Azovstal, la planta siderúrgica convertida en último bastión de la resistencia en Mariupol
Las autoridades ucranianas aseguran que miles de soldados y civiles están atrapados en la acería, en cuyos pasillos subterráneos se han hecho fuertes los defensores.
El ultimátum ruso a las tropas ucranianas en Mariupol para que se rindan o mueran expiró hoy sin que hubiera una capitulación masiva, pero el comandante de una unidad que se cree que resiste en la ciudad asediada dijo que sus fuerzas podrían sobrevivir sólo días u horas. Mientras tanto, las autoridades locales aseguran que miles de soldados y civiles están atrapados en la planta siderúrgica de Azovstal, en cuyos pasillos subterráneos se han hecho fuertes los defensores, donde resisten a las bombas “antibúnker” lanzadas por las fuerzas invasoras.
En un video, el comandante de la 36ª Brigada de Infantes de Marina de Ucrania, una de las últimas unidades que se cree que resisten en Mariupol, pidió ayuda internacional para escapar del asedio de la ciudad. “Este es nuestro llamado al mundo. Puede que sea el último. Puede que solo nos queden unos días u horas”, dijo el comandante Serhei Volyna en un video subido a Facebook.
“Las unidades enemigas son decenas de veces mayores que las nuestras, tienen el dominio en el aire, la artillería, las tropas de tierra, el equipamiento y los tanques (…) El enemigo nos supera diez a uno (...) Llamamos e imploramos a todos los líderes mundiales que nos ayuden. Les pedimos usar el procedimiento de extracción”, señaló Volyna en su mensaje.
Horas antes, el jefe del Centro de Control de la Defensa Nacional de Rusia, el coronel general Mijail Mizintsev, había vuelto a ofrecer a las fuerzas ucranianas deponer las armas y retirarse de Azovstal para evacuar civiles de la zona, al tiempo que aseguró que la medida estaba guiada “por principios puramente humanos”.
Sin embargo, el vicealcalde de Mariupol, Sergei Orlov, alertó hoy de que hay “muchos” civiles refugiados en la acería de Azovstal y negó que sea posible que abandonen el edificio, a pesar de los llamados de Rusia para que evacuen en lugar a través de corredores humanitarios.
“Puedo confirmar que hay muchos civiles”, dijo Orlov en declaraciones concedidas a la cadena de televisión británica BBC. “Principalmente son ciudadanos de edificios cercanos destruidos y muchos trabajadores de plantas metalúrgicas”, detalló. En este sentido, manifestó que “saben que las acerías tienen buenos refugios antibomba y algunos acumularon agua y comida en ese lugar”.
“Por eso decidieron vivir allí con sus familias”, señaló Orlov, antes de denunciar la situación en la que se encuentran ante la ofensiva de las fuerzas rusas. “Carecen absolutamente de todo. Carecen de agua, comida, medicinas y ayuda. Rusia bloquea absolutamente todo, cualquier ayuda humanitaria o evacuación”, indicó. De esta forma, aseguró que “todas las noticias sobre la posibilidad de salir, de abandonar Mariupol o la acería de Azovstal, son falsas”.
Petro Andriushchenko, asesor del alcalde de Mariupol, corroboró los dichos de Orlov en un comunicado publicado en Telegram. “Ayer (19 de abril), los rusos declararon un régimen de alto el fuego para asegurar la salida de la población civil de los refugios en Azovstal. (…) Pero en el momento (de la prevista evacuación) movieron la artillería y comenzaron a bombardear el área de Azovstal”, escribió, según consigna Ukrinform. Andriushchenko señaló que, en tales condiciones, la evacuación de civiles era imposible.
“El mundo observa el asesinato de niños por internet y permanece en silencio”, lamentó, por su parte, el asesor presidencial ucraniano Mikhailo Podolyak en Twitter. El comandante Volyna escribió el lunes una carta al Papa Francisco en la que le pide ayuda para salvar a los ciudadanos de Mariupol, donde permanecerían aún unas 100 mil personas. “Usted seguro que ha visto de todo en esta vida. Pero estoy seguro de que nunca ha visto lo que ahora está ocurriendo en Mariupol. Porque así es el infierno sobre la Tierra”, señaló, según informa Efe.
Una siderúrgica con historia
Construida en la era de la Unión Soviética, la planta siderúrgica de Azovstal dispone de varios niveles subterráneos con búnkeres comunicados por kilómetros y kilómetros de túneles. En ellos, se mueven los soldados ucranianos y se esconden los civiles.
Según Radio Free Europe/Radio Liberty, Azovstal comenzó a operar en 1933 después de que las autoridades soviéticas eligieran el sitio, en la costa del mar de Azov, por su fácil acceso marítimo a los depósitos de mineral de hierro. Durante la Segunda Guerra Mundial, las operaciones tuvieron que detenerse en 1941 cuando la Alemania nazi ocupó Mariupol. En septiembre de 1943, tras la liberación de la ciudad, se reconstruyó la planta. Antes de la invasión rusa a gran escala de Ucrania, la siderúrgica empleaba a más de 10.000 personas.
Privatizada en 2005, la planta pertenece ahora al conglomerado metalúrgico y minero del grupo Metinvest de Rinat Akhmetov -dueño del equipo de fútbol Shakhtar Donestk-, quien pasa por ser el hombre más rico de Ucrania. Metinvest, con dos acerías en Mariupol, figura en el puesto 45 de la lista mundial de la industria metalúrgica. La de Azovstal produce cuatro toneladas de acero al año: desde rieles de ferrocarril hasta planchas para buques.
El analista Oleh Zhdanov explicó a la agencia Reuters que la planta “es un espacio tan grande y con tantos edificios que los rusos simplemente no podrán encontrar” a los soldados ucranianos. Los soldados fueron muy conscientes que este tipo de acerías tienen buenos refugios antibomba.
Justin Crump, un experto militar de la consultora de seguridad Sybilline, le dijo a la BBC que podría haber entre 300 y 800 soldados ucranianos resistiendo en la ciudad y agregó que la siderúrgica, que cubre un área de 11 km cuadrados, estaba construida “para sobrevivir a un conflicto nuclear”.
Eduard Basurin, quien representa a la autoproclamada República Popular de Donetsk y está respaldado por Rusia, le dijo al canal de televisión Rusia 24 que la aviación y artillería están ayudando a “grupos de asalto” a tomar las instalaciones de Azovstal.
Basurin negó, sin embargo, los informes de funcionarios ucranianos de que muchos civiles, incluidos niños, se esconden en Azovstal. Los separatistas pretenden “liberar” la instalación lo más rápido posible, dijo la agencia RIA citando a otro separatista, Denis Pushilin.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.