Burlas contra Trump y el “¡sí, ella puede!”: las claves de los discursos de Barack y Michelle Obama en la Convención Demócrata

La exprimera dama estadounidense Michelle Obama saluda a su marido, el expresidente Barack Obama, en el escenario durante el segundo día de la Convención Nacional Demócrata en Chicago, Illinois, el 20 de agosto de 2024. Foto: Reuters

Una de las intervenciones más esperadas por el Partido Demócrata se realizó durante la noche del martes, y estuvo a cargo de la pareja que gobernó a Estados Unidos entre 2009 y 2017. Mientras Barack Obama destacó la figura de Kamala Harris y criticó a la de Donald Trump, Michelle Obama instó a los votantes a no olvidar el objetivo final de estas elecciones presidenciales.


Cuando Joe Biden dio un paso al costado en la carrera presidencial de Estados Unidos y proclamó a Kamala Harris, la actual vicepresidenta, como la carta del Partido Demócrata de cara a las elecciones de noviembre, numerosas voces de la tienda azul salieron rápidamente a respaldarla. Desde Bill y Hillary Clinton hasta congresistas de peso dieron su visto bueno a la exsenadora. Pero un par de nombres clave faltaban en la lista: los del expresidente Barack Obama y su esposa, Michelle Obama.

La incertidumbre por la ausencia de su respaldo formal se alargó unos días, hasta que el esperado video de una videollamada fue publicado en redes sociales. Kamala Harris fue contactada por el primer mandatario de ascendencia afroamericana para mostrarle su apoyo. Y este martes por la noche la apuesta subió de nivel cuando tanto Barack como la exprimera dama Michelle Obama subieron al escenario de la Convención Nacional Demócrata a arengar a los miembros del Partido Demócrata.

Mientras él se dirigió por más de 30 minutos a la audiencia, en lo que pareció una mezcla de endosar el legado Obama a la actual candidata demócrata y lanzarse contra Donald Trump de forma directa, el discurso de ella apuntó a no perder de vista el objetivo principal.

Apoyo directo

La pareja, plato fuerte de la segunda jornada que reúne a los miembros del Partido Demócrata en su convención para elegir a su candidato -aunque la tumultuosa entrega de la antorcha desde Biden a Harris forzó a una nominación previa, vía votación online-, llamó de forma vehemente a los electores a respaldar a la vicepresidenta.

“No necesitamos cuatro años más de fanfarronadas, torpezas y caos. Ya hemos visto esa película antes, y todos sabemos que la secuela suele ser peor”, inició Barack Obama, en una evidente referencia al potencial segundo gobierno del expresidente Donald Trump si vence en noviembre.

“Elegiremos a líderes que lucharán por el Estados Unidos esperanzado y con visión de futuro en el que creemos. Y juntos construiremos un país más seguro y más justo, más igualitario y más libre. Así que manos a la obra”.

El expresidente de EE.UU. Barack Obama habla durante el segundo día de la Convención Nacional Demócrata en Chicago, Illinois. Foto: Reuters

“Ahora depende de todos nosotros luchar por el país en el que creemos. Y no nos equivoquemos, va a ser duro. A pesar de la increíble energía que hemos sido capaces de generar en las últimas semanas -en los mitines y en las redes- será una carrera reñida en un país muy dividido, donde muchos estadounidenses no piensan que el gobierno esté para ayudar”, apuntó también.

Luego, el primer presidente afroamericano de EE.UU. tocó el tema del género. De imponerse a Trump, Harris no solo sería la primera mujer en llegar a la Casa Blanca. También sería la primera mandataria negra del país, así como la única de ascendencia india.

“Estados Unidos está preparado para un nuevo capítulo. Estados Unidos está preparado para una historia mejor. Estamos listos para una presidenta Kamala Harris”, señaló Obama. La intervención del expresidente estuvo precedida por la de su esposa, Michelle, quien alguna vez sonó como carta presidencial, pero que rápidamente se diluyó.

En una de las apariciones más enérgicas de la noche, la exprimera dama habló de Kamala Harris alabando el “acero de su columna vertebral, la firmeza de su educación, la honestidad de su ejemplo y, sí, la alegría de su risa y su luz”.

“Kamala ha demostrado su lealtad a esta nación, no vomitando ira y amargura, sino viviendo una vida de servicio y abriendo siempre las puertas de las oportunidades a los demás. Ella entiende que a la mayoría de nosotros nunca se nos concederá la gracia de fracasar hacia adelante. Nunca nos beneficiaremos de la acción afirmativa de la riqueza generacional”, añadió.

“Recuerden, todavía hay mucha gente que está desesperada por un resultado diferente”, cerró.

Rememorando la campaña Obama

“Estados Unidos, la esperanza está volviendo”, dijo la exprimera dama, en un guiño a la campaña de 2008 del entonces senador por Illinois. Esa suerte de nostalgia o rememoración de la campaña de Obama no vino solo de parte de los oradores principales de la jornada, sino que también tuvo respuesta en el público.

Yes, she can! (¡Sí, ella puede!)”, dijo en un momento Barack Obama, dejando escapar una pequeña risa cuando los asistentes al megamitín demócrata entendieron de inmediato la referencia y empezaron a corear de vuelta “yes, she can”. La frase no fue baladí. Hacía alusión al “Yes we can”, eslogan utilizado en la campaña de 2008 del exmandatario.

Donald Trump y Kamala Harris, actuales contendientes a la Casa Blanca. Fotos: Reuters

“¡No abucheen, voten!, dijo Barack Obama cuando la gente reaccionó al nombre de Trump, puesto que al republicano “no parece importarle que más mujeres pierdan su libertad reproductiva” y “quiere que la idea sea que el país está irremediablemente dividido”, ponderó.

Inmigración y críticas a Trump

Si bien Obama y Trump no se enfrentaron, la pareja Obama tuvo palabras para el exmandatario republicano y la forma en que este se ha referido a la población afroamericana y los migrantes. Sin pelos en la lengua, Michelle Obama aseguró que intentaría distorsionar la verdad sobre Harris, puesto que “mi marido y yo, por desgracia, sabemos algo de esto. Durante años, Donald Trump hizo todo lo que estuvo en su mano para intentar que la gente nos temiera”.

En la misma línea, señaló que “su visión limitada y estrecha del mundo le hizo sentirse amenazado por la existencia de dos personas trabajadoras, muy educadas y con éxito, que además resultaron ser negras”. Los aplausos crecieron con aquella intervención. Pero Obama no soltó el tema ahí.

“¿Quién va a decirle que el trabajo que busca actualmente podría ser uno de esos ‘trabajos de negros’?”, continuó la exprimera dama. Se refería a cuando Donald Trump dijo en la actual campaña que los migrantes cruzan a Estados Unidos “se están quedando con los trabajos de los negros ahora y podrían ser 18, podrían ser 19 e incluso 20 millones de personas”.

En el debate que causó la debacle demócrata y la posterior caída de Joe Biden, Trump señaló que también “se están llevando los trabajos de los hispanos, y aún no lo han visto, pero van a ver algo que va a ser lo peor de nuestra historia”. La cuestionada frase del republicano tuvo eco incluso en la múltiple medallista olímpica Simone Biles, quien aseguró: “Amo mi trabajo negro”, luego de lograr el oro en los últimos JJ.OO. de París.

Los ataques racistas de Trump no son nuevos, y los Obama lo saben de primera mano. Fue el entonces candidato republicano quien revivió las teorías conspirativas de 2008 que clamaban que el entonces senador por Illinois no era calificable a la presidencia al supuestamente haber falsificado su certificado de nacimiento, cambiándolo de Kenia a Hawái. A fines de la campaña de 2016, el luego Presidente decidió dar un paso atrás y admitir que Obama “es un ciudadano estadounidense”.

El expresidente demócrata, en tanto, también se burló directamente de quien le sucedió en la Casa Blanca por los “apodos infantiles” que suele endosar a sus rivales, sus “disparatadas teorías de la conspiración” y la “extraña obsesión por el tamaño de las multitudes”.

“Ha sido un flujo constante de quejas y agravios que, de hecho, ha empeorado ahora que Trump teme perder contra Kamala… El otro día oí a alguien comparar a Trump con el vecino que no para de hacer funcionar su soplador de hojas frente a tu ventana cada minuto de cada día”, señaló.

Loas a Biden y Walz

Cuando Barack Obama se refirió sobre Joe Biden, a pocos se les pasó que el exmandatario fue apuntado por la prensa local como uno de los mayores gestores de la caída del actual Presidente en su insistente carrera por la reelección. Sin embargo, las palabras del expresidente no fueron más que alabanzas para quien fue su número dos durante toda la gestión Obama, en el cargo de vicepresidente.

“La historia recordará a Joe Biden como un presidente que defendió la democracia en un momento de gran peligro. Estoy orgulloso de llamarle mi Presidente, pero aún más orgulloso de llamarle mi amigo”, señaló. La intervención llegó seguida de la respuesta de los asistentes, quienes corearon: “Queremos a Joe”.

El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, saluda a su amigo y expresidente Barack Obama, mientras la vicepresidenta Kamala Harris reacciona en la Sala Este de la Casa Blanca en Washington, el 5 de abril de 2022. Foto: Reuters

El exmandatario también tuvo palabras para Tim Walz, apuntado por Harris como su carta a la vicepresidencia. “Amo a este tipo”, dijo Obama, mientras las risas se esparcían en el United Center de Chicago, Illinois, donde se realiza la Convención Nacional Demócrata y donde se espera este miércoles hable el propio Walz.

“Tim es el tipo de persona que debería dedicarse a la política: nació en un pueblo pequeño, sirvió a su país, enseñó a niños, entrenó al fútbol, cuidó de sus vecinos. Sabe quién es y lo que es importante. Las camisas de franela que lleva no son elegidas por un asesor, sino de su armario. ¡Y han pasado por muchas cosas!”, dijo sobre el candidato a la vicepresidencia, a medio camino entre un punto político y un chiste, mientras la esposa de Walz se reía y aplaudía la intervención de Obama.

“Juntos, Kamala y Tim han mantenido la fe en la historia central de Estados Unidos, una historia que dice que todos hemos sido creados iguales, que todos merecemos una oportunidad y que, incluso cuando no estamos de acuerdo unos con otros, podemos encontrar la manera de convivir”, cerró el exmandatario demócrata.

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