El mundo del arte se divide por Jeff Koons, el artista vivo mejor cotizado

Jeff Koons y su obra Rabbit.

Su escultura Rabbit (1986) acaba de ser vendida por el precio récord de $ 91,1 millones de dólares en un remate de la casa Christie's en Nueva York. El artista que había perdido el podio del mejor vendido frente a David Hockney, es uno de los más controvertidos de la escena mundial. Algunos ven su obra como pionera y de gran importancia histórica, otros la tachan de kitsch, burda y demasiado comercial.


El fallecido y prestigioso crítico de arte Robert Hughes supo plasmar bien el doble efecto que produce la figura de Jeff Koons en la escena mundial del arte. Al igual que muchos, detestaba tanto su obra que una vez en la revista Time la calificó de "vulgar, melosa y tan entumecedora que los coleccionistas se sintieron tan desafiados por él que llegaron a adorarlo". Como resultado, sentenció Hugues: "No se puede imaginar la cultura singularmente depravada de los Estados Unidos sin él".

Nacido en 1955, en Pensilvania, Jeff Koons se formó como pintor en el Instituto de Arte de Chicago. A fines de los 70 se estableció en Nueva York donde comenzó a producir sus primeras esculturas influenciadas por el arte pop de Andy Warhol y el uso de marcas comerciales, en las que usaba artefactos como aspiradoras y balones de basketball que convertía en obras de arte. Ya a fines de esa década el artista comenzó a crear esculturas usando juguetes inflables.

En 1986, Koons se inspiró en un conejo inflable de cumpleaños, para crear una réplica de un metro de alto que fundió en acero inoxidable bien pulido y lo presentó con el simple nombre de Rabbit. La obra se convirtió en una de las más célebres de su trayectoria, la misma que acaba de ser rematada por la casa Christie's de Nueva York en $ 91,1 millones de dólares, precio récord para un artista vivo, superando el establecido por una obra de David Hockney en noviembre pasado.

"Lindo, siniestro, caricaturesco, imponente, vacío, sexy, escalofriante, deslumbrante e icónico", con estas palabras Christie's calificaba la pieza de Koons en su sitio web, lo que bien podría resumir toda su obra. El comprador de la pieza fue el marchante de arte Robert Mnuchin, padre del actual secretario del Tesoro de EEUU. Antes, Koons ya había ostentado el podio del más caro en 2013, con la obra Balloon Dog (Orange) vendida en $52,1 millones de dólares.

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Obra de Koons subastada a precio récord en 2013.

Balloon Dog (Orange), de Jeff Koons.[/caption]

Plagios y rechazos

El artista no sólo ha estado en la controversia por las críticas divididas hacia su trabajo sino también por haber sido demandado varias veces por infringir los derechos de autor al usar imágenes preexistentes o las obras originales de otros. El último caso fue en noviembre de 2018 y lo perdió frente a Franck Davidovici, publicista y autor de un anuncio de Naf-Naf, quien acusó de plagio a Koons al descubrir que su escultura Fait d'hiver era muy parecida a un anuncio que había realizado en 1985 para la conocida marca de ropa.

La imagen era de la un cerdito con un barril al cuello similar al que llevan los perros San Bernardo, el que socorría a una chica morena tirada en la nieve. La escultura fue subastada por Christie's en 2007 y es parte de la colección Prada que la prestó para una retrospectiva de Koons en el Centro Pompidou en 2014, ocasión en que el publicista "descubrió" el plagio. Koons fue sentenciado a pagar 165 mil dólares al publicista en concepto de daños y perjuicios, casi la mitad de lo que había pedido Davidovici en su demanda.

Sin embargo, ni las malas críticas ni las acusaciones por plagio han podido derribar el éxito y el atractivo que despierta la obra de Koons, quien amasa un portafolio de obras valorado en más de US$ 1.000 millones y una fortuna personal de US$ 500 millones, siendo uno de los artistas más adinerados del mundo.

A los 63 años, el artista luce un aspecto que más se asemeja a un corredor de bolsa: terno impecable y cabello frondoso, maneja un gran estudio en Manhattan de 1.500 metros cuadrados donde trabajan unos 150 asistentes, quienes se encargan de elaborar sus complejas y costosas obras. De hecho se dice que Koons elaboró un sistema de color por número de modo que cada uno de sus asistentes pudiera ejecutar sus lienzos y obras como si fuesen hechos por una sola mano.

Su vida personal también ha salido a la palestra cuando entre 1987 y 1992 estuvo casado con la estrella porno italiana-húngana Cicciolina (Ilona Stalker) con quien desarrolló una de sus obras más controvertidas, Made in heaven (1990), donde protagonizó junto a su esposa escenas sexuales y de mal gusto. "En esa época yo estaba involucrado con imágenes banales. Me di cuenta de que la gente responde a las cosas banales; pero no aceptan su propio ser. Quería mirar la naturaleza, tratar con las ideas de la biología, la procreación y lo eterno", dijo en una entrevista a The Guardian en 2015.

En 2016 Koons donó a París una escultura como homenaje a las víctimas del atentado a la sala Bataclan, en noviembre de 2015. Pero la donación se convirtió en un nuevo problema, ya que suponía que Francia debía costear la fabricación e instalación: poco más de US$ 3 millones. Además, proponía que fuera instalada junto al Palais de Tokyo, cerca del Río Sena y con una amplia vista a la Torre Eiffel.

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Tulipanes de acero inoxidable fue la propuesta de Koons.

Escultura en homenaje a las víctimas del atentado al Bataclan.[/caption]

Un grupo de artistas y críticos franceses, entre ellos Christian Boltanski, Olivier Assayas y el ex ministro de Cultura Frederic Mitterrand, publicó una carta de rechazo al proyecto y lo calificaron como "emblema de un arte industrial, espectacular y especulativo". Finalmente, a fines del año pasado el alcalde de París anuncio que la obra sería instalada próximo al Petit Palais y la embajada de EEUU.

A pesar de la abierta crítica contra su obra superficial, Koons ha exhibido en los más importantes museos y eventos del mundo. La serie Made in Heaven se mostró en la Bienal de Venecia de 1990, por ejemplo. También ha tenido exposiciones individuales en lugares como el Metropolitan de Nueva York, el Guggenheim de Bilbao, en Neue Nationalgalerie de Berlín, en el Palacio de Versailles de París, donde en 2008, según informó el New York Times "varias docenas de personas se manifestaron frente a las puertas del palacio" en una protesta organizada por un grupo de derechas poco conocido dedicado a la pureza artística francesa. También se criticó que el 90% de los US $ 2.8 millones en financiamiento para la exhibición proviniera del empresario Francois Pinault.

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