es bacán". Gran parte de esos discos contaron con la jefatura y composición de Vega, quien funcionaba como uno de sus ejes.
Ya en los 90, la luchas internas y las turbulencias financieras golpearon a la agrupación. Por lo demás, el panorama del rock mexicano se hacía cada vez más diverso y global, precisamente gracias a su influjo. Los propios Café Tacvba les devolvieron la mano al versionar en 1996 el tema Alármala de tos, original de los Botellita, para su álbum Avalancha de éxitos.
https://www.youtube.com/watch?v=22NUpnZ944s
Ahí, como sucede casi siempre, los fanáticos levantaron los muros. Para muchos seguidores de los Botellita de Jerez, el cuarteto encabezado por Rubén Albarrán era un producto comercial, forzado, y que no guardaba relación con la sensibilidad e ideología difundida por sus ídolos. Ambos conjuntos se encargaron de desmentirlo, mostrándose siempre como amigos y aliados.
En el último tiempo tuvieron un par de reuniones con la formación original, siempre con Vega como parte de ellas.
En México, existe la sensación de que las acusaciones anónimas seguirán cayendo sobre rockeros mexicanos, por lo que la escena vive un período de crisis ante el huracán que está merodeando. León Larregui, de Zoé, uno de los grupos más importantes de México, también ha salido a pedir disculpas si en algún momento cayó en actitudes "inadecuadas" con mujeres.
Con Botellita de Jerez, la historia llego a su fin. Ayer en el velorio de su bajista, anunciaron que se separan de manera definitiva. Fue el brutal adiós de un grupo que en México apuntan como seminal para su cultura.
https://www.youtube.com/watch?v=rnY5EqmsqbI
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